- Barato: Hoy no tienes opción, debes ser barato. Los clientes tienen el poder y si no logras ser competitivo en precios quedas fuera del partido. Esto no anula la generación de valor y puedes seguir vendiendo tus carteras o celulares a un gran precio, pero en tu segmento y categoría debes ser barato. Alta competencia y poca diferenciación parece ser el nuevo ecosistema de los negocios; y no hay que olvidar que el cliente tiene mucho poder y que está dispuesto a usarlo, sobre todo para negociar condiciones y precio.
- Ágil: Mantente ligero, dinámico, en constante movimiento. Cualquier organización que quiera subsistir deberá atacar constantemente a su modelo de negocios. A diferencia de un marine en pleno combate, quien no puede distraerse, sino estar atento y anticiparse a las movidas de sus contrincantes, las empresas del siglo xxi tienen que cuestionarse en todo momento, valorar la crítica, la disrupción y destruir los estereotipos que sólo las limitan a cambiar.
- Rápido: Un piloto de Fórmula 1 únicamente puede acelerar y evitar el freno lo más posible y trabajar en equipo para que, cuando se detenga, se demore lo menos posible, analizando a la vez la estrategia en constante cambio; las organizaciones que quieran estar en la punta deben hacer lo mismo. El problema es que muchas veces los equipos no acompañan y se resisten a tomar decisiones arriesgadas que definen su papel en el mercado.
Pymes por un marketing barato, ágil y rápido
Existen emprendedores y Pymes acostumbrados a ser ahorrativos, eficientes y a siempre buscar la mejor relación precio-calidad y parecer grandes cuando en realidad son lo más chicos posible.
Por Jonatan Loidi*
Hace unas semanas, el mundo del marketing amaneció con una noticia inesperada: Sir Martin Sorrell, CEO de WPP, uno de los grupos más grandes de marketing y publicidad a nivel mundial, se alejaba de su puesto bajo el alegato de que “su modelo de negocios había cambiado mucho” y que lo que antaño funcionaba ¡ahora no!
Esto ejemplifica que, a pesar de que el mundo está cambiando rápidamente, muchas organizaciones siguen sin innovar o lo hacen lento, además de que se terminaron esos CEO más preocupados por conservar sus bonos y estatus de poder que por generar el cambio.
En contraste, surgieron emprendedores y Pymes acostumbrados a ser ahorrativos, eficientes y a siempre buscar la mejor relación precio-calidad, apelando a asociatividades y buscando parecer grandes cuando en realidad son lo más chicos posible. El modelo BAR explica las claves de esta nueva era.