Entre los muchos establecimientos de la Condesa, considerados como un lugar tranquilo y cómodo para estar, tomar un café y pasar la mañana o la tarde, Peltre tiene algo que lo distingue: la comida es maravillosa.   Por Mary Gaby Hubard   “Es una lonchería que trata de emular las de antes a las que los vecinos llegaban todos los días por su café, por su merienda, que podían pasar y comprarse un sándwich o quedarse ahí toda la mañana leyendo un libro. Es un punto que siento que se ha perdido mucho, y que yo me acuerdo que mi abuela, que vivía en la Condesa, me llevaba todo el tiempo a diferentes fondas, a diferentes loncherías y eran lugares que hacía que yo sentía como míos”. Así es Peltre, el más pequeño de los hijos de Daniel Ovadía, un chef-restaurantero que se ha ido abriendo paso en el mundo gastronómico desde muy pequeño.  “Empecé a los 18 años trabajando en restaurantes. Primero estudié economía y me salí para estudiar administración, y meterme a trabajar en un restaurante. Empecé en todos los puestos, de almacenista, en la parte de compras, en cocina, de garrotero, de mesero, de host, de barman, de todo”. A sus escasos 21 años abrió Paxia, uno de los restaurantes mexicanos con más prestigio. “Al principio cuesta muchísimo trabajo que la gente crea en alguien de 21 años que abre un restaurante mexicano. Era complicado para ellos entenderlo, y más porque fui de los primeros chavos en abrir un lugar mexicano. Eso era para cocineros de mayor edad, pero cuando la gente iba al restaurante y veía lo que hacíamos entendieron que había algo serio detrás. Y nueve años después, ahí sigue”. Además de Paxia y Peltre, Daniel abrió el Mora Blanca. “Mora Blanca es un restaurante en el que lo que tratamos de hacer es hacerle homenaje a los inicios de 1900 cuando todas las familias judías, libanesas, españolas y francesas llegaban a la Ciudad de México. Ellos trajeron una comida que al final se fusionó muchísimo con la cocina mexicana y hoy muchos de los platos que conocemos del día a día como los tacos al pastor vienen de una influencia libanesa. Es una cocina muy clásica, de poca tecnología pero muchísimas horas de dedicación. Que te emociona, que te llena pero sin buscar ser tan modernos. Es muy clásico, muchos de los platos el mesero los prepara en la mesa. Hay salsas que tardan una noche completa en hacerse. Es un lugar que a cualquier cocinero le debería de apasionar”. Peltre es el más reciente de sus restaurantes, pero a pesar de ser bastante nuevo, ha tenido muchísimo éxito. “Es un lugar en el que todo el tiempo hay gente, que sacan sus libros y se ponen a leer, sus computadoras. Es un lugar que tú llegas y lo sientes parte de tu vida cotidiana”. “Yo siempre he dicho que no quiero que la gente se sienta en casa aquí, porque para estar ‘en casa’, ahí te quedas (risas). A mí me gusta que la gente se sienta en ese lugar. Que realmente lo transportes. Y que si están en Paxia se sientan en Paxia, en Mora Blanca en Mora Blanca y en Peltre en Peltre. Y Peltre es un lugar que quiero que la gente sienta suyo. Que llegan y los meseros los conocen y saben qué es lo que comen todos los días. Cómo les gusta el café, como les gusta que les llamen, cómo les gusta que los atiendan”. Entre los muchos establecimientos de la Condesa, considerados como un lugar tranquilo y cómodo para estar, tomar un café y pasar la mañana o la tarde, Peltre tiene algo que lo distingue. “Creo que Peltre se caracteriza por ser un lugar donde la comida es maravillosa. Tienes un pan dulce que se hace todas las noches, y a las siete de la mañana tienes pan recién horneado. Todos lo que usamos para los sándwiches y tortas se hace en nuestra cocina. Un café orgánico de Chiapas, que es una mezcla diseñada especialmente para Peltre. Todos los jugos que tenemos son frescos, son del día. A las 4 de la mañana se procesan las frutas para que tengas el jugo de mango recién hecho, el de naranja recién exprimido”. El nombre de este restaurante, tan original, tan mexicano, tan presente en nuestra cultura popular tiene una razón de ser. “Mucho por mi abuela, y por todas las abuelas de la zona. Toda la cocina de mi abuela era de este material, incluso las mesas. Todas sus ollas. Y cuando platicas con amigos que también vivieron en esta zona se identifican y te dicen “la de mi abuela era igualita”. En el piso también se trató de recrear. Ariel lo hizo para simular los antiguos de la colonia. Y creo que el peltre tiene algo con la Condesa. Tiene un lugar muy marcado en casas de antaño de la colonia. Es un nombre que causa mucha nostalgia, mucha vuelta al pasado”. Si Daniel tuviera que comer uno de los platillos por el resto de su vida elegiría: “Las enfrijoladas de ayocote morado. Son de los platos más vendidos en desayuno. Es como el estandarte de Peltre, o los chilaquiles. Y otro de los insignia, es la bomba de frijol, que es la concha de vainilla rellena de frijol con nata y chipotle, pero la concha está hecha en Paxia entonces tiene ese toque muy especial”. Nadie puede dejar de visitar este maravilloso lugar, para descubrir también cuál sería el platillo que elegiría para comer el resto de su vida. Será una tarea difícil, porque francamente todos están espectaculares.
 Peltre está en Saltillo # 72, esquina con Alfonso Reyes en la Col. Condesa. El teléfono es 5211 6178, abre de lunes a domingo de 8:00 AM a 10:00 PM.  
Twitter: @MGHUBARD

 

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