Desde la perspectiva de dos especialistas, te presentamos las razones por las que los inversionistas extranjeros siguen confiando en México.     La racha del crecimiento bajo no se rompe, y parece que tampoco lo hará en 2014. Después del decepcionante 1.1% registrado en 2013, el primer trimestre de este año entregó un crecimiento deprimido, de 1.8% a tasa anual y de sólo 0.3% si se le compara con el cuarto trimestre del año pasado. Las cosas, parece, tampoco se enderezarán en el segundo trimestre. La producción industrial en abril cayó 0.6%, según datos del Inegi; el consumo privado sigue resintiendo los nuevos impuestos, pues las ventas en tiendas de autoservicio y departamentales bajaron 3.5% de enero a mayo, según datos de la ANTAD, y el número de trabajadores asegurados en el IMSS creció a menor ritmo: 530,318 plazas se crearon de abril de 2012 a igual mes de 2013, pero en el mismo periodo del año anterior fueron 623,346. “La principal preocupación de los inversionistas locales es la falta de un crecimiento significativo este año”, señala UBS en un reporte. Las causas de este crecimiento decepcionante, argumenta UBS, se deben en su mayoría a  factores transitorios, como el crudo invierno en Estados Unidos, el impacto en el consumo por los nuevos impuestos, el retraso por incrementar el gasto público en infraestructura, la incertidumbre por saber si el gobierno en verdad va a atacar de frente a los monopolios, y la baja de comercio internacional con EU debido al ‘boom’ energético gracias al gas shale. Esta explicación no convence mucho a los inversionistas locales, admite UBS. Pero visto desde el exterior, las perspectivas para México son más favorables, sobre todo si se piensa en el mediano plazo. Desde la perspectiva de dos especialistas, te presentamos las razones por las que los inversionistas extranjeros siguen confiando en México.   Uno de los ‘favoritos’ entre emergentes La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) resaltó el pasado 10 de junio que las economías desarrolladas estaban presentando un periodo estable de crecimiento, mientras que los emergentes se debilitan. En el caso de México, pese a que el crecimiento fue decepcionante en 2013 y que las expectativas tampoco se cumplieron en el primer trimestre de este año, el país sigue reuniendo los requisitos necesarios para ser uno de los ‘favoritos’ entre inversionistas extranjeros.  
Renato Grandmont“Dentro de una cartera global de inversión, nosotros tenemos una preferencia sobre países desarrollados, y son pocos los emergentes que vemos con una buena perspectiva. Dentro de ellos, México”, dice Renato Grandmont, Chief Investment Officer de Wealth Management Latin America para Citi.
El directivo destaca que el país tiene el mayor incremento en las expectativas de crecimiento: del 1.1% de 2013 podría crecer 3% al cierre del año, según estimaciones de Citi.             Las reformas siguen siendo la carta fuerte Pese a que el proceso de aprobación de las leyes secundarias, sobre todo en telecomunicaciones y energética, se ha alargado, la agenda de reformas estructurales siguen siendo la carta fuerte de este gobierno. “Yo pondría a México en el mismo campo en el que están los países que realizan reformas, como India. Obviamente es un proceso lento, pero los inversionistas esperarían que las reformas empiecen a tener un efecto significativo en la economía en 2017”, explica Yerlan Syzdykov, jefe del área de Deuda de Mercados Emergentes y Alta Rentabilidad de Pioneer Investments. En el mediano, es decir dos años, se esperaría que las reglas del juego para los inversionistas ya estuvieran establecidas con las leyes secundarias de las reformas estructurales implementadas, comenta Renato Grandmont, de Citi, en entrevista. “México está dando los pasos para atraer la inversión hacia México en diferentes rubros, como el energético. En dos años esperamos que este flujo empiece a venir. Cuando uno hace inversiones directas, normalmente tiene plazos de 30 años. Los pasos correctos que está dando México, más la ascensión de la economía estadounidense, están poniendo al país en una posición privilegiada dentro de los países emergentes.”   Políticas monetarias opuestas, el mayor riesgo Como siempre, los riesgos existen. En este caso, para México hay uno externo y otro interno. Al interior es que las leyes secundarias no resulten lo que se esperaba. Pero lo que podría temer afuera son las políticas monetarias opuestas que están tomando los dos bancos centrales más grandes del mundo (la Fed y el BCE), y en el interior, que las leyes secundarias no resulten lo que se esperaba. “Tenemos una perspectiva de que EU está reduciendo los estímulos, mientras que Europa está empezando a estimular. Los dos grandes bancos centrales van en direcciones contrarias. Eso va a tener impactos sobre flujos de capitales, sobre monedas, y si hay cualquier error o que las expectativas de mercados no se cumplan, si son más o menos agresivos de lo que el mercado espera, uno podría tener impacto sobre los mercados financieros”, advierte el directivo de Citi. Pese a estos riesgos, las perspectivas positivas se mantienen, dice Yerlan Syzdykov, de Pioneer Investments. “Creo que los inversionistas siguen apreciando cosas muy buenas sobre México y su situación económica. Estamos viendo incrementarse las inversiones en México. Creemos que las oportunidades existen y vemos qué nuevas vendrán.”  

 

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