A los estados les quedan unos 10 años antes de que el desembolso para sus sistemas de pensiones consuma de manera alarmante sus recursos presupuestales.
Trabajar en el mismo lugar para tener una gran pensión es una idea que probablemente haya quedado ya en el pasado; sin embargo, para los sistemas de pensiones de las entidades federativas el problema ya se ha convertido incluso en una amenaza para el largo plazo.
En su reporte Pasivos por Pensiones Crecientes: Desafío en el Mediano Plazo para los Estados Mexicanos, la calificadora Moody’s advierte que 14 estados deberán pagar directamente los beneficios por pensiones mediante contribuciones adicionales en las próximas décadas, es decir, deberán echar mano de sus recursos presupuestales para el pago de pensiones.
En entrevista con
Forbes, Roxana Muñoz, autora del reporte, explica que una vez que la gráfica poblacional cambie y la demografía deje de estar dominada por personas jóvenes, la carga de los sistemas de pensiones en las finanzas estatales ejercerá presión incluso sobre las calificaciones crediticias de las entidades.
“Algunos sistemas de pensiones lucen saludables porque se han realizado reformas y porque actualmente la población trabajadora es mayor que el número de pensionados, pero en unos diez años esta condición cambiará y habrá un desequilibrio mayor”, explica.
Siete de los 20 estados calificados por Moody’s ya envían recursos para el pago directo de beneficios por pensiones debido a que el fondeo en el pasado ha sido insuficiente. Aunque esta situación todavía no representa una carga presupuestaria importante, ya refleja una tendencia desfavorable.
La mediana de los pasivos por pensiones no fondeados representa un 104% del total de los ingresos, con 12 estados que ya exceden el 100% de sus ingresos totales. En el Estado de México el pasivo por pensiones equivale a 564% del total de sus ingresos. Los pasivos por pensiones de los estados mexicanos varían entre 0.9% y 303% del total de los ingresos, que es un rango mucho más amplio que el que existe entre los 50 estados de la Unión Americana.
“Este nivel de pasivos por pensiones no fondeados es el resultado de que las contribuciones a los planes por parte de los empleados y patrones no han sido suficientes para fondear el costo de los beneficios. La mayoría de los estados mexicanos han diferido las contribuciones a sus planes durante muchos años, lo cual ha exacerbado la insuficiencia en el fondeo”, señala el reporte.
Aquí los estados y su situación en cuanto a pasivos por pensiones
¿Qué se puede hacer?
En general, el problema del fondeo en los sistemas de pensiones se acentúa porque muchos estados han incorporado al sistema de pensiones a municipios y organismos descentralizados, y estas entidades normalmente no envían sus contribuciones a los sistemas de pensiones estatales.
Roxana Muñoz explica que los esquemas de beneficio definido han permitido que, por ejemplo, si un trabajador labora 30 años en el gobierno se pueda jubilar y vivir con su pensión durante más de 30 años, lo que supone un mayor beneficio de lo que se contribuyó.
Aunque Moody’s no puede dar recomendaciones de cómo solucionar problemas, el reporte sí expone algunas de las medidas que se han tomado para dar sustentabilidad a sus sistemas. Por ejemplo:
- Cambiar a sistemas de contribución definida en vez de beneficio definido.
- Cerrar el grupo de jubilados con beneficios para que los nuevos retirados tengan un esquema de contribución definida.
Durante los últimos 20 años, 17 estados mexicanos han implementado reformas que incluyen mayores contribuciones del estado, de los empleados y pensionados, planes de contribución definida para nuevos empleados, aumento de la edad de retiro y años de servicio, y cambios en la fórmula para calcular los beneficios por pensiones. Sin embargo, hasta ahora los estados no han logrado establecer soluciones más integrales debido a la elevada sensibilidad política que existe en torno a este tema”, advierte el reporte.
