Por Jorge Estrada Conciso y sin rodeos, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ex director de la Facultad de Medicina, Enrique Luis Graue Weichers, dejó claro que la población en pobreza va en aumento, pero en cuanto a educación “con todo y sus defectos, ésta ha ido mejorando”. En los últimos 40 años hemos ido mejorando mucho en niveles básicos, dijo el rector durante su participación en el Foro Forbes Economía 3.0, donde habló también sobre el rezago laboral en México, la pobreza extrema y los factores que le cierran el acceso a la educación a los jóvenes. Señaló que la falta de recursos ha sido uno de los factores que han impedido que los jóvenes tengan acceso a la educación, y que durante 2014 alrededor de la mitad de la población estudiantil mencionó vivir en calidad de pobreza. Te recomendamos leer: La UNAM no forma empresarios, sino líderes, dice su rector Pese a eso, el rector de la UNAM mencionó que durante los resultados de la prueba PISA se mostraron avances positivos del 2000 al 2012 en disciplinas como matemáticas, ciencias y lectura. Sin embargo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Educación realizada en 2015, el 36.5% de los entrevistados considera que la educación ha mejorado, pero 37.7% estima que ésta se mantiene en los mismos niveles, y 20.6% cree que ha empeorado en los últimos años. Graue destacó que el problema de que los jóvenes no accedan a la educación superior se debe al nivel socioeconómico, puesto que éste influye en gran manera. “México es un país con grandes desigualdades”, reiteró Graue. La mayor parte de la población depende de la educación pública, y es un fenómeno que se ve más evidente en las zonas rurales. El futuro del joven mexicano dependerá de gran manera de sus orígenes familiares: “padres pobres, generan hijos pobres; padres ricos generan hijos ricos”, señaló, así como que “la educación va de la mano con el salario”. Lee también: UNAM, entre las tres mejores universidades de América Latina

Los problemas que arrastra la juventud

Por un lado, tenemos a un sector que se ve inhábil ante la situación económica, el 28% de los jóvenes mexicanos “ni estudian ni trabajan”, mencionó Graue. De acuerdo con los datos presentados en unas diapositivas durante la ponencia del rector, alrededor del 50% de los jóvenes, han decidido permanecer bajo este clima de comodidad, debido a que simplemente “no desean hacerlo”; pero también hay quienes creen que “no hay opciones para continuar”, es decir, los recursos que promueve el Estado no son suficientes. Pese a que este sector se caracteriza por negarse a participar en el campo estudiantil y laboral con una determinada justificación, existe un sector que ha declarado “no querer y no poder”, asegura la presentación. Te puede interesar: ¿La educación universitaria debe ser negocio?

Aspiraciones del joven mexicano

En las mismas diapositivas se aseguró que la escala educativa de los estudiantes se ve limitada. Éstos, únicamente consideran a su alcance la obtención de una licenciatura, así como el de alguna especialidad. Sin embargo, cuando hablamos de estudios de posgrado, el problema sale a la luz: no existen altas aspiraciones por parte de ellos. La desigualdad económica ha truncado sus aspiraciones, concluyó.

 

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