Perú, México, Chile y Colombia son actores que están en mejor forma frente a los efectos de volatilidad económica y desaceleración regional a través de depreciación monetaria, gasto público moderado y combate a la pobreza, según un artículo del Fondo Económico Mundial.   La desaceleración en América Latina es innegable. Brasil ha sido uno de los principales afectados. El país entró en recesión durante el segundo trimestre de 2015 tras una caída de 1.9% de su Producto Interno Bruto (PIB), y aunque este gigante no es el único protagonista, el pronóstico regional tampoco favorece al resto de los jugadores. Según el estudio Panorama Económico Mundial del Fondo Monetario Internacional (FMI), la actividad económica de América Latina retrocederá 0.3% este 2015 y apenas crecería en el 2016, lo que contrasta con la expansión de 0.5% que había anticipado hace sólo tres meses para este año. Además, cree que el peligro de un deterioro ha aumentado. No obstante, países como Perú, México, Chile y Colombia son actores que están en mejor forma frente a los efectos de volatilidad económica y desaceleración regional, así lo señala un artículo publicado en el sitio del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). “Durante la reunión del FMI en Lima, hay desafíos reales para Perú y el resto de naciones latinoamericanas. Pero ellas se están defendiendo. La respuesta política global es un ejemplo clásico de la política prudente. China ha sido el exceso de consumo de recursos naturales. Para el petróleo, mineral de hierro y el cobre, la demanda será más débil en el futuro”, dijo Anders Borg, presidente de la iniciativa Sistema Financiero Global del WEF. ¿Y qué caminos están siguiendo las naciones latinoamericanas?  A continuación te presentamos 3 vías de defensa de la región contra la desaceleración.   1. Depreciación monetaria La primera línea de defensa cuando un país se ve afectado por un severo choque comercial es dejar que la moneda se deprecie de forma considerable. “Simplemente no es posible compensar el golpe comercial sin dejar que se deprecie la moneda. Los bancos centrales de América Latina no han perdido credibilidad ni reservas de moneda extranjera en una lucha inútil contra un ajuste necesario”, argumentó Borg. El ministro de finanzas de Colombia ha argumentado que la depreciación es una respuesta racional a precios bajos de los commodities y una demanda global más lenta. Sin embargo, Borg sostuvo en el artículo que sería un error indicar que las tasas de interés están en un camino predeterminado al alza. “El crecimiento se está desacelerando y con él, el deterioro del mercado laboral. Esto significa que la inflación será contenida por una demanda posterior más débil”.    2. Gasto público prudente Los precios más bajos de las materias primas están tomando su cuota de las finanzas públicas y los déficits aumentarán cuando los ingresos de las industrias extractivas se sequen. Y la respuesta política en América Latina ha sido  razonable, dijo el directivo. Por ejemplo, Borg retoma las palabras del secretario de Hacienda de México, Luis Videgaray, que argumentó necesario ser cauteoloso con el gasto. En México, el gasto público se reducirá casi 0.7% del Producto Interno Bruto (PIB) este 2015 y un adicional de 0.8% en 2016, con un efecto fiscal combinado de 1.5% del PIB. “Se podría argumentar que la política fiscal debe dar cabida a un crecimiento más lento, pero parece aconsejable navegar de esta forma con una estrategia prudente, pues una fuente importante de resistencia en México, Colombia, Perú y Chile son sus fuertes finanzas públicas”. No obstante, el FMI prevé un déficit en el sector público para el año 2015 de alrededor del 4% para México, alrededor del 3% para Colombia y Chile y ligeramente por debajo del 2% para el Perú. México y Colombia tienen la deuda bruta de alrededor de 50% del PIB y el Perú y Chile en torno al 20% del PIB. “Es mejor dejar que la depreciación del tipo de cambio proporciona el estímulo que tomar el riesgo de que una rápida desaceleración de los ingresos socava la credibilidad que es tan importante si los objetivos realmente se logran”.   3. Combate a la pobreza Un factor clave en un período de crecimiento más lento es para hacer frente al frente con la cohesión social. El menor crecimiento pondrá un descanso en la reducción de la pobreza. Alonso Segura Vasi, ministro de Finanzas de Perú, ha dicho que es importante reforzar las medidas de apoyo a los grupos más débiles de la sociedad cuando el crecimiento se está desacelerando. “La elección obvia es reforzar los esfuerzos en el lado de la educación. Está claro que los países latinoamericanos están bajo-gasto en educación y que esto ha contribuido a su débil desempeño de la productividad”, según Borg. Ni siquiera Chile, que ha sido burocrático en cuanto a su política económica, tiene un buen rendimiento en educación. Además, después de 25 años de las tasas de crecimiento sin precedentes en los países de mercados emergentes, la economía mundial tiene cerca de 3,000 millones de consumidores y menos de 1,000 millones de personas en extrema pobreza, 700 millones, según los últimos datos del Banco Mundial. “Al ritmo actual, cuando el número de personas en extrema pobreza está disminuyendo en 50 millones al año, vamos a erradicar la pobreza extrema en poco más de una década”.

 

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