Exportaciones a Dubái, participación en los eventos más importantes de moda en Nueva York, Asia y Europa y presencia en una de las tiendas departamentales de mayor prestigio son sólo parte de los next steps en el camino de una de las marcas de ropa mexicana que ha iniciado una revolución en moda.     Cualquiera que viera a Pamela y Paola Wong en una fiesta pensaría que son dos chicas universitarias con sonrisas radiantes, pocos imaginarían que a su corta edad son las mentes detrás de un holding de moda que ha dado sus primeros pasos en su expansión a los mercados asiáticos y que buscan posicionar una marca mexicana como referente global. La aventura inició cuando Paola Wong creó la marca de moda Pink Magnolia como proyecto universitario. Al plan se sumó su hermana Pamela, quien estudiaba administración de empresas. De eso hacen ya cuatro años. Hoy, a partir de Pink Magnolia nació también El Clóset de Vainilla, una marca que camina de la mano de Comercial Mexicana y cuya propuesta es ofrecer ropa con valor agregado en diseño y calidad a precios accesibles, actualmente, Vainilla, como le llama Pamela, produce 110,000 prendas al año. Las dos empresas conforman un Holding que las chicas Wong denominaron Trapitex, en su última participación en el Mercedes Benz Fashion Week México, la colección Bubble Love, de Pink Magnolia, marcó el inicio de una nueva fase de crecimiento que contempla exportaciones a Dubai, Hong Kong y Japón, un mercado en el que actualmente exploran posibilidades gracias a que forman parte de la agenda de negocios de emprendedores de Promexico. Su entrada a piso en la tienda departamental Palacio de Hierro también forma parte de  los primeros pasos del plan. “Este año estuvimos en varios concursos de emprendedores y aceleradoras, teníamos cuatro años tratando de entrar a Palacio, al principio teníamos un punto de venta en Polanco y Palacio lució siempre como el aliado adecuado. Sin embargo, el momento ideal es ahora que ya hay conocimiento de la marca”, explica Pamela Wong en las oficinas del Holding, donde también está el showroom de Pink Magnolia y Vainilla, en la colonia Condesa.   Vestir a Minnie Mouse Pink Magnolia se caracteriza por una visión fresca y girly, la ropa diseñada por Paola Wong tiene siempre un toque que recuerda la infancia, la coquetería e inocencia propia de las niñas pequeñas adaptada casi por obra de magia al fit de las chicas que transitan el viaje a la adultez. Justo esta esencia llevo a las hermanas Wong a establecer una colaboración con Disney, y a un mes de que Lanvin presentara su vestido azul rey para la popular novia de Mickey Mouse, Pink Magnolia presentaba también una propuesta en rosa que se convirtió en el estandarte de una colección Minnie’s ABC, una edición limitada de 27 prendas se lanzó en Palacio de Hierro el 17 de octubre pasado.   Exportar una empresa mexicana Pamela Wong ha tenido en un año un ‘curso’ arduo sobre comercio internacional. Exportar una marca de moda implica retos en materia de regulación, tipos de cambio, estándares, tiempos de entrega. Sin embargo, hoy la empresaria afirma que están listas no sólo para conquistar Dubái y Hong Kong, donde ya tienen pedidos, sino también establecer un triángulo de presencia de marca en tres puntos focales: Asia, Nueva York y Europa. “La primer exportación en masa con pedido orden de compra, retos en tiempos y monedas fue Dubbai, fue un gran aprendizaje, lo más valioso fue haber aprendido que gracias las redes sociales y la estrategia que tiene la marca puede convertirse en una propuesta global. El objetivo es la exportación de diseño y marketing, el gran reto es que se reconozca que la marca es mexicana incluso cuando sale del contexto de algo folclórico”, señala. El reto es grande, la moda forma parte de la oferta de exportación de industria creativa mexicana, que ocupa el lugar 18 en su ramo a nivel mundial con más de 5,100 mdd en exportaciones, sin embargo, el ecosistema para moda no está del todo desarrollado, las ferias de industria textil tienen ventas por debajo de lo que reportan mercados como Colombia, que tienen una industria de menor tamaño. “Lo primero que percibí en este negocio es que la industria de la moda no son los textiles o los diseñadores, sino el conjunto. Los maquiladores quieren valor agregado y los diseñadores viabilidad. El ejercicio de Vainilla fue en la línea entre los dos frentes. En mi taller no produzco las 110,000 prendas que se entregan al año, esto fue un ejercicio de acercarnos a la gente que tenía la capacidad instalada, darles la oportunidad y los márgenes de ganancia un poco más arriba  de lo que están acostumbrados, la oferta de maquila debe sofisticarse para ofrecer opciones viables y los diseñadores deben aprender a tejer alianzas, es la única manera de crecer todos juntos”.   El futuro sí es color de rosa El plan a corto plazo es abrir una nueva tienda de Pink Magnolia en febrero en Polanco, asimismo, buscar la inclusión en la semana de la moda de Nueva York y París.  Para el Clóset de Vainilla sigue crecer la producción y quizá probar suerte en otros mercados en América Latina. Se trata de pasos pequeños, pero se dan de manera firme, hace un par de años Paola señalaba en una charla casual que se sentía muy contenta con la supervivencia de su marca, hoy, no sólo ha sobrevivido, se ha convertido en un gran plan de vida que pronto podría dar sorpresas en términos de líneas de accesorios o hasta calzado, las chicas Wong tienen muy claro que el cielo es el límite.

 

Siguientes artículos

El hombre que ve el futuro
Por

El mercadólogo del Siglo XXI es el encargado de crear una visión y una relación de lo que su producto, marca o servicio...