Prisoners, que en México se titula Intriga , muestra un sorprendente duelo de actuaciones entre Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal que trasciende a un guión oscuro y complicado, plagado de símbolos extraños y pistas falsas.   Cine Bajo la dirección del canadiense Denis Villeneuve, el largometraje de suspenso Prisoners, que en México se titula Intriga (Warner Bros., 2013), muestra un sorprendente duelo de actuaciones entre Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal que trasciende a un guión oscuro y complicado, plagado de símbolos extraños y pistas falsas. La fuerza interpretativa de ambos actores y la profundidad dramática de sus personajes son los recursos mejor logrados de esta intrincada película y hacen que la experiencia cinematográfica valga la pena. Ambientada en un boscoso paraje de Pennsylvania, la intriga comienza con una oración: el Padrenuestro, que recita Keller Dover (Jackman), padre de familia religioso y honesto, quien ha salido de cacería con su hijo. Al matar a un venado, Keller le recuerda a su hijo que uno tiene que pedir a Dios lo mejor pero prepararse para lo peor. Es por eso que en su sótano Keller resguarda gran cantidad de provisiones y recursos para enfrentar no sólo una tormenta de nieve sino todo un cataclismo. En la celebración del Día de Acción de Gracias, Keller y su familia se reúnen con sus vecinos afroamericanos, los Birch, y disfrutan de una agradable convivencia. Todo va bien hasta que las hijas menores de ambas familias, Anna y Joy, piden permiso para salir a la casa vecina a buscar un juguete perdido: un silbato rojo. Keller las autoriza a salir en compañía de sus hermanos, pero más tarde se da cuenta que las niñas se salieron solas. Tras buscarlas por todas partes, se dan cuenta que están perdidas y es necesario avisar a la policía. El hijo mayor de Keller le informa que, en la calle, estaba estacionada una casa rodante que ya no está, posiblemente relacionada con la desaparición de las niñas. El detective Loki (Gyllenhaal) aparece para hacerse cargo de la investigación, enfrentándose a la desesperación y prepotencia de Keller, quien comienza a perder los estribos por la ausencia de su hija. Mientras Loki ubica a varios sospechosos, Keller inicia una investigación propia que lo impulsará a cobrar justicia de modo violento y cruel. Aparentemente, Keller es un padre de familia íntegro y responsable, bondadoso y previsor, dispuesto a dar la vida por defender a sus hijos. Sin embargo, su afición por la cacería y la obsesión por acumular alimentos e instrumentos de defensa muestran la pulsión territorial que subyace en su personalidad y que lo conducirá a ejercer sin reparos la violencia. Keller se comporta como el macho alfa de la manada que establece la ley del más fuerte para destruir a sus enemigos, burlando las convenciones de civilidad que los demás personajes se esfuerzan por respetar, aún en medio de la situación de emergencia. La interpretación de Jackman resulta soberbia pues su mirada trasluce el instinto animal que anima al personaje, por momentos reprimido y disimulado pero luego expresado en toda su intensidad zoomorfa. Así, el personaje destinado a encajar en el estereotipo del héroe norteamericano, típico de las películas de suspenso, adquiere una dimensión monstruosa y es a la vez heroico y despiadado. Jackman lleva al utópico padre sobreprotector a un plano descarnado y realista en que se muestra que cualquier ser agraviado puede llegar a tramar una terrible venganza. Por su parte, el detective Loki es el antagonista de la intriga. Se opone a la intención de Keller de establecer una justicia paralela. Su honestidad es absoluta y su dedicación al trabajo, ejemplar. Sin embargo, la interpretación de Jake Gyllenhaal evita que el personaje caiga en los terrenos de la irrealidad. El detective se humaniza con los ataques de furia que protagoniza cuando la situación se le sale de control. No es el policía perfecto, comete errores y muestra debilidad. Desconocemos la vida anterior del personaje, solamente sabemos que está solo y vive para trabajar. Pero lejos de mostrarse como un autómata, demuestra coraje y temeridad, además de empatía y tolerancia. Aunque mantiene una actitud imperturbable y una mirada fría, Loki es capaz de demostrar una gama de sentimientos desde la ternura hasta la frustración. Intriga utiliza el repertorio de recursos propios del suspenso como escenarios oscuros, pistas falsas, símbolos arcaicos –en este caso, el laberinto que nos remite a la Edad Media y a las tramas de Dan Brown– personajes psicópatas, dosis de angustia y violencia, además de un misterio no del todo resuelto. Pero también, elabora un discurso sobre la ambivalencia de la personalidad humana, el lado oscuro que se revela en la adversidad cuando el individuo civilizado es presa del rencor, se vuelve en contra de todos sus principios y despierta su animalidad latente. El acierto del director Denis Villeneuve es haber acentuado el trabajo actoral que destaca sobre un guión largo y tenebroso que requiere de una relectura para comprender quién fue realmente el responsable del secuestro de las niñas y cómo las pistas regadas a lo largo de la acción se unen para explicar las causas de esta embrollada “Intriga” policiaca y dramática. A final de cuentas, el silbato rojo que se perdió al principio juega un importante papel en la resolución final y da un respiro al atribulado personaje de Keller, quien volverá a recitar el padrenuestro como signo de su retorno a la sensatez y la  cordura.   Teatro El pasado 7 de noviembre murió la actriz española Amparo Rivelles, ampliamente conocida en México por su participación en telenovelas y películas. En su biografía oficial consultable en la red, se omiten dos importantes papeles que interpretó esta versátil actriz que participaba por igual en melodramas televisivos que en obras clásicas. Amparo Rivelles fue la primera “tía Mame”, singular personaje creado por el norteamericano Patrick Denis (seudónimo de Edward Everett Tanner III) quien escribió la novela Auntie Mame: An Irreverent Escapade en 1955 inspirado en su propia familia. Tras de vender miles de copias, la novela se adaptó al teatro y más tarde al cine. Se trataba de una historia dramática que luego se transformó en una célebre comedia musical, Mame, interpretada en el cine norteamericano por Lucille Ball y en México, por Silvia Pinal. Dirigida por José Luis Ibáñez, Rivelles dio vida a la primera versión teatral de la excéntrica tía Mame quien se las ingenia para salir avante de sus problemas económicos y resurge de sus cenizas para terminar sus días como una millonaria feliz. La obra se estrenó en el Teatro de los Insurgentes, donde aún se conserva una placa conmemorativa de sus múltiples representaciones. En la televisión, Amparo Rivelles interpretó a otro personaje muy poco común: Doña Macabra, creación del dramaturgo Hugo Argüelles que dio origen a la primera telenovela de humor negro de la televisión mexicana, en 1963. Dirigida por Ernesto Alonso, Rivelles encarnó a una enloquecida anciana quien criaba espeluznantes mascotas y ocultaba secretos de muerte y horror en su mansión gótica. Sus sobrinos van a vivir con ella para quedarse con sus riquezas pero doña Macabra resulta más astuta que cualquiera y no será fácil vencerla. Finalmente, descubriremos que su supuesta maldad es un equívoco aunque queda la duda de sus verdaderas necrófilas intenciones… Amparo Rivelles fue un ícono de la cultura popular mexicana. Aunque no es posible revivir su interpretación de la tía Mame o de doña Macabra, hay excelentes películas que la Cineteca Nacional podría proyectar a manera de homenaje a esta “mexicana adoptiva” como El esqueleto de la señora Morales, Una vez un hombre o ¿Quién mató al abuelo?, amén de su variada filmografía española. Contacto: Facebook: Armín Gómez Barrios Twitter: @literacom e-mail: [email protected] http://itesm.academia.edu/AGomezBarrios/   *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.  

 

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