EFE.- El producto interior bruto (PIB) de Japón se contrajo un 1.9% en enero-marzo en comparación con el mismo período del año anterior debido al impacto de la pandemia, según muestran los datos publicados hoy por el Gobierno.
Respecto al último trimestre de 2020, la tercera economía mundial retrocedió un 1.3%, y después de que Japón cerrara el año pasado con una caída de su PIB del 4.8% interanual por el efecto de la crisis sanitaria del coronavirus, según los datos preliminares de la Oficina del Gabinete.
La contracción del primer trimestre de 2021 se debe principalmente al descenso interanual del 3.3% del consumo de los hogares, principal pilar del PIB, que se resintió por el nuevo estado de emergencia sanitaria declarado en varias regiones frente al repunte del virus.
El gasto doméstico cayó un 1.4% en comparación con el trimestre anterior, tras haberse recuperado en el tercer y cuarto trimestre de 2020 conforme se levantaron las medidas restrictivas implantadas en Japón por la pandemia.
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El Ejecutivo japonés declaró por segunda vez el estado de emergencia sanitaria en Tokio y otras de las principales regiones del país entre comienzos de enero y finales de marzo, lo que conllevó limitar los horarios de apertura de bares y restaurantes y desaconsejar los desplazamientos no esenciales de los ciudadanos, entre otras medidas.
La debilidad del consumo doméstico se vio compensada en parte por la recuperación de las exportaciones, otro de los motores de la economía japonesa, que avanzaron un 1% interanual y un 2.3% respecto al trimestre precedente.
La inversión de capital corporativo cayó por su parte un 3.5% internaual y un 1% intertrimestral, mientras que la inversión estatal retrocedió un 1.1% respecto al primer trimestre de 2020 y avanzó un 2.7% interanual.
La nueva contracción trimestral de la economía de Japón llega después de que esta comenzase a recuperarse del impacto del virus en la segunda mitad de 2020 gracias a la leve mejoría del consumo doméstico y de las exportaciones.
Los analistas prevén que el PIB vuelva a acusar en el trimestre en curso las restricciones aplicadas de nuevo desde comienzos de mes en Tokio y otras regiones debido a la cuarta ola de contagios, y mientras la campaña nacional de vacunación avanza a un ritmo mucho más lento que en otros países desarrollados.
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