Claudia Sheinbaum llega a su tercer año como jefa de gobierno de la Ciudad de México entre escándalos que han dejado 28 muertos, la detención de exfuncionarios de la pasada administración y sus aspiraciones por suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador en 2024.

El 5 de diciembre la mandataria iba a pronunciar un discurso con motivo de sus tres años al frente del gobierno capitalino; sin embargo, el evento se reprogramó para este miércoles 8 de diciembre a las 17:00 horas, ya que el domingo asistió a una gira de trabajo con el presidente López Obrador para revisar el avance de obra del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Ese día, el mandatario se refirió a ella como su “asesora”, frase que le sacó una sonrisa.

Sheinbaum llega como una de las cartas fuertes para la sucesión presidencial, aunque ella niega estar en campaña y reitera que su prioridad es la ciudad. La mayoría de encuestas la colocan como puntera, la oposición le critica que ya piensa en las elecciones de 2024 y no en sus responsabilidades, su partido —Morena— auspicia la aspiración a Palacio Nacional, pero no llega exenta de escándalos.

En su administración suman 28 muertos en tres accidentes ocurridos en el Metro: el colapso de la Línea 12 (26 víctimas), el incendio en el Puesto Central de Control (una víctima) y el choque de trenes en Tacubaya (una víctima).

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En su administración también ocurrió el retroceso de Morena en las alcaldías de la ciudad, vista como el bastión político-electoral del partido que fundó el presidente López Obrador y del cual Sheinbaum también es fundadora.

En las elecciones intermedias de junio pasado, Morena perdió seis alcaldías en manos de la alianza PRI-PAN-PRD, que de gobernar tres demarcaciones pasó a administrar la mayoría, con nueve territorios. Estos resultados electorales provocaron que la relación de Sheinbaum con la oposición se tensara.

Los próximos tres años serán una carrera de medio fondo en la que ambos grupos cuidarán estrategias y movimientos políticos: la jefa de gobierno apuntando a Palacio Nacional y los alcaldes opositores mirando al Antiguo Palacio del Ayuntamiento.

La contienda no estará exenta de intercambio de críticas, como ya ha ocurrido, cuando antes de tomar posesión del cargo, la alcaldesa de Álvaro Obregón se enfrascó en una gresca con policías y acusó represión; la mandataria respondió con la petición de no hacer de la política un circo.

“Es una relación que nace políticamente tensa porque no es una confrontación únicamente con los alcaldes y alcaldesas, sino con los grupos políticos que están detrás. Es una confrontación que venía desde antes de la campaña y en la propia campaña electoral”, comentó a Forbes México el pasado 30 de noviembre Gustavo López Montiel, profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México.

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En materia de seguridad, la semana pasada y en compañía del presidente López Obrador y de su gabinete, la jefa de gobierno presumió una reducción de 41% en el promedio diario de delitos de alto impacto de 2019 a 2021.

Destacó reducciones en los delitos de homicidio doloso, robo de vehículo con y sin violencia. Ese día el presidente manifestó: “Vamos a seguir trabajando de manera coordinada. Nos estamos ayudando mutuamente. Yo estoy muy contento con los resultados en materia de seguridad”.

Al igual que el gobierno del presidente López Obrador, el de Claudia Sheinbaum ha centrado su narrativa en el combate a la corrupción. A la fecha, por lo menos tres funcionarios de alto nivel de la administración anterior, encabezada por el hoy senador Miguel Ángel Mancera, están vinculados a proceso judicial por presuntos actos de corrupción y uno más se encuentra prófugo.

Se trata del excoordinador de la Central de Abasto, ex jefe de gabinete y amigo personal de Mancera, Julio Serna Chávez; el excomisionado para la Reconstrucción, Edgar Tungüí, y el exsubsecretario de Capital Humano, Miguel Ángel Vásquez.

Este último se apegó al criterio de oportunidad y después de haber estado preso desde febrero pasado, pasó a prisión domiciliario y es testigo protegido de la Fiscalía General de Justicia capitalina.

Una de las últimas polémicas surgió la semana pasada. En la propuesta de Código Fiscal para 2022, la Secretaría de Administración y Finanzas planteó cobrar un impuesto de 2% del valor total de cada venta, antes de impuestos, a las empresas que controlan las apps de entrega de comida y mercancías.

La Confederación Patronal de la República Mexicana, capítulo Ciudad de México, acusó esta medida como contraria a la reactivación económica, pero la jefa de gobierno la defendió argumentando que “la mayor parte de estas aplicaciones se lleva sus ganancias fuera del país y no deja nada en México”.

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Uno de los fuertes de la actual administración ha sido la inversión en obras públicas: dos líneas de Cablebús construidas, ampliaciones de Metrobús, la construcción del Trolebús Elevado y la compra de autobuses y trolebuses. Además, vendrá la modernización integral de la Línea 1 del Metro, que contará con una inversión de 37,000 millones de pesos.

Hasta ahora todavía no se sabe si habrá una tercera línea de Cablebús, pero no está totalmente descartada. Algunos anuncios en la materia podrían darse esta misma tarde en el discurso de Sheinbaum.

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