Como presidente de la asociación que representa al sector automotriz de vehículos ligeros, algo que tengo muy claro es que la industria continúa ajustándose y trabajando para salir adelante ante dificultades y retos que se han presentado desde el inicio de la pandemia.
En términos generales, en esta primera mitad de año, los volúmenes de producción y de exportación han sido similares a los de 2021, y el escenario hacia adelante es que alcancemos niveles pre-pandemia hasta el 2025. Sin embargo, mantenemos un optimismo conservador esperando una paulatina recuperación, que dependerá del abasto de semiconductores durante el resto del 2022 y 2023 así como la estabilización del entorno económico en materia de inflación y disponibilidad de energéticos.
El 2022 ha traído consigo una serie de retos adicionales a los que enfrentamos en el 2021: la guerra entre Rusia y Ucrania, nuevos brotes de Covid-19, los efectos de la inflación, entre otros; se están convirtiendo en retos adicionales que tendremos que superar cómo industria y ahora al inicio del segundo semestre, también vemos que la inflación y posible recesión en Estados Unidos podría ser otro frente que nos afecte.
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No obstante, en el comparativo con el primer semestre de 2019, las cifras aún están 17.0% por debajo en producción y 20.5% en exportación. Las ventas internas de junio muestran un moderado incremento a tasa anual en junio, y su acumulado se sitúa ligeramente por debajo del nivel del mismo periodo del año anterior.
Además de la recuperación económica y de la reactivación del mercado interno, el aumento de la inflación ha afectado el bienestar de las personas en el país, por lo que consideramos de suma importancia aquellas acciones que permitan apoyar a la población y a las industrias que sostienen nuestras economías. La industria trabaja para mitigar los efectos que tendrá el incremento de los niveles de inflación en las OEMs, en los consumidores y en toda la cadena de suministro.
Para esta segunda mitad del año, también hemos visto en las últimas semanas, la activación de esfuerzos y acciones para hacer frente a otros retos cómo el cambio climático. Un ejemplo de esto es el compromiso de México para que el 50% de la producción de vehículos en el 2030, sea de vehículos cero emisiones. Si bien la industria ha evolucionado a la adaptación de tecnologías verdes con el fin de que transitemos hacia los autos eléctricos; la falta de inversión en infraestructura dificulta y retrasa el cumplimiento de los objetivos planteados, por lo que es importante el trabajo con Gobierno para que se definan y agilicen las políticas públicas lo promuevan.
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Por otro lado, la implementación del T-MEC representa otro reto para nuestra industria en el país. El apartado de las reglas de origen y las diferencias de aplicación de criterios con Estados Unidos ha generado inquietud entre los países de la región. Los miembros de AMIA han realizado lo necesario para ajustarse a las reglas plasmadas en el tratado, pero es fundamental tener claridad a fin de que se respete lo establecido en el texto del tratado y de las reglamentaciones uniformes. Lo cual debe suceder hacia finales de agosto o principios de septiembre cuando se conocerá la resolución definitiva del panel que se encuentra revisando el diferendo en la aplicación de criterios de regla de origen entre México y Canadá con Estados Unidos.
A pesar del escenario en el que nos encontramos, refrendamos nuestro optimismo y estamos conscientes de la necesidad de seguir colaborando en la construcción de puentes entre la industria, autoridades gubernamentales y la sociedad civil para salir adelante y continuar con la tarea de procurar el desarrollo de actividades que favorezcan la recuperación económica y el bienestar de la población a pesar de la adversa coyuntura.
Se vislumbra una segunda mitad retadora, pero a la vez me mantengo optimista con los avances que se van efectuando, al tiempo que, la industria automotriz a través de las armadoras tiene toda la intención de seguir trabajando para defender los intereses de México y apostar por el bienestar del país.
Contacto:
José Zozaya, presidente ejecutivo de la AMIA
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
