Se lo ha oído a Andrés Manuel López Obrador evocar un viejo refrán en tiempos de sus repetidos intentos por alcanzar el poder, e incluso ya en el mismo: “México no será candil de la calle y oscuridad de la casa”. Es que de esa forma se comprometió en sus tres campañas presidenciales e incluso al ser electo presidente. Fue así que su contundente triunfo en las urnas del 1 de julio de 2018 despertó diversas reacciones, principalmente positivas, entre los líderes de la izquierda de América Latina, mientras que el resto del cono Sur, apegado a la derecha, no escatimaron en manifestar que el fortalecimiento del socialismo en la región sería un fantasma del cual no querrían saber. Así fue que un buen día, con la ya acostumbrada 4T en marcha, Andrés Manuel López Obrador -AMLO-, decretó abolido, el neoliberalismo en el país. Desde ese momento, lejos quedaron los excesos del priismo: los autos fifi, la residencia de Los Pinos, y más, serían recuerdos de un pasado no menos florido y hasta disgustante. No obstante es una realidad contundente: el neoliberalismo no se disiparía por ‘decreto’. Aunque prácticamente a un año de gobierno de deliberada izquierda, el neoliberalismo persiste, implacable, por aquella “gran avenida del centro”. Y lo que sí ha habido tiempo de comprobar es que con aquel neoliberalismo las puertas al comercio exterior parecían estar más abiertas. Con el dólar superando temerosamente la barrera de los 20 pesos por unidad, la nación se mantiene como uno de los países con más Tratados de Libre Comercio en el mundo. TAMBIÉN LEE: AMLO fortalecerá cooperación con países de Latinoamérica Uno de los continentes donde se han expandido esas redes es el alicaído y no menos problemático cono sur, que con sus desvaríos políticos y económicos, no ha logrado entablar fuertes y gravitantes lazos comerciales, pero los nacionalistas no pierden las esperanzas de ello. Entre los tratados que México ha firmado mirando al sur destacan el T-MEC, ex TLCAN, el Acuerdo Latinoamericano de Integración (ALADI) y una cantidad de protocolos y alianzas como la del Pacífico, entre otras. Si bien a un año de gobierno de López Obrador, la mayoría de la labor fue puertas adentro del territorio nacional, agravado por la complicada relación con la gestión Trump, la situación migratoria y el resto de la agenda interna, son Venezuela, Argentina, Brasil, Chile, Bolivia y Uruguay, los puntos más ‘compatibles’ de una agenda económica exterior que no deslumbra.

Venezuela

Pese a la arremetida de Juan Guaidó, el gobierno de Nicolás Maduro ha tomado la llegada de López Obrador al poder como una noticia alentadora. El tormento político que en la actualidad atraviesa a la república bolivariana no ha ayudado a reducir la presión internacional de los últimos años. Maduro dijo, el día en que se conoció la victoria electoral de AMLO, que “con él triunfa la verdad por encima de la mentira” y dibujó una supuesta afinidad ideológica entre ambos que aún observa el foco de “stand by” encendido.

Argentina

Con un Mauricio Macri en vías de retiro, las relaciones bilaterales del país del tango y el dulce de leche con México siempre han sido cordiales. Macri llamó a AMLO tras su triunfo electoral y lo invitó al país en busca de continuar con la agenda bilateral que se inició con Peña Nieto, pero no se ha conocido mucho más que las intenciones. A lo largo de los años, el comercio entre Argentina y México ha aumentado sustancialmente. En 2018, las transacciones oficiales entre las dos naciones sumó más de 1.9 mil millones de dólares. Vale mencionar que las exportaciones argentinas a México incluyen: aluminio, piel de vaca (cuero), medicina y minerales crudos. Las exportaciones de México a Argentina incluyen: automóviles y partes, electrónica (teléfonos móviles) y productos químicos.

Brasil

Previo a su salida del poder, el presidente Michel Temer felicitó a López Obrador cuando fue elegido: “La amistad brasileña-mexicana es muy antigua y fuerte. Reafirmamos nuestra plena voluntad de trabajar para lograr un acercamiento aún mayor entre nuestros países”. En diferentes aspectos, el mandatario electo, Jair Bolsonaro, no ha mencionado a López Obrador en sus activas redes sociales.

Chile

Transitando por aquella “gran avenida del centro”, es momento de girar a la derecha. Oportunamente, el presidente chileno Sebastián Piñera se mostró “preocupado” por el “rumbo que podría tomar México” con la elección de AMLO. Algo que comparte una gran parte de la población. Piñera, exempresario de centroderecha, es gran impulsor del libre comercio y en ese sentido ha visto la relación con México como una fuente importante de inversiones. Queda pendiente ver qué le depara a México país la relación con la nación transandina para el resto del sexenio. Cabe decir que Chile y México cuentan con tres acuerdos vigentes, el primero fue suscrito en abril de 1998, con el nombre de Tratado de Libre Comercio; la Alianza Pacífico con Colombia y Perú y finalmente el Tratado de Asociación Transpacífico junto a otras naciones de Norteamérica, Sudamérica, Oceanía y Asía. La cerveza destaca como el producto agroalimentario de mayor exportación hacia el país andino además de vinagre, raíces, tubérculos, hortalizas y algunas plantas.

Bolivia

Uno de los que quiere trabajar junto a México en el fortalecimiento de la región es Bolivia. A pesar que López Obrador no es muy conocido en ese país, el mandatario local Evo Morales, siempre ha estado abogando por fortalecer los lazos económicos entre las dos naciones, algo que no a comenzado a prosperar en gran medida. En 1995, México y Bolivia firmaron un acuerdo, un Tratado de Libre Comercio mediante el cual se eliminaron aranceles para 95% de las exportaciones mexicanas a Bolivia y del 99% para las exportaciones bolivianas a México. Desde su entrada en vigor, el comercio entre ambas naciones se incrementó en más de 200%, hasta que en 2010 se redujo a un Acuerdo de Complementación Económica.

Uruguay

La última vez que supimos públicamente de la llegada de funcionarios mexicanos al país del ‘medio y medio’, fue cuando se debatía si Sudamérica daría respaldo a Juan Guaidó. Ahora, aunque el gobierno de Tabaré Vázquez se muestra ideológicamente cercano AMLO y más preocupado por su reeleción y su estado de salud, quien más cercano se ha mostrado a nuestro presidente desde las costas de Pocitos, ha sido el exmandatario José Mujica, quien además de felicitarlo, vaticinó “un gigantesco desafío” y alertó de las complicaciones que traería la situación global al gobierno, pidiendo paciencia a los mexicanos. De las relaciones económicas, Uruguay y nuestro país establecieron un Tratado de Libre Comercio en 2004, que ha permitido a México incrementar su participación en la región económica del Mercosur. Desafortunadamente los productos agroalimentarios nacionales que cruzan la frontera del Río de la Plata no han logrado aceptación y lo más cercano al campo que llega a Uruguay son tractores y vehículos de carga. Con información de Wikipedia. 

 

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