Para celebrar nuestro quinto aniversario, buscamos a algunos de los empresarios más destacados del país para averiguar cómo es que hallaron su vocación.   El trabajo manda Por Pedro Vaca / presidente del consejo de administración y director general de Cadu Soy abogado de profesión y me inicié en el negocio del vestido, específicamente en la elaboración de pantalones de mezclilla, en toda la zona del Bajío para exportar a Estados Unidos. Sin embargo, en 2001, y con 7,000 empleados, decidí cambiar de giro, vender el negocio y emprender en el rubro de la construcción de casas en Aguascalientes, junto con mi hermano Pablo. La experiencia me ha enseñado que, como empresario, la dedicación de horas de trabajo implica un compromiso total con uno mismo y con su gente. Tu gente es la que, dentro de cualquier negocio, te lleva a salir adelante y la que te ayuda a cumplir con los objetivos planteados. Actualmente soy el director general de una de las firmas vivienderas de mayor relevancia por su modelo de negocio y con presencia en Quintana Roo, Jalisco, Guanajuato y Valle de México. Desde que la empresa inició operaciones en 2002, tuve la visión de levantar una compañía que cotizara en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). El sueño se hizo realidad 13 años después, gracias a la tenacidad, la constancia y a un plan trazado para alcanzar las metas propuestas. A pesar de los años y la experiencia, sigo pasando muchas situaciones adversas y cada día es un reto. Para salir avante es muy importante la planeación, tener un plan A y un plan B para aplicarlos dependiendo de los escenarios que se vayan presentando. Esa preparación brinda el soporte para atender los riesgos que aparezcan en el camino. Estoy convencido que la preparación, perseverancia, visión y trabajo son elementos indispensables para salir adelante en cualquier sector, pero también lo es la experiencia en el campo. En cualquier ámbito, el empresario debe enfrentarse constantemente a retos y saber resolver las situaciones complicadas. Esas experiencias te van fogueando y dando mayor capacidad de actuar correctamente. Puedo decir que soy una persona sencilla, pero también tenaz y perseverante. En mi negocio me esfuerzo cada día para poner el ejemplo en todo lo que hago, por lo que hoy mi empresa cuenta con 4,500 empleados. Cada día ellos “construyen” una nueva historia en la empresa, llevándola hacia un franco crecimiento como una de las vivienderas medianas que van al alza en el sector y que han puesto los cimientos de un nuevo modelo de hacer casas. Sé perfectamente que la preparación académica es en verdad muy importante pero, sin duda, el mejor entrenamiento es actuar en el campo, con situaciones, tiempos y personajes reales. El trabajo manda. Puedo asegurar que las bases para lograr el éxito, en cualquier tipo de negocio, son la tenacidad, la constancia y la planeación de metas. No importa a lo que uno se dedique, sino cómo vas a aprovechar esa oportunidad. Es decir, puedes pasar de una actividad a otra, pero, para poder sobresalir, uno debe ser muy comprometido y con objetivos claros que lo llevarán a obtener resultados.

 

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