La Bolsa Mexicana de Valores trabaja en una unión con el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), formado por los mercados de capitales de Colombia, Chile y Perú, que tendría un valor conjunto de un billón 128,801 millones de dólares. ¿Cómo lo harán? ¿A quiénes beneficiará? ¿Qué alcance tendrá?     Imagínate un mercado que vale en conjunto un billón 128,801 millones de dólares, en que empresas de cuatro países latinoamericanos puedan ofrecer sus acciones y vender deuda, mientras inversionistas de todo el mundo tienen la posibilidad de comprar, a través de un mismo sistema tecnológico, cualquiera de estos productos. Éste es el plan que tiene la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) de unirse al Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), que entró en operaciones el 30 de mayo de 2011. Conformado por la Bolsa de Comercio de Santiago, la Bolsa de Valores de Colombia y la Bolsa de Valores de Lima, el MILA fue la primera iniciativa de integración bursátil transnacional mediante el uso de herramientas tecnológicas, la adecuación y armonización de la regulación sobre la negociación de mercados de capitales y la custodia de títulos en las tres naciones, pero que no consideró una fusión o integración corporativa a nivel global. “Después de Brasil, Colombia, Chile y Perú son los tres mercados financieros más importantes de Latinoamérica, y tienen un futuro muy interesante en términos de listados, en términos de liquidez, porque son mercados que tienen fondos de pensiones importantes”, dice en entrevista con Forbes México Luis Téllez, presidente de la BMV. En mayo de 2009, el MILA habilitó el reconocimiento de los valores de cada uno de los países y el libre comercio de acciones mediante el ruteo de órdenes entre casas de bolsa de Chile, Colombia y Perú hacia los mercados de origen. El MILA tiene dos características que lo hacen único:
  • Ningún mercado pierde su independencia ni autonomía regulatoria, pero mantienen como premisa el crecimiento en conjunto como mercado integrado.
  • Todas las negociaciones en el MILA se hacen en moneda local, sin necesidad de salir de cada país y con anotaciones en cuenta a través del intermediario local, lo que facilita aún más las operaciones internacionales a través de esta herramienta.
  Con 590 emisores, en diciembre de 2013 el MILA alcanzó una capitalización bursátil de 601,953 millones de dólares, donde Chile representó 44.19% de participación, Colombia 35.77% y Perú 20.04%. El volumen negociado hasta el cierre del año pasado fue de 6,330 millones de dólares. ¿Por qué la bolsa mexicana se quiere unir al MILA? Luis Téllez lo explica así: “Hay dos razones: una, que se le da al inversionista mexicano una posibilidad de invertir en acciones de estos tres países; dos, en una segunda etapa las empresas mexicanas tendrán la posibilidad de realizar ofertas públicas iniciales en esos países, y empresas de esos países podrán colocar acciones en México.” Las empresas emisoras podrían gozar de una mayor capitalización, puesto que tendrán acceso a un mayor mercado de inversionistas potenciales, dado que éstos pueden adquirir sus títulos desde cualquier país del MILA sin complicación alguna, explica Gabriela Siller, directora de Análisis Económico Financiero de Banco Base. Incluso, dice Siller, “los propios inversionistas resultan beneficiados, dado que ahora contarán con la capacidad de ampliar sus portafolios con títulos de los países miembros, diversificando el riesgo y pudiendo obtener mayores beneficios potenciales”. La segunda etapa de esta integración, comenta José Manuel Allende, director general adjunto de Planeación Estratégica y Desarrollo de Negocios de la BMV, cuando ya se puedan realizar ofertas públicas de acciones, “va a permitir financiar a empresas de cada uno de estos mercados, haciendo colocaciones regionales. Tradicionalmente, las empresas, cuando hacen colocaciones, incluso de sus mercados, usualmente buscan al mercado estadounidense. Ahora, además de eso, se abre un pull de recursos de la propia región”.
Luis Téllez, presidente de la BMV. (Getty Images)

Luis Téllez, presidente de la BMV. (Getty Images)

  ¿Mucho ruido y pocas nueces? Los objetivos que persigue el MILA en la actualidad, y a los cuales se sumaría la Bolsa Mexicana de Valores, son:
  • Crear un mercado diversificado, amplio y atractivo para los inversionistas locales y extranjeros.
  • Aumentar la gama de productos de inversión en la región.
  • Ampliar el acceso a capital a las empresas mexicanas.
  • Generar un círculo virtuoso de liquidez.
  Lograr estos objetivos requiere, en especial, de dos procesos: una integración tecnológica que permita realizar transacciones a través de un mismo sistema, y la adopción de las mismas Normas Internacionales de Información Financiera (International Financial Reporting Standars, IFRS). El proceso para que estos dos requisitos se cumplan aún no está terminado y tardará en concretarse la integración. Luis Téllez detalla que “la primera etapa implica concluir todas las conexiones; estaremos listos a finales de octubre, pero el arranque dependerá realmente de los diferentes países. Con Chile estaremos listos en octubre. En Colombia tienen que tomar las IFRS. Y en el caso de Perú están rehaciendo su tecnología con la Bolsa de Valores de Londres y estarán listos hasta enero”. Así, el tiempo es la primera limitante de esta integración. Si todo sale conforme se tiene planeado, el MILA, con México incluido, arrancará formalmente en enero de 2015. El otro factor que puede limitar el éxito del Mercado Integrado Latinoamericano es el número de empresas mexicanas que aprovechen esta plataforma regional. De acuerdo con estimaciones de José Manuel Allende, de la BMV, son sólo entre siete y ocho empresas las que comenzarán a participar en el MILA del total de 144 emisoras que operan en el mercado mexicano de capitales, aunque el directivo no quiso revelar los nombres. “Si las empresas nacionales optan por no participar, continuarán las condiciones actuales, sin representar cambio alguno, algo similar a lo que ocurriría si los inversionistas mexicanos eligen no transaccionar títulos de esos países”, dice Gabriela Siller, de Banco Base. En los tres países que ya integran hoy el MILA tampoco existe una gran participación: de las 282 emisoras peruanas, intervienen 24, pero sólo 10 son intermediarios activos; en el mercado chileno apenas son 31 de las 227 emisoras, y sólo hay 12 activas; en Colombia, con 81 emisoras, nada más participan 23 y 12 son intermediarios activos. Pese al aparente poco interés de las empresas de las cuatro bolsas de valores por participar en el MILA, en una presentación la Bolsa Mexicana de Valores destaca que desde mayo de 2011 las operaciones acumuladas a través de la infraestructura del MILA suman 236 millones 202,552 dólares, tiempo en que los valores chilenos han sido los más negociados (78.8%), seguidos de los colombianos (15.4%) y de los peruanos (5.7%). “El mercado mexicano es muy profundo, por lo que aquí habrá posibilidad de colocar empresas de otros países. México será muy atractivo para estos tres países”, recalca Luis Téllez. Los primeros resultados de esta integración comenzarán a verse a principios del próximo año, dice, pero reconoce que la mayor liquidez de las empresas mexicanas dentro del MILA tardará entre seis y siete meses en “empezar a tomar tracción”. El presidente de la BMV insiste en que “lo que hará el MILA será darle más liquidez a las empresas mexicanas”. Pero no se hace ilusiones falsas: “No va a ser de un día para otro.”

 

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