Aunque la depreciación del peso, la abrupta caída en los precios del petróleo y las presiones sobre un aumento en la tasa de referencia han golpeado a la economía nacional, Moody’s no ve un riesgo inmediato para el sector bancario.   La caída en el precio del petróleo, la depreciación en el tipo de cambio y una posible alza en las tasas de interés del Banco de México (Banxico) durante este año, no tienen efectos negativos inmediatos en la banca mexicana, aseguró David Olivares, oficial de Calificaciones de Banca para América Latina de Moody’s. “En términos generales,  el efecto negativo para la banca mexicana es limitado en cualquiera de estos tres rubros”, precisó el especialista durante la 16º Conferencia Anual de la calificadora. Olivares dijo que las exposiciones de los bancos mexicanos a la industria del petróleo son limitadas, por lo que “dejando de lado el caso de Oceanografía”, la única relación que se tiene es con Petróleos Mexicanos (Pemex) y eso “implica un menor riesgo.” Hace unos días, la agencia calificadora puso en revisión a la baja las calificaciones de la petrolera mexicana. La firma cuenta con un plazo de 90 días para decidir si mantiene las notas de Pemex en A3 y Aaa.mx o si las rebaja. Al respecto, el oficial de Calificaciones de Banca explicó que si hubiera una reducción en la calificación no se tendrían efectos negativos en el índice de capitalización regulatorio, pero sí una afectación de 30 puntos en el cálculo de capitalización interno. En la devaluación de la moneda, Olivares tampoco ve un efecto negativo inmediato pues no existen tendencias importantes de deuda o préstamos en dólares, pero advirtió que sí existe volatilidad en portafolios de instrumentos financieros. “La banca en México es muy local y aun cuando hubiera una exposición a un tipo de cambio extranjero, no habría un riesgo importante.” Sobre el aumento en la tasa de referencia de Banxico, el especialista aseguró que sí se afectaría la valuación de los portafolios de instrumentos financieros, como los bonos gubernamentales. Sin embargo, “una mayor tasa beneficiaría el margen financiero por crédito.” Debido a que la correlación entre la economía de México con la de Estados Unidos es más de 80%, el especialista declaró que “cualquier efecto negativo que exista allá (Estados Unidos) lo tendrá aquí (México) y por consecuente en la actividad bancaria“.

 

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