Por Ana Laura Herrera | Infobae En México existen al menos 46 volcanes activos, pero solo seis de estos son considerados por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) como de alto riesgo, por lo que monitorea su actividad para reaccionar de forma oportuna en caso de una emergencia o una erupción mayor. El Popocatépetl, ubicado en los límites de los estados de México, Morelos y Puebla; el Volcán de Fuego, en Colima; el Ceboruco, en Nayarit; el Pico de Orizaba, en los límites de Veracruz y Puebla; el Chichón, en Chiapas, y el Tacaná, que está en la frontera con Guatemala. “Existen 46 volcanes que se pueden considerar activos en México o con posibilidad de actividad. De esos se considera que están en erupción el Popocatépetl y el Volcán de Colima, todos los demás han tenido alguna actividad histórica. Otros seis se consideran de más alto riesgo y son monitoreados”, así lo dijo el subdirector de riesgos volcánicos del Cenapred, Ramón Espinasa Pereña, en entrevista con Infobae México. El especialista mencionó que todos los cerros que rodean el Valle de México son volcanes apagados que alguna vez tuvieron actividad, pero ahora permanecen dentro del campo monogenético, en espera del surgimiento de un nuevo coloso. “Todos son volcanes, todos los cerros que se ven en el Valle de México son volcanes, pero están apagados, excepto el Popocatépetl; sin embargo, las sierras del Valle de México y la que nos separa del Valle de Cuernavaca se conocen como campo volcánico monogenético, que está integrado por volcanes que solo tienen una erupción en su vida, la cual puede durar desde algunos días hasta muchos años, y es similar a lo que se observó en el Paricutín, en Michoacán”, añadió. Agregó que el Xitle es un ejemplo de cráter en el Pedregal de San Ángel, que está apagado y fue formado por el campo monogenético; donde “nace un volcán, se mantiene en erupción durante unos cuantos años y luego se apaga; la próxima vez que exista un aporte de magma en esa región, en lugar de que el mismo volcán se active, nacerá otro volcán distinto”. Espinasa Pereña señaló que hay estaciones sísmicas colocadas alrededor de dicho campo para detectar el momento en que se formará un nuevo volcán que ponga en riesgo a la población. Te puede interesar: ¿Qué significa cada fase de la alerta volcánica?  

Sobre el Popocatépetl, el volcán más peligroso en México actualmente

Ramón Espinasa Pereña, subdirector de riesgos volcánicos del Cenapred, explicó que se decidió aumentar a alerta amarillo fase 3 porque hubo un cambio en su comportamiento después de que se destruyó el domo 82. “En otras ocasiones hemos tenido la formación de un domo claramente identificado, luego venían las explosiones para su destrucción… Cada vez que hay una inyección de magma, este magma al llegar a la superficie forma un cuerpo de lava que queda arriba y tapona todos los conductos, este cuerpo de lava al enfriarse comienza a cristalizar e incrementa la emisión de gases hasta que finalmente el domo explota, pero las explosiones que hemos tenido después del 15 de marzo son similares a las que se producían por destrucción del domo, pero no existe uno ahora, por lo que existe la duda”, ejemplificó. Ante el reciente comportamiento del volcán ubicado en los límites de los estados de México, Morelos y Puebla, Espinasa Pereña indicó que existen tres escenarios posibles, siendo los dos primeros los más probables y que permitirían el descenso nuevamente de la alerta a amarillo fase 2. “(El primer escenario es) que el volcán entró en un episodio de tranquilidad; el segundo escenario, con alta probabilidad, es que en algunos días o semanas se vuelva emplazar un domo y regresemos al ciclo de formación y destrucción de domos, y, por último, el tercer escenario es que las explosiones sean cada vez más fuertes y eventualmente tengamos que tomar medidas al respecto”, informó. Agregó: “El elevar el nivel de alerta fase 3 no obedece propiamente a que el volcán haya incrementado su actividad, sino, más bien, a qué ha habido un cambio en el tipo de actividad, y en lo que encontramos lo que este cambio implica, se eleva preventivamente el nivel del semáforo. Si el cambio significa un cambio de incremento importante, entonces procederemos a elevar el semáforo a rojo, pero no existe evidencia de que este sea el escenario”. El experto en volcanes reiteró que en caso de una explosión mayor del Popocatépetl, no desataría una detonación en cadena, porque “cada volcán es independiente, cada volcán tiene sus propios conductos, sus propias fuentes de magma, que no están directamente relacionadas, de tal manera que la actividad de un volcán no va a afectar ni para arriba ni para abajo la actividad de otros volcanes”. Lee ahora:
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