Persiste corrupción rampante en los fondos de riesgo

A pesar de que hay una ley que protege a los empleados de los fondos de inversión que denuncian prácticas ilegales, muchos de ellos reconocen que sacar provecho de información privilegiada es una práctica habitual.   Por Susan Adams   Si creemos los datos revelados en un nuevo reporte sobre la corrupción en los fondos de riesgo, la industria está plagada de actividades poco éticas e ilegales. Alrededor de 46% de las personas en los fondos de riesgo cree que sus competidores infringen la ley o actúan sin ética, y el 30% admite haber cometido algún tipo de falta. Menos de una semana después de que agentes del FBI detuvieran al gerente de cartera de SAC Capital, Michael Steinberg, en su apartamento de Park Avenue, el informe, dado a conocer el jueves pasado, señala que más de un tercio de los profesionales de fondos de riesgo cree que tienen que romper las reglas para salir adelante. El informe fue publicado por Labaton Sucharow, un bufete con sede en New York especializado en la representación de demandantes en casos de demandas colectivas sobre valores y de informantes, junto con HedgeWorld, un servicio de noticias e investigación, y la Hedge Fund Association, un grupo comercial. Ellos encargaron una encuesta anónima en línea a 127 profesionales de fondos de riesgo llevadas a cabo entre el 25 de febrero y el 17 de marzo. Según Jordan Thomas, de Labaton Sucharow, la encuesta fue un intento de medir el alcance de la las malas prácticas dentro de los fondos de riesgo y la probabilidad de que los profesionales de fondos reporten actividades ilegales a las autoridades. Una parte de la ley de reforma financiera Dodd-Frank, aprobada en 2010, tiene por objeto facilitar a las personas en la industria de valores reportar los delitos. Los denunciantes pueden permanecer en el anonimato, sus trabajos están protegidos por la ley y tienen derecho a entre un 10% y un 30% de las sanciones monetarias que la SEC (la agencia federal encargada de la supervisión de los mercados financieros) obtenga en estos casos. A pesar de estas garantías, el estudio descubrió que 29% de los encuestados todavía piensa que podría sufrir represalias si denuncia irregularidades en su fondo. Además, el 28% dijo que si los líderes de sus empresas se enteraran de que alguno de sus empleados con mejor desempeño ha incurrido en abuso de información privilegiada, sería poco probable que reportaran la mala conducta. El 13% dijo creer que los líderes de las firmas que descubren irregularidades simplemente ignorar el problema. Otro 13% dijo que las personas que trabajan en los fondos de cobertura deben hacer cosas poco éticas o ilegales para tener éxito, y el mismo número admitió que aprovecharía información privilegiada para ganar una cantidad garantizada de 10 millones de dólares y salirse con la suya. Más de la mitad de los encuestados, el 54%, considera que la SEC no es eficaz en la detección, investigación y enjuiciamiento de violaciones en materia de valores. Thomas, quien se desempeñó como asesor en la SEC hasta julio de 2011, dice que hay un aspecto positivo en la nueva encuesta. Se preguntó a los encuestados si reportarían irregularidades si estuvieran protegidos por las disposiciones de la ley Dodd-Frank para informantes. El 87% dijo que lo haría. 83% dijo que ya estaban al tanto del programa. ¿Pero en serio? Dicen que la corrupción es rampante, y que la gran mayoría daría parte a las autoridades de ello, cuando en realidad pocos lo hacen. “El 87% representa la esperanza”, dice Thomas. “Es probable que la nueva ley promueva más denuncias en la industria.” Sin embargo, es evidente que existe una falta de conexión entre la esperanza y la realidad de que casi un tercio de los encuestados dice que creen que habría represalias en su contra si denuncian irregularidades en su empresa. También podría ser que la protección y los posibles premios monetarios no son suficientes para motivar a la gente a denunciar. O hacer trampa en la industria de fondos de riesgo se simplemente permanece como una práctica generalizada, como de costumbre.