La riqueza privada que producirá la apertura energética no será rápida ni será para todos. Serán los empresarios mexicanos ya conocidos los que podrán acrecentar su fortuna. Aunque ya suenan algunos nuevos nombres.   Por Eduardo García Desde que el es­tadounidense John D. Rocke­feller fincó su imperio en el petróleo, a finales del siglo XIX y principios del XX, este recurso no renovable ha estado asociado con la riqueza. Ante la inminente apertura del sector petrolero mexicano a los capitales privados muchos se preguntan si no emergerá una nueva camada de multimillonarios mexicanos. En buena medida esa es la finalidad última del go­bierno tras su decisión de permitir a los capitales privados no sólo explorar y extraer crudo y gas, sino incluso participar en un sinnúmero de actividades de la indus­tria energética, como el transporte, la distribución, el almacenamiento y la venta de combustibles, en las que hasta ahora, por ley, no podían intervenir o participar. Pero, ¿cuánto tiempo tomará la genera­ción de esos beneficios? ¿Quiénes podrán y en qué grado beneficiarse de la apertura energética? Para muchos especialistas, es claro que la generación de riqueza no ocurrirá de la noche a la mañana. Quienes esperen encontrar nuevos nombres en la próxima edición de la lista de las personas más acaudaladas de México, que pública año con año forbes México, muy probablemente terminen desilusionados. “Va a tomar tiempo para que esto ocurra”, asegura  Carlos Solé, copresidente para América Latina de la firma de abogados Baker Botts, con sede en Houston. “La exploración petrolera toma tiempo en desarrollarse. . . y luego, hay que producir”, algo que no es tampoco instantáneo. Con la reforma petrolera, el gobierno ya inició el proceso para licitar 23 bloques petroleros en aguas someras mexicanas, que podrán explorar y explotar empresas privadas. Sin embrago, esas licitaciones, que conforman lo que se conoce como Ronda Uno, incluyen requisitos que inhiben el ingreso de empresas medianas o nuevas al sector. “Las reglas para la Ronda Uno, como se diseñaron para la primera fase, exigen que [los participantes]… tengan experiencia y capital”, afirma Luis Miguel Labardini, socio de la empresa mexicana consultora en energía, Marcos y Asociados. Con esas reglas “estás excluyendo a muchos jugadores que quieran entrar. Quizás en una segunda etapa [con menos requisitos iniciales] pueda haber mayor participación de otros jugadores”, proyecta. A pesar de estas barreras, ¿hay oportunidad para que algunos empresarios del sector se conviertan en los nuevos millonarios de la Lista Forbes? Conoce la historia completa en la edición de marzo de la revista Forbes México, que estará a la venta a partir de este martes 17.

 

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