cintillo_2013

Para el próximo año el gobierno prevé inversiones más grandes en proyectos, pero sólo la reforma energética y más participación privada detonarían el crecimiento en este sector. Este año el país cerrará con un crecimiento mucho menor a las expectativas que generó el inicio del mandato del presidente Enrique Peña Nieto. El gobierno espera que en 2013 el PIB de México avance 1.3%, luego de que en el primer semestre del año se experimentó una fuerte desaceleración, debido en gran parte a un rezago en el gasto público y una caída en el sector construcción. En septiembre, el valor de producción de las empresas constructoras en México disminuyó 7.5% en septiembre a tasa anual, producto de las caídas en construcción en ingeniería civil y en edificación, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), contando así su séptima caída consecutiva desde marzo de este año. Para revertir la situación en 2014, el gobierno federal tiene un presupuesto de casi 500,000 millones de pesos (mdp) en infraestructura, de los cuales más de 300,000 mdp se destinarán a carreteras. En su plan sexenal, el gobierno espera invertir alrededor de 4 billones de pesos, incluyendo proyectos del sector energético con dinero privado. Pero no es la primera vez que se oye que la infraestructura salvará el crecimiento. Durante la administración de Felipe Calderón también se anunció un ambicioso plan de inversión, sobre todo en el ramo carretero. El balance final fue que muchas de esas obras no impactaron al desarrollo y otras simplemente quedaron inconclusas, dejando a México rezagado frente a otras economías en este ramo. ¿Esta vez la infraestructura sí será el motor de crecimiento del país?   Obras inconclusas En su último Informe de Gobierno, el entonces presidente Felipe Calderón dijo que durante su administración se invirtieron 403,000 millones de pesos, 86% más que lo presupuestado originalmente en el Plan Nacional de Infraestructura  2007-2012. Pero el dinero gastado redundó poco en el mejoramiento de la infraestructura carretera, de acuerdo con un análisis del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, publicado en julio del año pasado. El estudio resalta que de 18,274 kilómetros construidos o modernizados en carreteras, el 69% correspondió a caminos rurales y carreteras alimentadoras. El CEFP recalcó que muchas de estas obras consistieron en revestimiento del pavimento que en obra de construcción nueva, que requiere proyectos de ingeniería más complejos. Otro análisis, éste del centro de estudios México Evalúa, indica que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó diversas deficiencias en el ejercicio de los recursos dentro del plan de infraestructura 2007-2012, entre ellos: reducción o desvío de recursos, obras inconclusas, cancelaciones y suspensiones, además de un uso politizado de los recursos en los presupuestos para infraestructura. “México necesita incrementar con urgencia la inversión en proyectos carreteros para lograr que la infraestructura se convierta en un motor que impulse la competitividad y el crecimiento económico del país”, indica México Evalúa en el documento 10 puntos para entender el gasto en infraestructura en México. Mientras, el país se rezaga en competitividad en infraestructura carretera. México está en el lugar 49 de 59 del Índice Internacional de Infraestructura Pública. “Definitivamente en México hay una baja inversión en infraestructura. De 2000 a 2010 apenas se invirtió 1.6% del PIB en este rubro, cuando el Banco Mundial recomienda invertir 3.5%”, indica Humberto Armenta, director general de constructora RECSA.   2014, ¿año de la infraestructura? Visto el pobre crecimiento de 2013, se espera que 2014 sea un mejor año, impulsado por las obras en infraestructura carretera, hidráulica y en proyectos especiales que levanten a la industria de la construcción. Según cifras de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), para el próximo año se contemplan 500 proyectos con recursos cercanos a 500,000 mdp, equivalentes al 12.2% del total del Programa Nacional de Infraestructura 2013-2018. La SCT, con un presupuesto 33% más alto que en 2013, dará recursos a 117 obras, Pemex gastará en 166 proyectos y la CFE en 97. “Se ha venido anunciando que se va a adelantar una parte del presupuesto 2014 de 25,000 mdp, eso vuelve positivo esta expectativa. Se espera un crecimiento de la industria de 4.5%, como no se había tenido en los últimos años”, dice Alejandro Ruiz, socio líder de la industria de Construcción y Vivienda de KPMG en México. Pero el especialista resalta que  la construcción será un detonador de la economía en la medida de que se ejerza oportunamente el gasto en este rubro. Humberto Armenta, de RECSA, comenta que el ejercicio del gasto en infraestructura también tiene un componente político: en los 12 meses anteriores hubo un incremento significativo de inversión, para pasar luego a un ‘impasse’ en la construcción, hasta reactivarse 18 meses después, que coinciden precisamente en el inicio de 2014.   Reforma energética, el detonador Para que no pase otro sexenio de inversión y crecimiento insuficiente en infraestructura, también deberá elevarse la participación del sector privado. Para ello, la reforma energética, que busca abrir la inversión, sería el detonante. “La capacidad del gobierno federal de invertir está limitada, pero si se modifica la legislación en materia energética como se pretende, se verían montos de inversión bastante más agresivos y ambiciosos en el sector energético”, destaca Humbero Armenta. “Si se aprueba la reforma energética, se habla de que se esperan 7,000 mdd de inversión en diversos ramos, como el marítimo debido a la renovación de la flota nacional, el impulso también se vería en el sector de la construcción y en otros proyectos como el de trenes de pasajeros”, comenta por su parte Alejandro Ruiz, de KPMG. Se ve 2014 con más optimismo, sobre todo en uno de los sectores que se vieron más afectados en este año. También se contemplan inversiones mucho más agresivas que esta vez sí detonen el crecimiento económico. Pero esto dependerá de si se aplican los recursos y se hacen los cambios legislativos como se ha anunciado. “Es importante para que se cumplan las expectativas que ellos mismos (el gobierno) han generado”, apunta Alejandro Ruiz, de KPMG.

 

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