La deficiente digestión y presencia de enzimas puede llevar al anciano a presentar algún tipo de deficiencia nutrimental.       El envejecimiento es un proceso continuo durante toda la vida, se dice que empieza desde el día que nacemos y termina con la muerte. Una vez que el cuerpo ha alcanzado su madurez fisiológica, la velocidad de los cambios degenerativos excede la velocidad en la que las células se regeneran, provocando así un aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas en las personas de la tercera edad –de ahí que las principales causas de muerte en este grupo de edad son las enfermedades del corazón, ciertos tipos de cáncer y diabetes-. Existen diversas teorías sobre el envejecimiento, una de ellas habla sobre los radicales libres. Esta teoría propone que, debido a la alteración de los mecanismos antioxidantes, se generan y acumulan los radicales libres y se produce un estrés oxidativo que daña estructuras celulares, lo cual conduce a la muerte celular[1]. Asimismo, el envejecimiento se asocia con un progresivo deterioro biológico y aumento de problemas de salud que son resultado de la interacción de factores genéticos y ambientales como: estilo de vida, hábitos de alimentación, actividad física y presencia de enfermedades.   Cambios bilógicos presentes durante la vejez La pérdida del apetito (disminución de la función del sentido del gusto y del olfato), los cambios hormonales propios de la edad, o la depresión, pueden presentarse durante la vejez como parte de los cambio biológicos, propios de esta etapa. La Sarcopenia (pérdida del tejido muscular), es uno de los padecimientos más comunes durante la vejez. Se refiere a la pérdida del músculo y de la fuerza, trayendo consigo una pérdida de peso corporal. Su origen está fuertemente relacionado con el estilo de vida, sobre todo con la dieta y la actividad física. Si se realiza poca actividad física durante la juventud y se tiene una dieta pobre en proteínas se tiene más riesgo de presentar tempranamente en la vejez sarcopenia, manifestando los siguientes padecimientos:
  • Fragilidad: Se refiere a la disminución de la capacidad para realizar actividades diarias de importancia, esto se identifica por la pérdida de peso, de fuerza muscular, de velocidad a la hora de caminar y disminución de la actividad física.
  • Alteraciones fisiológicas: La depresión es una de las principales causas de pérdida de apetito en los ancianos lo que,  a su vez, puede llevar al aislamiento social.
Así como los cambios biológicos, existente también diversos cambios fisiológicos propios de esta etapa de la vida. En esta ocasión nos enfocaremos en los cambios en el aparato digestivo. Debemos recordar que la digestión empieza desde la boca y en las personas de la tercera edad la percepción de lo dulce y lo salado se ve afectada por distintas razones:
  • Disminuye el número de papilas gustativas
  • La saliva se vuelve escasa y espesa.
  • En el estómago la producción de ácido clorhídrico disminuye y el vaciamiento gástrico se vuelve más lento, también hay una baja producción de enzimas digestivas lo que dificulta la digestión de grasas, proteínas o lactosa.
La deficiente digestión y presencia de enzimas puede llevar al anciano a presentar algún tipo de deficiencia nutrimental. El estreñimiento en el anciano se puede deber a un consumo deficiente de fibra, de líquidos y a la poca actividad física que se tiene en esta etapa. Otras causas podrían ser el consumo de algunos medicamentos o a la disminución en la ingesta de alimentos. En la mayor parte de los casos, el estreñimiento se corrige mediante el consumo de alimentos ricos en fibra, en especial fibra insoluble, en conjunto con un consumo adecuado de líquidos y de actividad física cuando sea posible. El consumo de fibra en la tercera edad también es importante para reducir el riesgo de cáncer de colon y ayudar en el manejo de diabetes y padecimientos cardiovasculares que son muy comunes en esta edad. *En Colaboración con LN Gabriela Gaona, Nutrition Business Partner Jr. para Kellogg Latinoamérica. Referencias:     Contacto: https://twitter.com/AllBran_       *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.


[1] El envejecimiento y los radicales libres: http://www.alumno.unam.mx/algo_leer/Envejecimiento.pdf

 

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