Era la estrella del mundo de la tecnología, apenas opacado por Bill Gates y Steve Ballmer. Pero de pronto se dio cuenta que no quería ser simplemente un nerd. Renunció a Microsoft y se dedicó a recorrer el mundo. Hoy, Paul Maritz vuelve a reclamar su lugar en la industria.     Entre 1986 y 2000 era uno de los vicepresidentes de Microsoft. Para ser más precisos, cuando la empresa era todo poderosa e idolatrada en cada rincón del planeta por sus destellos de innovación, él era uno de los jefes de desarrolladores. Gracias a la fama que ganó Microsoft se le reconocía como uno de los tres genios radicales que dictaban qué software usaría el planeta, las masas. Después de Bill Gates y Steve Ballmer estaba Paul Maritz. Él estuvo detrás de productos como Windows 95, Windows NT y Explorer. La verdad es que los ingenieros hardcore saben muy bien quién es Paul Maritz. Es más, la frase: “Eating your own dogfood”, un mantra de culto entre los genios de la compañía que colonizó los escritorios con máquinas inteligentes, es autoría de Paul. Surgió en el momento en que trataban de automatizar muchos de los procesos de las bases de datos, trabajaban con nuevos procesadores y software. Paul reitera que estaban automatizando el trabajo que realizaban los empleados en sus escritorios. La frase era para que los ingenieros pensaran en las computadoras de escritorio y en lo que creaban. “Bueno, como sabes, fue una increíble y exitosa travesía. No fue sólo mi aventura, para nada, pero el hecho es que la computadora personal se volvió un dispositivo indispensable. Ha sido eclipsada por nuevos dispositivos, como los smartphones y tabletas, pero todavía es uno de los dispositivos más utilizados en el mundo. Y haber sido parte de eso, una revolución que creó una nueva industria, es un gran privilegio”, platica Paul Maritz. Después de 14 años en Microsoft, en el año 2000, en medio de un pleito con el gobierno de Estados Unidos que los acusaba de monopolio, se retiró “por motivos personales”. “Paul es un verdadero líder entre los líderes, y ha sido un privilegio trabajar junto a un ser tan inteligente, sabio, honesto y maravilloso ser humano durante tantos años”, dijo Steve Ballmer, en ese entonces presidente y CEO de Microsoft, en el comunicado que hacía oficial su salida. “Durante 14 años con Microsoft, Paul ha jugado un papel clave en prácticamente todas las principales iniciativas, desde la evolución de Windows y Office a la estrategia de net”, dijo Bill Gates, otrora presidente y arquitecto en jefe de software de Microsoft, en el comunicado liberado en 2000.   Por lo que decía el comunicado, parecía que era demasiado viejo y millonario para seguir en la industria tecnológica, pero aquí sigue 14 años después. ¿Qué pasó realmente? (Paul suelta una carcajada) ¡A mí también me gustaría saber qué pasó! Maritz dice que es verdad lo que dijo Ballmer, que de pronto quiso aprovechar más la vida. Quería historias de vida, más allá de Microsoft. Cuando sintió que era tiempo, volvió al mundo de la tecnología nuevamente. Creó una empresa llamada PI, que luego fue comprada por EM. Lo hicieron presidente de la división a cargo de la Infraestructura de la Nube. Luego lo nombraron CEO de VMWare y después fue el estratega en jefe de la firma que dirige Joe Tucci. Hoy es el máximo jefe de Pivotal, compañía que se dedica a crear una nueva plataforma de conocimiento, respaldado por Tucci y General Electric (GE). “Hoy otra revolución se está gestando y yo estoy trabajando en ella, entonces soy doblemente afortunado”, dice Maritz al ligar su época en Microsoft con lo que hace ahora. Paul Maritz encabeza a un grupo de ingenieros y científicos de datos que está a la cabeza en el desarrollo del software que requeriremos en el futuro. Pivotal agrupa varias pequeñas empresas y servicios como Greenplum, Cloud Foundry, Spring, Cetas, Pivotal Labs y GemFire. Crean aplicaciones a partir de grandes bases de datos, en tiempo real. En abril de 2013, GE invirtió 105 millones de dólares (mdd) en Pivotal. Las compañías anunciaron que desarrollarán servicios de análisis avanzados a partir de esta alianza. Su plan, en términos simples, se llama Industrial Internet. Se trata del llamado “Internet de las cosas”; es decir, ponen chips en todas partes y miden todo. Crean escenarios con los números. Se adelantan a lo que viene. Los pioneros de esto, dice Maritz, son gigantes de Internet como Google, eBay, Amazon, Facebook y otros. La gran revolución es que todas las empresas usen nuevas técnicas alrededor de estas aplicaciones y análisis. Es una triangulación del aprovechamiento de los datos. A mayor escala, a menor escala, más rápido, más barato; si pueden hacer eso, serán muy disruptivos, asegura. Habrá nuevos modelos de negocios y nuevas experiencias. Además que ya no se usa papel. Si todo eso puede llevarse a las empresas, habrá un gran cambio. Paul Maritz trata de simplificar así un poco lo que están intentando hacer en Pivotal: “Debemos ser creativos para ofrecer estas capacidades a las empresas, para que los negocios puedan hacer nuevas cosas. En otras palabras, que puedan ingresar más datos y que eso se pueda traducir en experiencias para sus clientes.” Le recordamos que hemos escuchado de muchos ejemplos que se dan alrededor del big data, el aprovechamiento de datos para cambiar alguna situación en los negocios. Sin embargo, ¿qué hace por lo social, por el ser humano, por la comunidad? Paul Maritz dice que tienen eso claro y que sí hay un impacto considerable en la vida de la gente. También en ese nivel se vivirá una gran transformación. Habla del post data, el análisis de las cosas que pasan en tiempo real. Es decir, algunos científicos sociales están usando bases de datos de hace tiempo para conocer qué pasará hoy. Hacen prospectiva con el pasado. Hacen predicciones con datos que están almacenados desde hace días. Se ha visto mucho de ello en el campo político, en las mediciones de las intenciones de voto, principalmente en Estados Unidos. Paul Maritz dice que esta revolución puede cambiar al mundo, por ejemplo, en los cultivos. El conocimiento que puede ofrecer anularía el hambre que muchos pueblos todavía sufren. “Otra de las cosas que quisiera es que la nube fuera abierta; es decir, que no sólo unas cuantas empresas la dominaran. Si se cierra el acceso a la gran cantidad de información, se limita el marco de crecimiento del siglo XXI. Nos debemos asegurar de que los ciudadanos y empresas no queden atrapados en alguna nube en particular.” La charla comienza a ponerse muy futurista y técnica. Nosotros regresamos al pasado y le preguntamos por Bill Gates.   ¿Sigue siendo su amigo? Sí, todavía mantenemos contacto. Compartimos un gran interés en la tecnología y los países en vías de desarrollo. Periódicamente platicamos de estas cosas.   ¿A quién admira hoy? Yo creo que adoro a algunos físicos teóricos, creo que son las personas más brillantes del mundo. En la industria del cómputo creo que hay muchas personas inteligentes y que han hecho cosas más interesantes; por ejemplo, mucha gente de Google. No puedo hablar de una persona, creo que muchos han contribuido. Paul Maritz dice que el mensaje clave es que las empresas deben pensar muy seriamente de dónde vendrá el crecimiento y el valor en un futuro: “No pueden hacer eso simplemente pensando que lo conseguirán haciendo más eficiente su plataforma tecnológica. Tienen que comprometerse con sus clientes, con sus socios, alrededor de nuevas propuestas de valor. Y eso requiere una nueva aproximación.”   ¿Qué hace cuando no está trabajando para lograr su éxito? Siempre estoy preguntando, hago muchas preguntas, toda mi vida ha sido una pregunta. También leo mucho, historia y tecnología. Muchas preguntas y mucha lectura entonces. microsoft1

 

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