Por Edmar Ariel Lezama*

Para nadie es un secreto el clima de violencia que las mujeres viven día a día, así como la estigmatización de buena parte de la sociedad cuando toman una decisión sobre su cuerpo o el doble esfuerzo que hacen por realizar labores de cuidados y una vida profesional al mismo tiempo, por tan sólo citar algunos ejemplos.

Además de los casos mencionados en los párrafos anteriores, la disparidad también tiene lugar en la vida laboral mexicana, la cual se mantiene al revisar las cifras oficiales.

De acuerdo a la última encuesta sobre ocupación y empleo (octubre-diciembre de 2019), del total de trabajadores de México, 59% son hombres y 41% mujeres, lo cual habla todavía de una estructura social en la cual los hombres deben ser los encargados de generar recursos económicos que sirvan de sustento a un hogar.

De ese total de personas con empleo, la edad promedio de los trabajadores es de 37.61 años para los hombres y de 38.19 para las mujeres, mientras que, en temas de escolaridad, ambos sexos cuentan en promedio con 10 años acabados en un centro escolar (bachillerato trunco).

A pesar de que tanto hombres como mujeres cuentan con características muy similares al momento de ingresar a un empleo, los salarios pagados no son los mismos entre los dos grupos. Los hombres en promedio ganan 7, 780 pesos al mes, mientras que las mujeres perciben 6, 130 pesos, por lo que existe una brecha salarial del 21% entre un grupo y el otro.

Las cifras del párrafo anterior son promedio, lo que implica que en algunos casos la brecha puede ser mayor o menor, por lo que es necesario seguir indagando a partir de los datos, lo cual lleva a observar a partir de nuevos grupos.

Si los números se observan desde la óptica de trabajadores formales (cuentan con algún contrato, seguridad social, días de descanso) contra los informales, los hombres laborando en un empleo formal ganan 9, 520 pesos al mes, mientras que las mujeres en esa misma condición perciben 8, 145. Para empleos formales, los hombres cuentan con 11.5 años de escolaridad (bachillerato trunco), mientras que las mujeres cuentan con 12.4 años (bachillerato completo). La brecha salarial para este grupo es del 15%.

Para los trabajadores informales, los hombres ganan en promedio 6, 000 pesos al mes, mientras que las mujeres perciben 4, 200; en lo referente a la escolaridad, las mujeres siguen con mejores cifras al tener 9.3 años (secundaria completa), mientras que los hombres cuentan con 8.6 años (secundaria trunca). La brecha salarial es del 30%.

Si nos enfocamos en dos actividades de suma importancia para México, los hombres que trabajan en la manufactura mexicana ganan en promedio 10, 000 pesos al mes con 9 años de escolaridad (secundaria trunca), mientras que las mujeres perciben 9, 000 pesos con 13 años de escolaridad (bachillerato concluido), lo cual implica una brecha salarial del 10%.

En lo referente a servicios financieros, los hombres ganan 11, 300 pesos al mes con 14 años de escolaridad, mientras que las mujeres reciben 9, 200 pesos con los mismos 14 años de escolaridad, lo cual implica una brecha del 20%.

Los ejemplos mostrados hasta este punto dan cuenta de un sistema desigual entre hombres y mujeres, aunque los dos grupos cuenten con características similares o en algunos casos, se muestre mejor preparación en el ámbito escolar para las mujeres.

El paro del día de hoy debe servir también para mostrar estas disparidades del mercado laboral mexicano, el cual como buena parte del país, no trata por igual a todos.

    Contacto: Twitter: @edmar_lezama Instagram: edmar_lezama Correo: [email protected]   *El autor es Docente de economía en la UNAM, coordinador del Programa Único de Especializaciones en Economía (Posgrado, UNAM). Corredor y fotógrafo amateur en los ratos libres.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

9M: Del movimiento social al empresarial
Por

De las reacciones al 9M, la de la iniciativa privada fue la más cautelosa porque esperó a ver para donde soplaba el vien...