La Alianza Internacional de Protección de Propiedad Intelectual (IIPA, por sus siglas en inglés) determinó que México se encuentra dentro de los 25 países en observancia por no combatir eficientemente la piratería.   Por Fernando Robles-Pesqueira*   México es uno de los países donde más se fabrican y comercializan productos falsificados, y una cantidad interminable de razones se han discutido en numerosas ocasiones en torno a este tema, razones que se acentúan por factores como lo es el acceso a la educación, oportunidades labores y situación económica actual, pasando también por un falso y absurdo combate a lo que algunos califican como “capitalismo depredador”. Pero quisiera platicarles sobre las acciones que realizan actualmente autoridades, organizaciones y los titulares de derechos para generar un verdadero impacto en contra de la piratería, así como aquellas que consideramos deben ser implementadas por estos actores para combatir el problema. Durante muchos años han existido campañas para fomentar la compra de productos originales, pero han sido principalmente enfocadas a artículos como discos, películas y recientemente a software, quedando abandonados productos tal vez más delicados y riesgosos como medicinas, autopartes, bebidas, cigarros y juguetes, a tal grado que pareciera que para quién organiza dichas campañas es más importante evitar que se clone una película sobre el riesgo sanitario que implica la venta de medicamentos, juguetes tóxicos o productos de consumo falsos. En nuestro país, no solamente el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) ha iniciado acciones en contra de la piratería, sino que desde hace ya varios años el Gobierno Federal creó una fiscalía especializada en contra de dichos delitos denominada Unidad Especialidad en Investigación de Delitos contra los Derechos de Autor y la Propiedad Industrial (UEIDDAPI), perteneciente a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales de la Procuraduría General de la República, quién investiga de todos aquellos delitos que tengan relación alguna con temas de propiedad intelectual. Ambas autoridades han generado campañas en contra de la piratería, que van desde operativos callejeros, hasta la detención de productos falsos en las Aduanas, pero hasta el momento no se ha detenido una cantidad considerable en cuanto a la piratería existente en nuestro país. Por lo tanto, la primera hipótesis a determinar es: ¿La autoridad está fallando en su lucha contra los productos falsificados y la piratería en México? El segundo punto a discutir es sobre los titulares de derechos, ya que son estos quienes tienen que iniciar la mayoría de las acciones legales en contra de falsificaciones. Por lo que se puede apreciar que los titulares de derechos son quienes están generando un verdadero combate a la piratería, no solamente por la afectación a sus derechos sino también por la que se genera hacia el consumidor final. Entonces, si a pesar de lo anterior el mercado está inundado de productos ilegales, nuestra segunda hipótesis es: ¿Los titulares de derechos no están realizando los esfuerzos suficientes para proteger sus propiedades en México? Sin abundar en problemas socioculturales en México, no es sencillo entender qué es lo que está fallando, cuando en realidad nuestros dos factores indispensables para detener la piratería en México se encuentran realizando las acciones correspondientes. Sin embargo, al analizarlo a fondo, es relativamente fácil darse cuenta que lo que sucede es que se ataca el síntoma más no la enfermedad. Al no existir una verdadera labor de inteligencia sobre las cadenas de suministro, solo se ataca el último eslabón de la cadena, sin generar un impacto verdadero. Asimismo, si la calidad en la educación es baja y limitada a discos y películas piratas, es poco probable que se logre modificar la mentalidad de la población a mediano y largo plazo. Por lo anterior, consideramos que ni la autoridad ni los titulares de derechos han faltado a su compromiso, pero el acercamiento ha sido el equivocado, porque se falla al tratar de quitar lo que se ve en las calles, pero en realidad es imposible desaparecer la piratería si no existe un verdadero compromiso por atacar el problema desde la raíz. En ese sentido, la piratería debe de ser atacada desde dos frentes, primero y de mayor importancia, la educación –que es la mejor herramienta para solucionar los problemas de un país a largo plazo- mostrando a través de ella a las generaciones de niños y jóvenes el daño que genera consumir piratería, y que dependiendo del producto, este pone en riesgo su salud, la innovación, la inversión, y el trabajo de miles de personas, entre otras cosas. El segundo, invertir en inteligencia para buscar romper la cadena de subministro, ya que esto es clave para proporcionar un golpe contundente, y dejar de cumplir simplemente con los números, y forzosamente dicha inteligencia debe mantener un enfoque global, porque el problema ya no puede ser considerado únicamente de carácter local.     *Fernando Robles-Pesqueira es socio de la práctica de Propiedad Intelectual de la firma legal Baker & McKenzie.   Contacto:           *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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