Petróleos Mexicanos es un reflejo de lo que vive la economía nacional. La pandemia por el Covid-19 está recrudeciendo la salud económica de México y no hay muchas garantías de que el gobierno federal pueda darle respiración artificial por mucho tiempo más.

Por primera vez en la historia, el Producto Interno Bruto (que mide el desempeño de la economía nacional) se desplomó 18.9 por ciento al cierre del segundo semestre de este año. Para dimensionar la gravedad del asunto basta con decir que en la crisis económica de 1995 cayó 8.6 por ciento y en la de 2009 retrocedió 7.7 por ciento.

Pemex, la empresa estandarte que ha utilizado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para recuperar la industria petrolera nacional y garantizar la soberanía energética está en uno de sus peores momentos. Si fuera un paciente, Pemex estaría en terapia intensiva.

En el segundo trimestre de este año, la Empresa Productiva del Estado, registró una pérdida superior a los los 44 mil millones de pesos. Este monto, sumado a las pérdidas que reportó en los primeros tres meses del año, supera los 600 mil millones de pesos, que equivalen a todo el presupuesto de la empresa asignado para todo el año.

Las pérdidas en el segundo trimestre se originaron por la disminución en las ventas ocasionadas por la pandemia de Covid-19 y a la pérdida cambiaria por la depreciación del peso.

Aunque ha aplicado medidas para reducir su gasto, la empresa petrolera mexicana presenta caídas también en su producción y en sus ingresos, al tiempo que requiere más recursos de inversión para continuar con la construcción de la refinería Dos Bocas y la reconfiguración de las seis refinerías que están en marginal operación.

El gobierno federal ya destinó 110  mil millones de pesos para la refinería en proceso de construcción y para un crédito fiscal. No se ve de dónde puede sacar los suficientes recursos la petrolera para mantener sus proyectos productivos y cumplir con sus obligaciones fiscales y su pasivo laboral.

Los resultados financieros de Pemex dividen opiniones. Hay quienes consideran que en su afán por rescatar a la petrolera el gobierno morenista le está inyectando dinero bueno al malo, mientras otros piensan que se puede avanzar en el fortalecimiento de la empresa y disminuir la dependencia de empresas extranjeras que operan dentro y fuera de México, porque las elevadas importaciones de gasolinas, gas licuado de petróleo y gas natural persisten.

Una vez más, Pemex, requiere ser rescatada por el gobierno federal, pero éste enfrena su propio contagio porque si bien ha mantenido la disciplina fiscal y controlada la inflación, hay miles de empresas que están perdiendo la batalla frente al Covid-19 y otras quedarán, como Pemex, en estado grave.

Contacto:

Correo: [email protected]

Twitter: @earzate2003

Facebook: Esther Arzate

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

coronavirus economia crisis radial
¿Qué asignación de activos resulta idónea en un periodo de incertidumbre radical?
Por

En la actualidad, la evolución de los mercados despierta entre un gran número de observadores, tanto profesionales como...