El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) asegura que las políticas asistenciales y acciones para regular la economía del gobierno de Andrés Manuel López Obrador derrumbaron más de 17% la inversión desde el 6 de julio de 2018 a la fecha.

“La inversión acumula una caída de 17% desde las elecciones presidenciales en julio del 2018, principalmente como consecuencia de la incertidumbre relacionada con la cancelación de proyectos productivos, su sustitución por otros de dudosa rentabilidad social y la narrativa constantemente agresiva frente a la inversión privada nacional y extranjera”, dice el órgano asesor en materia económica del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y de empresas de primer nivel en México.

La institución encargada de elaborar el análisis e investigación de la coyuntura económica al sector empresarial manifiesta que sin inversión productiva no hay posibilidad de mayor crecimiento sostenible y sin certidumbre no puede esperarse que fluya dicha inversión.

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“A las políticas que desalientan la inversión se suman el deterioro institucional del sistema educativo y el desmantelamiento del de salud, los programas gubernamentales de transferencias no condicionadas a grupos sociales que demandan grandes cantidades de recursos y las constantes agresiones oficiales a las instituciones del Estado independientes del gobierno como el Instituto Nacional Electoral y universidades públicas, entre otras. Todo ello afecta más aún el ánimo de los inversionistas”, aseveran los economistas del CCE.

Agrega que la iniciativa de reforma constitucional del ejecutivo en materia eléctrica, que devolvería a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) su poder monopólico (único vendedor) y monopsónico (único comprador) e implicaría inexorablemente mayores costos de generación y suministro, agrega de forma significativa al desaliento de la inversión.

La reforma eléctrica de Andrés Manuel López Obrador significa un grave retroceso institucional y ambiental, un fuerte golpe a la confianza y riesgos de conflictos con nuestros socios comerciales de Estados Unidos, Canadá y otros países.

La declaración del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar en la cámara de diputados reforzó momentáneamente el ánimo del gobierno y su partido para intentar el logro de la reforma constitucional, recuerda el CEESP.

En un comunicado de la embajada de los Estados Unidos, Ken Salazar corrigió su postura al señalar que “el gobierno de los Estados Unidos ha expresado reiteradamente preocupación sobre la propuesta actual del sector energético de México. Promover el uso de tecnologías más sucias, anticuadas y caras sobre alternativas renovables eficientes, pondría en desventaja tanto a consumidores como a la economía en general”.

Esta posición, que ya había señalado antes la secretaria de Energía de los Estados Unidos, Jennifer M Granholm, fue reiterada por una pronta visita de John Kerry, encargado presidencial especial de los EEUU para el cambio climático.

“Todo lo anterior es un resultado negativo de la gestión económica del gobierno. Pero a ello se suman problemas en el plano político. Claramente las divisiones dentro del partido en el poder aumentan, las autoridades de salud están cada vez más cuestionadas y la inseguridad está fuera de control”, expone el CEESP.

Afirma que como riesgo del prestigio del gobierno frente a su base, los actos de corrupción en su círculo pueden ser muy significativos.

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“Hasta ahora, éstos han sido frecuentes y evidentes, pero no han deteriorado la imagen del presidente ante sus simpatizantes. No obstante, las noticias acerca del estilo de vida de sus familiares cercanos pueden ser distintas, algo que sí perjudica su imagen de líder honesto en lo personal”.

“Frente a los resultados claramente negativos en lo económico y a los crecientes problemas de orden político, el presidente recurre a afirmaciones dogmáticas sin sustento, —que la economía crecerá 5 por ciento en estos años,— pero con simpatía —o esperanza quizá— de su base y a distractores y mensajes divisorios como los reclamos recientes a España y la “pausa” de relaciones”, comenta el organismo de análisis económico del CCE.

Añade que la estrategia puede ser eficaz para sus intereses políticos y los de su movimiento, pero dista de ser la correcta para la economía del país y el bienestar futuro de su población.

“Paradójicamente, en esta situación económica y política adversa puede haber una gran oportunidad. Y es que los mensajes han sido tan negativos y de división social que un cambio podría ser muy conveniente en estas circunstancias, tanto en lo económico como en lo político”, apunta.

El CEESP hizo un reconocimiento a Morena, ya que uno de los puntos señalados en los parlamentos abiertos “en contra” de la iniciativa de reforma constitucional de electricidad -por demás obvios-, sería una muestra de apertura democrática.

“Lejos de una derrota, el gobierno podría anunciar una negociación con los participantes del mercado mediante medidas regulatorias y quizá reformas a leyes secundarias, a fin de corregir las fallas que lastiman a la población. Ello le daría estatura de jefe de Estado al presidente y animaría de manera significativa a la inversión privada”, concluye.

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