A pesar de ser una energía limpia y rentable en el largo plazo, el mundo todavía tiene razones para temer a la energía nuclear. Sin embargo, es una opción viable para la generación de electricidad en México y el resto del mundo. Aquí las razones.   Pese al miedo y rechazo que genera en México hablar de energía nuclear, ésta es una alternativa real para producir electricidad en nuestro país. Las evidencias hablan: en el mundo, existen 438 reactores nucleares en operación, 67 en construcción y sólo dos han cerrado por haber cumplido su ciclo de vida, según datos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), observatorio energético de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Del otro lado, sólo se han registrado dos sucesos negativos ocasionados por fallas humanas en instalaciones nucleoeléctricas: Chernóbil en 1945 y Japón en 2010. Aunque la energía nuclear puede destruir al planeta por completo, tiene potencial para reemplazar a las fuentes fósiles (petróleo, gas y carbón) en la generación de electricidad. Un botón de muestra: Francia genera 80% de su electricidad con 58 reactores de energía nuclear. Estados Unidos, aunque produce sólo 19% de su electricidad mediante ese esquema, es el principal productor de electricidad del mundo, con 100 reactores nucleares activos. ¿Y México? Al país sí le conviene generar electricidad con energía nuclear, pues mientras otras energías limpias, como la solar, generan decenas de megawatts, los reactores generan centenas, dice en entrevista Julio Herrera Velázquez, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares  de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Hoy, la central de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tiene dos reactores. Su construcción inició en 1976 y arrancó operaciones en 1990, y elevó ligeramente su capacidad desde 1,400 a 1,620 Megawatts (Mw). México estudia la incorporación de dos reactores más a la central nuclear de Laguna Verde. La decisión de iniciar el proceso de obtención de licencias ocurriría en 2016 si los estudios arrojan resultados favorables, dijo a Reuters el subsecretario mexicano de la CFE, César Hernández. El funcionario expresó que algunos estudios muestran “potencial de agregar un par de reactores” en la central que se encuentra en Veracruz. La industria de energía nuclear es una de las más desarrolladas, “gracias a la experiencia de más de medio siglo en el manejo de centrales nucleares”, comenta David Sarquis, especialista en energía y catedrático del Tecnológico de Monterrey. La participación nuclear en la generación de electricidad  en el mundo aumentará 12% —casi 20% del total en el mundo, estima Sarquis— y la capacidad de generación nuclear se elevará 60% en 2040, según datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés). ¿Por qué urge la transición? Sólo 17% de la energía eléctrica se genera con fuentes limpias en México, y existe un compromiso para que 35% de la generación sea a través de fuentes renovables para 2024. ¿La energía nuclear es una alternativa? El Partido Acción Nacional piensa que sí. En septiembre de este año, el senador Jorge Luis Lavalle comentó en entrevista que llevará una iniciativa al Congreso para generar un mercado de energía nuclear que reproduzca, sin modificar la Constitución, un micromodelo de la reforma energética. Para ello, piensa que una de las primeras opciones sería incrementar la capacidad de hasta cuatro reactores en Laguna Verde, pues “ha demostrado ser una planta que opera de forma constante, que genera a los mexicanos energía eléctrica muy económica y, además, segura”. La apertura de la industria tiene fecha límite. Hace un par de años,  Laguna verde generaba cerca de 2% del total de energía eléctrica, recuerda el senador, pero con el crecimiento de capacidad instalada, ha disminuido hasta 1.8%. “Si no volteamos a ver la energía nuclear, conforme incremente la capacidad instalada, tenderá a desaparecer. Más allá de que sea algo positivo o negativo, vamos a dejar ir una oportunidad importante, sobre todo viendo el éxito de matrices de generación eléctrica de otros países.”   Beneficios y apuestas nucleares Una de las principales razones por las que países como Estados Unidos y Francia apuestan por este energético es la baja cantidad de gases de efecto invernadero que genera, en comparación con las principales fuentes eléctricas como el carbón o el gas. El carbón produce más de 800 toneladas de gases de efecto invernadero por cada Gigavatio hora (GHw) que genera. El petróleo está cerca del umbral de 800 toneladas y el gas natural oscila las 500 toneladas, mientras que la energía nuclear no rebasa el rango de 80 toneladas por GHw producido, según estimaciones de la Asociación  Nuclear Mundial. Otra razón es su condición de segunda alternativa al petróleo, según datos del sitio web oilprice.com. También es una de las principales en el campo de las energías limpias, pese a la oposición de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de carácter ambiental, que critican que no es una fuente renovable y sus residuos tóxicos. Sin embargo, “bajo la definición actual del gobierno mexicano, se puede decir con toda seguridad que la energía nuclear es limpia”, asegura el director de Tecnología y Cambio climático del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Rodrigo Gallegos. No sólo los países tienen interés en la energía nuclear. El empresario estadounidense Bill Gates, que ocupa el primer lugar de la lista de multimillonarios Forbes 2015, invirtió 1,000 mdd en compañías emergentes de tecnología renovable, que incluyen a la “siguiente generación de energía nuclear”, dijo  Gates dijo en una entrevista con el Financial Times. El empresario estadounidense manifestó que la energía limpia más prometedora es el “reciclaje nuclear” donde ha invertido “cientos de millones de dólares”. Su primer gran compromiso fue con una empresa fundada en Estados Unidos, TerraPower. Gates explicó sus razones en aquella entrevista: “La energía nuclear hoy está fallando en costo, seguridad, proliferación, en los residuos y escasez de combustible, entonces cualquier tecnología que venga tendrá que poseer algunas respuestas para todas estas cosas. En lugar de usar uranio enriquecido, el reactor de TerraPower usa uranio empobrecido, el residuo de las plantas actuales. Este material se encuentra en abundancia.” La materia prima existe relativamente en abundancia. Las reservas probadas de uranio en el mundo, encabezadas por Australia, oscilan los 5.9 millones de toneladas. Los reactores de energía del mundo, con una capacidad combinada de 375 Gigavatios, requieren alrededor de 68,000 toneladas de uranio cada año, según la Asociación Mundial Nuclear. Frente a los riesgos de fisuras o fugas de material radioactivo que preocupan a los múltiples organismos ambientales, Gallegos considera que existe la infraestructura para reducir a mínimos la probabilidad de un incidente. “Existe la tecnología que puede reducir el riesgo a una probabilidad muy baja.” Otro factor que juega a favor de la energía nuclear es el compromiso mundial para reducir las emisiones de carbono, aunque algunos gobiernos han preferido abandonar los acuerdos para reducir emisiones. En diciembre de 2011, Canadá se retiró del protocolo de Kioto para evitar las multas que se le impondrían por no cumplir con los acuerdos para reducir la contaminación ambiental, esto en un contexto en cual es el tercer país con mayores reservas de petróleo en el mundo. La OCDE también pronostica un alza en las probabilidades de que ocurra un cambio climático perjudicial: las emisiones globales de gases de efecto invernadero se elevarán 50%, debido al incremento de 70% en las emisiones de CO2, relacionadas con la generación de energía. La energía nuclear puede ayudar a satisfacer las necesidades globales. La población mundial empleará 80% más energía en 2050, según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Además, ante la falta de políticas internacionales efectivas, la proporción de energía fósil en el consumo energético mundial permanecerá cerca de 85%. También existe la tecnología para reprocesar el combustible gastado de los reactores para recuperar parte del uranio enriquecido y transformarlo en plutonio, que también sirve como energético, indica el investigador de la UNAM. A escena también entra el Torio, que por sí mismo no es utilizable, pero con un proceso físico (bombardeo de neutrones) se convierte en uranio y puede utilizarse como combustible para los reactores. “El torio abunda más que el uranio, además sería más rentable diseñar reactores que consumieran más eficientemente el combustible, a diferencia de los reactores actuales, que dejan sin utilizar buena parte del uranio.”   Miedos radioactivos La nuclear es la energía que más controversia genera, pese a la ola de beneficios ambientales. Los desastres de carácter humano han “satanizado” a esta fuente energética, según Sarquis. El primer siniestro ocurrió  en agosto de 1945 durante la Segunda Guerra Mundial en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en Japón, cuando Estados Unidos soltó dos bombas atómicas que aún manifiestan secuelas entre los pobladores y la zona. El segundo sucedió el 26 de abril de 1986, en Chernóbil,  Ucrania, cuando trataron de encender el  reactor con el residuo de energía. El resultado: más de 146,000 kilómetros cuadrados  contaminados por radiación “en niveles alarmantes”, según datos de GreenPeace. En el área vivían 7 millones de personas. Sólo 350,000 fueron evacuadas. Un estudio publicado por Greenpeace estima que la totalidad de defunciones que aún provoca Chernóbil se acerca a 100,000 personas. Pese al incidente de Chernóbil, que en ese año formaba parte de la Unión Soviética, Rusia ha continuado su carrera de generación eléctrica con energéticos nucleares.  La probabilidad de otro accidente como el de Chernóbil, según datos presentados por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), es de 50-50. Las deficiencias en el diseño de protección contra tsunamis en la planta nuclear de Fukushima, Japón, tras el terremoto de 2010, también ha desecadenado una ola de reserva del gobierno nipón y de temor entre la población. El riesgo de la creación de armas nucleares también le quita el sueño a las Naciones Unidas. El ejemplo más reciente de controversia es Irán, que fue multado por Estados Unidos y la ONU por incumplir el Tratado de No Proliferación de armas nucleares y que aún se debate su carrera nuclear al interior de las esferas diplomáticas internacionales. Pero, para generar electricidad se requiere 3% de enriquecimiento de uranio, mientras que el nivel que exigen las armas nucleares es superior a 90%, explica Sarquis.   ¿México está listo para migrar al átomo? Para 2024,  México deberá generar 35% de su electricidad a través de fuentes limpias, pero apenas genera 17% de su electricidad con energías no fósiles, según datos del Imco. La Secretaría de Energía (Sener), en su prospectiva del sector eléctrico 2013-2027,  enlista dos proyectos de energía nuclear que comenzarán en 2024: Oriental I y Oriental II, cuyo objetivo es reducir  el uso de fuentes fósiles. “Pese a ser una de las fuentes que tiene las menores tasas de emisiones de gases de efecto invernadero, genera una gran cantidad de desechos nucleares, se trata de un problema del cual aún no se encuentra solución a nivel mundial y México no está exento”, informa el documento de la dependencia. Pero no sólo se trata de generar proyectos: la industria de energía nuclear en México, que apenas cuenta con dos reactores,  enfrenta, como el resto de las energías alternativas, inversiones con una tasa de retorno a largo plazo. Sarquis estima que se requiere una inversión de 2,000 millones de dólares sólo para actualizar la infraestructura en México de una planta como Laguna Verde. Los proyectos en el largo plazo son rentables, pero pocos inversionistas quieren ingresar a un mercado donde la tasa de retorno es superior a los 10 años. El catedrático de la UNAM estima entre 4,000 y 10,000 mdd para implementar otros dos reactores o una nueva planta. El directivo de Imco muestra optimismo y la considera como una opción viable, siempre y cuando se puedan asegurar los estándares de seguridad nucleares que ocupan los países desarrollados.   Futuro energético La mejor forma de cubrir la demanda eléctrica es diversificando las fuentes de generación, coinciden los especialistas. Ellos consideran que las apuestas de generación eléctrica a nivel mundial  deben apoyarse en energías alternativas además de la nuclear, como la hidráulica, geotérmica, eólica y solar. “Hay más oportunidad para generar inversiones en otros ámbitos, en el corto y mediano plazo”, dice Gallegos. Por ejemplo, el costo de paneles solares ha descendido más de 60% en tres años. En 2010 el precio promedio era de 1.81 dólares por watt, hoy se estima en 0.70 dólares, según datos de la empresa Solartec. Los diferentes problemas asociados a cada una de las energías alternativas obligarán a los gobiernos a explorar las múltiples posibilidades que ofrece la tecnología actual y así diversificar la demanda de energía que el mundo necesita. La eólica, por ejemplo, sólo sería viable en algunos estados como Oaxaca, dice Gallegos. Aunque el panorama de necesidad energética es demasiado grande y compleja como para depender de una sola fuente, reconoce Sarquis, la energía nuclear será uno de los principales jugadores a la hora de diversificar el abastecimiento de electricidad a México y el resto del mundo.

 

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