Por Raciel Sosa* Un paradigma que estuvo enmarcado en la era de la producción, donde tú generabas un producto y para que yo viera que lo estabas haciendo y que lo hacías con los estándares de calidad establecidos, había que observarte y supervisarte físicamente. Pero ahora estamos en la era digital y mucho de lo que se genera no es algo físico, sino que es virtual. Muchas de las herramientas que hoy manejamos son virtuales. Hoy no tiene sentido estar atrás de una persona que está tecleando frente a una computadora; No sé lo que está generando hasta que vea el resultado final. En este sentido, diría que el siglo XX estuvo regido por la actividad y el siglo XXI está regido por el resultado. Actualmente, si quieres administrar la actividad de tu equipo de trabajo debes preocuparte por los logros que generan, por lo que la herramienta de medición del líder del siglo XXI es el resultado y esto, justamente, aplica con más fuerza cuando se practica el home office en una organización. Entre más alto sea el cargo de una persona en la organización, más posibilidades tiene de realizar un trabajo virtual o remoto, al igual que las personas cuya actividad está estrechamente relacionada con lo digital o cuando el scope de la actividad es internacional y el equipo de trabajo se ubica en diferentes países. Asimismo, considero más aptas a esta práctica a las personas que lograron ya el dominio de sus habilidades y han alcanzado cierto nivel de independencia y autonomía personal. También la disciplina debe ser una característica a tener en cuenta; es decir, personas con la capacidad de realizar actividades sin necesidad de que los estén empujando a ello. El high tech no debe matar el human touch No hay que olvidar que siempre tiene que haber espacios de contacto; El high tech no debe matar el human touch. Cada organización, con base en su operación específica, tendrá que definir esos puntos de contacto que tienen que estar regulados y tienen que ser consistentes. Todas las decisiones tienen pros y contras, pero sí creo, por ejemplo, que un trabajo virtual o home office puede verdaderamente impactar el human touch, lo cual sería lamentable, ya que existe el riesgo de caer en un trabajo estrictamente transaccional, evitando la generación de valores agregados adicionales que solamente nos los da el contacto con otro ser humano. Asimismo, existe el riesgo de perder un aspecto “energético”, ya que el estar con otros, a los seres humanos nos llena de energía, por lo que es importante que el trabajo virtual no sea absoluto, sino que esté matizado con aspectos que involucren el contacto personal. Si no hay parámetros de control y mediación muy bien establecidos en esta materia, existe la posibilidad de una organización se “descarrile”. *Experto en Liderazgo del Siglo XXI   Contacto: Twitter: @Raciel Sosa Facebook: Raciel Sosa MX Página web: leadex.com.mx Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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