Imagina que, antes de ir al súper, cargas tu lista en una app, la cual, tan pronto llegas a la tienda, se conecta con las luminarias y, sin utilizar Wi-Fi ni Bluetooth, te indica dónde está cada uno de tus productos, pero también te dice con qué vinos puedes maridar el pescado que piensas comprar y cuál de ellos está en promoción. Ésta y otras tecnologías para hacer más eficiente la gestión de ciudades e industrias, son factibles y pronto estarán disponibles en el mercado. La piedra angular es el Internet de las Cosas (IoT), la tecnología Diodo Emisor de Luz (LED) y la iluminación conectada. Philips Lighting, empresa que en 2016 vendió 7,100 millones de euros (mde, casi 8,500 millones de dólares), quiere ser parte de esta transformación en todo el mundo, incluido México. En este país, sus ventas ascienden a 130 mdd (20% de lo facturado en toda América Latina), opera cuatro plantas y tres oficinas comerciales, y dos centros de distribución. Para abordar el cambio, la compañía de origen holandés invierte 5% de sus ventas en desarrollo, con el fin de ofrecer nuevos servicios, sistemas y productos para el hogar y para los sectores público, de oficinas, industrial, retail y de hospitalidad. “Como líder, somos dos veces más importantes que el número dos de esta industria; tenemos que hacer esta transición”, explica Eric Rondolat, CEO de Philips Lighting. Ya en 2011, alrededor de 10% de las ventas de la compañía pertenecían al mercado LED (luminarias y sistemas) y, a finales de 2017, la cifra será cercana a 63%. Pero la comercialización de productos convencionales (focos fluorescentes, lámparas de halógeno, etcétera) todavía es vital para la empresa, a pesar de que es una tecnología que tiene entre 30 y 60 años de antigüedad. Su base instalada para estos artículos es muy grande en el mundo; de hecho, al segundo semestre de este año, representó el 27% de las ventas.   Nido de innovación En Philips Lighting, el desarrollo de innovación está basado en dos estrategias. Una es Extreme Innovations, un programa en el que las personas se dedican a entender cómo puede evolucionar el mercado. “Son sabios locos que están tratando [de hacer] cualquier tipo de cosa, pero tienen algo muy particular, que yo creo que es una fortaleza: entienden las aplicaciones del cliente y entienden súper bien la calidad de la iluminación que tenemos que entregar “, describe Rondolat. Por ejemplo, en las calles de Los Ángeles, Estados Unidos, con este método de trabajo, la compañía integró un sensor acústico en una luminaria, lo que permitirá identificar todo tipo de ruidos, como el choque de un vehículo contra otro, o contra una pared, y así saber de inmediato dónde sucedió algo y luego intervenir. La otra estrategia es la creación de startups, llamadas Ventures, que surgen cuando un empleado tiene una idea a la que la compañía le ve potencial. Hasta el momento, tienen entre cinco y 15 a escala mundial, en Europa, Norteamérica y Asia. Así surgió Hue, un sistema de iluminación inalámbrico que permite controlar fácilmente la luz y crear un ambiente adecuado para cada momento y desde cualquier parte del mundo. Mediante una app descargada en un dispositivo móvil, el sistema transmite la información a una serie de bulbos (focos) que tienen la rosca estándar, por lo que embonan a la perfección en prácticamente cualquier lámpara. Este desarrollo, que comenzó en 2012, en un inicio fue rechazado por una parte de la empresa, pues había quienes pensaban que no iba a funcionar, por lo que pusieron a trabajar aparte a sus dos creadores. Ellos recibían pagos conforme progresaba su proyecto. Lo mismo ocurrió con City Touch, una herramienta que permite medir, gestionar y controlar todas las luces de la calle con una conexión segura y remota, a través de una vista en tiempo real basada en mapas y el uso de cualquier navegador web estándar y la red móvil existente. Actualmente, hay 262 proyectos, que usan esta tecnología para alumbrado público, implementados en 261 países.   Iluminación rosa mexicano Los inventos de Philips Lighting también están en México. La empresa ha desarrollados proyectos como la iluminación arquitectónica de la zona arqueológica de Teotihuacán, una modernización en el sistema de iluminación del Viaducto Miguel Alemán (en la Ciudad de México) o el sistema de iluminación de la Torre KOI, la más alta del país, que cuenta con la certificación LEED Plata. También tiene un proyecto piloto de City Touch en el Boulevard Magnocentro, en Huixquilucan, Estado de México. En números, 59% de las ventas generadas en México están basadas en LED. “El mayor reto está en el servicio [7%]. Hemos empezado, pero apenas estamos en pañales; somos babies. En sistemas vamos un poquito mejor y vamos cuidando la parte convencional, que representa alrededor de 39-40% en México”, puntualiza Rodolfo Flores Martínez, director general de Philips Lighting México. Te puede interesar: Philips quiere conectar todo a internet con sus focos LED

Iluminación de Philips en el Teatro Degollado, Guadalajara. (Foto: Mauricio Quiroz/Phillips).

Hay factores que podrían acelerar la transición, desde el punto de vista del directivo, como el convenio de Minamata, firmado por México, el cual compromete al país a dejar de usar, en 2020, las tecnologías que emplean mercurio. Si esto ocurre, la iluminación LED absorberá ese mercado. Pero es complicado que esa sustitución suceda, reconoce el directivo, debido al precio de los LED, que en el mercado se adquieren en alrededor de 35 o 40 pesos, mientras que un ahorrador está entre 15 y 25 pesos, lo que los haría poco accesibles para alguien que gana unos cuantos salarios mínimos. “En México, 50% de la población está en pobreza, hasta donde recuerdo; ahí es donde yo veo el mayor de los retos para pasar y convertir a LED”, cita Flores Martínez.   Ciudades 4.0 El Boulevard Magnocentro, en Huixquilucan, en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM), es un proyecto piloto que da una pequeña muestra de lo que puede hacerse con City Touch. El desarrollo abarca una vialidad de 3 km y permite el uso de luminarias de marcas ajenas a Philips Lighting. Con este sistema interconectado en la nube, es posible saber si una luminaria está encendida o apagada, y permite atenuarla, crear ciclos de encendidos y monitorear si tiene una falla o si consume más energía de la prevista. Cuando detecta un comportamiento anormal, el sistema alerta al director de alumbrados públicos, al de mantenimiento y a los operarios, y automáticamente lanza una orden de trabajo para que vayan a revisar. “Podemos hacer sitios de encendido sabiendo que los viernes y sábados se utiliza más la vialidad después de las 12 de la noche; podemos aumentar la iluminación para fines de seguridad o atenuarla en las horas que no se utiliza”, detalla Jorge Ávila Treviño, director del canal profesional para Philips Lighting México. Esto permite ahorros de 20% en el consumo. Te puede interesar: ¿Por qué es importante un Sistema de Gestión de Energía? En el sector público, la empresa registra crecimientos superiores a 10%, debido a que los gobiernos están en busca de ahorros y a la sustitución de tecnologías que ya está en la parte final de su vida útil. Y, evidentemente, su propuesta está basada en LED. La empresa trabaja con aliados comerciales, que son distribuidores especializados en iluminación, quienes se hacen de los proyectos o forman parte de ellos mediante distintos modelos, como las asociaciones público privadas (APP) o de la venta directa, en ocasiones en alianza con financieras, constructoras o instaladoras. Philips Lighting, bajo este esquema, no es responsable del proyecto, pero da garantías que responden cuando hay alguna falla, siempre y cuando todo esté correctamente instalado. Ávila Treviño encuentra que las áreas con mayor crecimiento del negocio, que corresponde al sector público, son el alumbrado y los edificios de gobierno, sobre todo en los municipios. En alumbrado público, Rondolat, CEO de Philips Lighting, enfatiza que, en el proyecto de Los Ángeles, el aumento en la calidad de la iluminación disminuyó el número de accidentes en poco menos de 30%, y de crímenes, en 22%. “Cuando logras conectar, puedes ver lo que está pasando; también hacer un mejor manejo de tus activos. Y eso le interesa muchísimo a una municipalidad”, ahonda. En el sector público, también entra la iluminación arquitectónica, como se ejemplificó en la zona arqueológica de Teotihuacán y el centro de Guadalajara, sitios que cuentan con todo un plan maestro que utilizó Color Kinetics (un portafolio de soluciones de iluminación) y Active Side, que permite monitorear y gestionar el alumbrado a través de internet. Te puede interesar: El dilema de la eficiencia energética

Hue es un sistema de iluminación inalámbrico que, mediante una app, permite crear un ambiente adecuado para cada momento y desde cualquier parte del mundo. Fotos: Philips.

“Se pueden cambiar escenas: si México mete gol durante el Mundial, en ese instante [una fachada o monumento] se puede poner de verde, blanco y rojo, se puede hacer un efecto estroboscópico; o, si se conmemora el día contra el cáncer de mama o el autismo, que sabemos que es en octubre-abril, se pueden programar [los conceptos de iluminación] desde cualquier parte del mundo en una computadora”, relata Ávila Treviño.   Del retail a la oficina A principios de la década, el Parlamento Europeo determinó que el 40% del consumo de energía de la región provenía de los edificios. Como consecuencia, las firmas se embarcaron en una constante búsqueda de medios para bajar sus costos, lo mismo en sus corporativos que en sus locales comerciales. Philips Lighting también ha volteado hacia ese sector, el cual tiene un crecimiento de poco menos de 10% en su portafolio, pero es un hecho que continuará en ascenso conforme crezca la construcción de este tipo de inmuebles o los privados renueven los que ya existen para instalar sistemas más eficientes y de control. Por ejemplo, los espacios de las oficinas cada vez son menos privados y más abiertos, por lo que, con la instalación de sistemas de control, se pueden obtener ahorros de hasta 30%, pues es posible atenuar la luz o inclusive apagarla cuando no se necesita esa área. En este sentido, la torre BBVA Bancomer, uno de los edificios más altos de México, fue uno de los mayores retos para el sector corporativo de Philips Lighting en México. Ávila Treviño asegura que este edificio LEED está totalmente interconectado y monitoreado, hecho que permitió ahorros en cableado, transformadores y espacio, pues es posible controlar un sólo luminario, o bien, toda un área, como si fuera una dirección IP. En este mercado, las soluciones de la compañía también están presentes en los centros comerciales de grupo Acosta Verde, Starbucks y Burger King, y los restaurantes Vips, que son un muy buen ejemplo: “Te puedo hablar de que más de 300 Vips fueron transformados a una tecnología de ahorro de energía, pero dando la estética: tienes estos candiles, tienes estas luminarias que no deslumbran, que te generen un ambiente confortable y agradable”, señala Treviño. De la mano de las empresas, la tecnología continúa su avance, a pesar de que el mercado no da cabida a todas las soluciones ya desarrolladas. Las velas y las lámparas de aceite dominaron por siglos el mercado; las lámparas incandescentes lo hicieron durante un siglo; las luminarias fluorescentes, probablemente tendrán un reinado fugaz; y, ahora, inicia la era del LED, la cual muy pronto será complementada por el OLED (diodo orgánico de emisión de luz), sólo que, como opina Rondolat, aún no es accesible debido a sus altos costos.  

 

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