El Departamento del Trabajo dijo que su índice escaló un 0.2%, la mayor alza desde octubre de 2013, sin embargo, pese a la mejoría se prevén pocas señales de una aceleración.   Reuters WASHINGTON  – Los precios al productor en Estados Unidos subieron en enero por segundo mes consecutivo, impulsados por un incremento en el costo de los bienes, pero había pocas señales de una aceleración amplia en las presiones inflacionarias en las puertas de las fábricas. El Departamento del Trabajo informó que su índice de precios al productor desestacionalizado para demanda final se elevó un 0.2% el mes pasado, la mayor alza desde octubre. Los precios recibidos por las granjas, fábricas y refinerías de país habían aumentado un 0.1% en diciembre. El rebautizado índice fue ampliado para incluir servicios y construcción. Previamente, era conocido como IPP para bienes terminados. El IPP ahora cubre alrededor de un 72% de los servicios, que junto a otros factores probablemente haga que a medida que pase el tiempo siga de cerca al índice de precios al consumidor (IPC), según economistas. El índice ampliado expande la cobertura y ahora incluye precios para consumo personal, inversión de empresas, gasto del Gobierno y exportaciones. Aunque la serie reformulada sólo hizo su debut el miércoles, la agencia de estadísticas del Departamento del Trabajo, la Oficina de Estadísticas Laborales, ha estado publicando la nueva serie sobre una base experimental desde diciembre del 2009. La demanda final de bienes subió un 0.4% en enero tras avanzar por el mismo margen en diciembre. La demanda final de servicios se incrementó en un 0.1% luego de caer un 0.1% en diciembre. En los 12 meses hasta enero, los precios al productor subieron un 1.2%, la mayor alza desde octubre, luego de avanzar un 1.1% en diciembre. Los precios al productor excluyendo los volátiles costos de los alimentos y la energía se elevaron un 0.2% luego de permanecer sin cambios el mes previo. Sin embargo, una medición aún más amplia de los precios al productor subyacentes -la demanda final, menos alimentos, energía y servicios comerciales- subió un 0.1%, tras aumentar un 0.3% en diciembre. Como responde a cerca de dos tercios de la demanda final, los economistas creen que con el paso del tiempo ésta podría convertirse en la medida preferida de la tasa subyacente de precios al productor. En los 12 meses hasta enero, el llamado IPP subyacente para demanda final aumentó un 1.3% tras elevarse un 1.2% en diciembre. La inflación continúa muy baja debido a la debilidad del mercado laboral, lo que podría llevar a la Reserva Federal a mantener su tasa de interés referencial cerca de cero por un tiempo pese a la reducción en su programa de estímulo monetario.  

 

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