La llegada de Audi y el talento poblano son la combinación perfecta para construir un clúster de emprendedores dispuestos a aprovechar el boom automotriz que vive México.   En 1991, los padres de José Luis Cisneros enfrentaron uno de los momentos más difíciles en su historia familiar, pues no contaban con los recursos económicos suficientes para garantizar la manutención de sus 14 hijos. En la desesperación, la única solución fue acudir a las viejas recetas de cocina y formar una pastelería en su casa, en Puebla. Hoy, este negocio quiere conquistar el paladar de cada mexicano. Su nombre es La Zarza. Actualmente, la pastelería mexicana suma 104 0untos de venta en Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Morelos y el Distrito Federal, mientras que dentro de sus planes se encuentra expandir su mercado en más regiones del país. “La economía del estado de Puebla fue uno de los elemento que nos facilitó como empresa crecer, aunque ahora también tenemos crecimiento en otras partes de la República Mexicana”, dice alegre José Luis Cisneros, presidente y director general de La Zarza. La Zarza forma parte de una de las historias de éxito de los emprendedores poblanos, sólo una muestra de un boom emprendedor que está por surgir en ese estado del centro del país. En septiembre de 2012, la automotriz alemana Volkswagen (VW) anunció la construcción de la primera planta de su marca Audi en San José de Chiapa, en Puebla, la cual contempla una inversión de 2,000 millones de dólares, que permitirá iniciar el arranque de la manufactura de vehículos en 2016. Este es el combustible que enciende el ánimo del ecosistema emprendedor en territorio poblano. “El ambiente es muy positivo y ya se siente la fuerza que inyectará la llegada de Audi a la economía de Puebla y sus emprendedores”, asegura Gabriel Posada, presidente del consejo directivo de Endeavor en Puebla. El objetivo principal es replicar el éxito de empresas como La Zarza ahora en el ámbito automotriz y metal mecánico que puedan abastecer las necesidades de la firma alemana. Sin embargo, dar el salto de una economía de servicios a una de tecnología e innovación son el obstáculo a vencer para despertar una generación de emprendedores que, hasta ahora, permanece dormida, como los volcanes Popocatépetl e Iztacíhuatl que rodean a Puebla.   El motor del emprendedurismo José Luis Cisneros es ingeniero en electrónica y comunicaciones. Cuando se integró a la operación de La Zarza su negocio se encontraba lejos de los planes de expandirse y generar un negocio de mayor escala en la distribución de sus productos. Cambiar la óptica de la empresa familiar fue su primer paso. Pese a que dentro de los conocimientos universitarios de Luis no se encontraban la administración de un negocio, el manejo de la tecnología informática le permitió generar un sistema de administración y contabilidad que contribuyera a formalizar la operación de un negocio que hasta aquel momento se desarrollaba al interior de su casa. La innovación y la tecnología fueron sus mejores aliados para el despegue de su negocio. Los mismos aliados de José Luis Cisneros son los que Endeavor y el gobierno del estado de Puebla ven como el motor para incrementar el número de emprendedores que puedan aprovechar la instalación de Audi. La planta de producción de la firma alemana comenzará a operar a mediados de 2016, y tendrá una capacidad de producción de hasta 150,000 automóviles al año, hecho que demanda una cadena competitiva de proveeduría. “Buscamos hacer que los emprendimientos sean más creativos y no sólo de gente operando equipos”, explica Laura Cortés, gerente general de Endeavor en Puebla. Actualmente, la red de Endeavor cuenta con 11 emprendedores poblanos que han sido certificados internacionalmente, lo que convierte a la oficina de la ciudad en la que suma más emprendedores, tan sólo después de la Ciudad de México, y  que trabaja con alrededor de 31 empresas. Sin embargo, 70% de los emprendedores certificados ofertan servicios  y alimentos, mientras que el resto manufactura productos automotrices y de medición. El reto es evidente para la organización global de emprendedurismo.   Un imán de inversiones En 2010, La Zarza alcanzó una dinámica de crecimiento que le hizo a la empresa abandonar la casa familiar y encontrar nuevos espacios de producción, así como el establecimiento de dos consejos consultivos que le permitieran apoyar las decisiones empresariales. La institucionalización de su negocio ha sido uno de los pasos clave para ampliar su operación en el país. Para Endeavor, también es fundamental afianzar la institucionalización de los nuevos negocios de la mano de las universidades. El arma para afrontar el déficit de emprendedores no tradicionales. Puebla es el segundo estado que cuenta con el mayor número de universidades públicas y privadas, al contar con 422 casas de estudios, tan sólo detrás del Distrito Federal, que contabiliza 430. Además, Puebla tiene  14 incubadoras certificadas en la región, lo cual es una oportunidad para generar el nuevo boom emprendedor en el estado. El estado recibió el año pasado la denominación como capital de innovación y diseño, hecho que busca alinear los sectores del ecosistema emprendedor: universidades, incubadoras y consultorías. Esta es el mapa de ruta de la estrategia de Endeavor y sus esfuerzos. José Luis Cisneros recuerda sonriente el momento en que uno de los miembros de las cámaras de comercio le dijo recientemente que la empresa que dirige ha marcado una nueva pauta para hacer negocios en Puebla. Ese es el mismo deseo que guarda para todos los emprendedores del estado. “Hoy, Puebla es un imán de inversión”, dice presidente del consejo directivo de Endeavor en Puebla, al mirar el futuro de los próximos años. La mesa parece estar puesta para los empresarios que quieren emprender desde la región del centro del país. El ambiente de negocios es otro factor que podría animar el boom emprendedor, ya que Puebla ha avanzado 14 lugares en el Doing Business que elabora el Banco Mundial, el cual mide la facilidad de las entidades nacionales para hacer negocios. Laura Cortés se siente orgullosa de que emprendimientos como La Zarza tengan éxito en todo el país, pero sabe que el proyecto entre los emprendedores poblanos apenas comienza y que las expectativas son grandes: “Seguramente en dos o tres años vamos a escuchar que Puebla se ha convertido en la capital del diseño y la innovación. Este es el reto que nos hemos fijado”.

 

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