Conocer los trámites, la logística, las restricciones no arancelarias, aplicación de tecnología, capacitación y calidad del producto, son factores determinantes para que una empresa posicione exitosamente sus pro­ductos o marca en el extranjero.     Por Reyna Isabel Ortega   El promedio de vida de las pequeñas y medianas empresas exportadoras es de cinco años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sin embargo existen empresas que han logrado mantener con éxito sus productos en el exterior. Estas empresas tuvieron que pasar por un intenso aprendizaje de prueba y error, pero lo que siempre tuvieron claro fue un Plan de Negocios estructurado y con metas reales. Con ello será posible realizar o capitalizar la idea del proyecto. La Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), deja claro que quienes tuvieron éxito en el mercado exterior y se mantienen en él, tienen presente en su Plan de Negocios cinco puntos: presupuesto, tecnología, medición de mercado, financiamiento y alianzas estratégicas. Una vez alcanzadas las metas, Luis Enrique Zavala, director general de ANIERM, recomienda renovar el plan para determinar si es el momento de seguir avanzando hacia nuevos destinos. Presupuesto: Son todos los recursos materiales y capital humano que se requerirán desde el inicio al final de la consolidación del proyecto, es decir hasta la recuperación de la inversión, una vez en operación la actividad de exportación. En este caso la empresa deberá evaluar los costos que implicarán su incursión a la actividad exportadora. Medición de mercado: Es necesario conocer a fondo el mercado al cual se quiere introducir un producto, conocer usos y costumbres, el gasto per cápita, competencia, diseño, precios, conocer la cultura de negocios. “No siempre un producto va a ser bien aceptado o remunerado en cualquier parte del mundo, los empresarios deben muchas veces tropicalizarlos para que tengan éxito. Además cumplir con las normas internacionales o al menos las de la nación en donde se comercializarán”, señala. Tecnología: Tiene que ver en primera instancia con la maquinaria que se utilizará en los procesos de producción y las innovaciones que le permitirán a la empresa aplicar al producto. Además, deberán contar con plataformas como internet como una extensión primaria del servicio a clientes y que sirvan también de plataforma para su comercio electrónico desde cualquier parte del mundo. Alianzas estratégicas: Buscar alternativas o bien compartir el negocio con otras empresas que las complementen o contribuyan a cumplir los requisitos internacionales. Financiamiento: Lo importante es tener en orden las finanzas y ser susceptibles de crédito, ya sea ante una institución privada o pública. Lo ideal para obtener un crédito es que el empresario cuente con un plan detallado de cómo piensa lograr su meta y el tiempo de recuperación. Un Plan de Negocios es la pieza clave en el impulso de las empresas hacia nuevas oportunidades de negocios en el extranjero. Pero sobre todo permitirá detectar las amenazas que se pudieran enfrentar en el camino y por supuesto, mitigar los riesgos.  

 

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