La zona euro continúa luchando por que Portugal, España y Grecia puedan ver por fin la luz al final del túnel en una crisis que parece no darles tregua.   Por: Abraham Isaac Vergara Contreras*   Hace un poco más de un mes escribía sobre las palabras de la canciller alemana Angela Merkel ante estudiantes universitarios de su país, la conclusión en aquél entonces fue que a Europa le llevaría tiempo el salir de la crisis, que la situación macroeconómica en general da indicios de estabilidad y que el euro refleja una situación aceptable y hasta se podría decir estable (sin olvidar las variaciones del día a día). Sin embargo, los acontecimientos sociales, políticos, financieros y económicos son dinámicos, por lo que hoy se vislumbran factores que dan tanto oscuridad como claridad a Europa en su búsqueda de la reactivación económica permanente. En la parte oscura, una vez más entra en escena Portugal, arrastra la falta de crecimiento en más de una década, el fallo en todos los objetivos europeos y el conflicto político iniciado la semana pasada con la dimisión de los Ministros de Asunto Exteriores y de Finanzas, así como la posible salida de algunos otros altos cargos genera un sismo en la coalición de gobierno. Se presentan dos caminos en la situación política portuguesa: por un lado, la caída del gobierno de Passos Coelho, o por el otro lograr consenso y continuar con el actual gobierno, sin embargo, la situación puede traer repercusiones en el corto plazo. Por lo pronto Fitch, aunque con serias dudas, mantiene su pronóstico negativo sobre la deuda soberana. Las otras dos calificadores importantes sitúan como “bono basura” a la deuda lusa. El incremento en el riesgo causado por la incertidumbre seguramente afectará al mercado de renta variable portugués, con un posible contagio en España, los sectores que se pueden ver mayormente afectados son el financiero (Banca) y las telecomunicaciones. ¿Será que se aproxima un segundo rescate de Portugal? Otro punto de oscuridad es el desempleo, hasta el mes de mayo se ha registrado un alza alrededor del 12%. Este dato refleja el desequilibrio entre las economías de la zona euro, por un lado están España (26.9%), Grecia (26.8%) y Portugal (17.6%) con los peores índices, por el otro lado se encuentran Austria (4.7%), Alemania (5.3%) y Luxemburgo (5.7%) con las menores tasas de desempleo. El sector más perjudicado es el de los jóvenes, además de no encontrar empleo son los primeros en ser despedidos, otra vez España, Grecia y Portugal son los países que concentran los peores índices entre los jóvenes menores de 25 años. El desequilibrio entre las economías de la zona euro es evidente, las declaraciones en días pasados de varios líderes europeos que mencionan que Europa está en vías de recuperación al parecer son simples palabras, todo indica que las autoridades están realizando muy pocas acciones en la generación de políticas públicas que ayuden a frenar este incremento desmedido del desempleo. ¿Se perderá toda una generación? ¿Habrá una migración masiva hacia los países con menores tasas de desempleo? A media luz se encuentra la situación en Grecia, en espera de concretar un nuevo acuerdo. La Troika ha condicionado la siguiente aportación de la ayuda financiera al cumplimiento de los acuerdos referentes al sector público. Desde mayo de 2010 Grecia vive gracias a los rescates emergentes derivados meses después del inicio de la crisis soberana. Son 8,100 millones de euros los que pudieran no llegar en caso de que Grecia no logre reducir el abultado sector público, disminuir la corrupción y lograr incrementar la eficiencia de su gobierno, la Troika se impacienta después de dos rescates que concluirán en el último mes de 2014. El gobierno no vislumbra incrementos en las medidas de austeridad que ya han afectado de manera significativa a la población principalmente en el tema de pensiones y salarios pero está obligado a realizar despidos en el sector gubernamental e implementar ciertas privatizaciones estatales si quiere ver llegar los recursos. ¿Se logrará el acuerdo? ¿Llegarán los recursos? No todo es negativo, las señales de luz son principalmente dos. El primero el ingreso a las zona euro de Croacia, después de 10 años de negociaciones, implica una señal de “estabilidad” y continuidad de los fundamentos de la zona euro. Ni la zona euro ni la moneda única desaparecerán como algunas voces habían indicado o al menos dudado de su futuro, es más, existe una lista de países candidatos a adherirse a la comunidad: Turquía, Macedonia, Islandia, Montenegro y Serbia. Sin embargo las autoridades centrales europeas deben de estar muy al pendiente de la situación croata ya que su economía presenta signos débiles, la deuda del país, el desempleo y  el déficit público rebasan los estándares europeos, por lo que la luz se puede convertir en oscuridad al integrar a un país que no cuenta ni cercanamente con los estándares planteados. ¿Será conveniente integrar a un país con la misma problemática que ha llevado a la crisis a la zona euro? El segundo punto de luz lo introdujo Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, al anunciar la disposición que tiene la institución de mantener en el nivel de 0.25% la tasa de referencia, mantener las principales tasas de interés en su nivel actual y hasta la posibilidad  de una disminución por un tiempo prologado. Estas medidas benefician la recuperación económica de la zona euro, destacando algunos sectores como son el automotriz, los de recursos básicos y el minorista. A este anuncio se sumó el del Banco Central de Inglaterra que coincide con la institución central europea en mantener las tasas de interés en los niveles mínimos actuales, 0.5%. Las expectativas que generan estas decisiones que se mantendrán todo el tiempo que sea necesario para alcanzar las metas de recuperación de la actividad económica europea. ¿Será suficiente para alcanzar el crecimiento de todos los países de la zona euro? Existen especialistas que auguran la próxima salida de la recesión de la zona euro para este segundo semestre, fundamentan sus comentarios en los resultados del índice PMI compuesto de Markit (indicador europeo para medir el estado en el que se encuentra la economía con respecto a diversos sectores) que durante junio alcanzó el nivel máximo –48.7– desde marzo de 2012, además del comportamiento que han tenido las empresas alemanas para lograr un crecimiento moderado que esperan beneficie y dé ejemplo a las economías periféricas de la zona euro. Aunque comparto la idea de que Europa saldrá de la recesión, no creo que sea en el corto plazo, dependerá de la resolución de los “oscuros” para convertirlos en “luz”, los efectos positivos se verán en el mediano y largo plazo, dando fundamento a lo que se vislumbra en la tendencia alcista (aún con algunos cambios a la baja) de largo plazo dentro de los principales mercados financieros. En camino vienen otros eventos que nos darán mucho material de análisis, en la puerta se encuentra Egipto, ¿en qué medida se verá la zona euro afectada? Ya habrá oportunidad de analizarlo…   * Académico del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana   Contacto: Twitter: @PrensaIbero www.ibero.mx [email protected]  

 

Siguientes artículos

Casinos en México, el futuro en juego
Por

Para 2018, se prevé que esta industria tendrá un crecimiento cercano al 70%, es decir, en cinco años se podrían sumar ce...