Promoverte a través de una herramienta digital como esta red social para profesionales puede hacer la diferencia entre mantenerte vigente o ir de salida.   Por Deborah L. Jacobs   No es ningún secreto que los empresarios son reacios a contratar a trabajadores de edad. Entre otras cosas, se muestran escépticos acerca de su nivel de energía y su capacidad de utilizar nuevas tecnologías. Hay muchas empresas que aprovechan las redes sociales para construir sus marcas y que también buscan personas con habilidades digitales. La construcción de una presencia en línea con un fuerte perfil en LinkedIn puede ayudar a los baby boomers a encontrar un nuevo trabajo o mantener el actual. Pero en LinkedIn como en otros contextos, el desafío que surge es: ¿Cómo pueden los trabajadores que tienen 50 años o más acentuar sus capacidades y no dejarse llevar por la inercia? Hace poco hice esa pregunta a Nicole Williams, experta en carreras de LinkedIn. Éstas son las estrategias que recomienda para evitar las desviaciones de edad a medida que completas las secciones clave del formato de LinkedIn. Foto. Tu aspecto no debería importar, pero tendrás siete veces más probabilidades de que vean tu perfil de LinkedIn si incluyes una fotografía, dice Williams. Sin ella, te estarás disparando en el pie. La preocupación de los empleadores “es que estés de salida en el plano estético y estereotípico”, dice. El riesgo, por supuesto, es que las personas tomen decisiones basándose en las apariencias y podrían ignorarte si luces mira demasiado viejo. Por otro lado, el uso de una foto de cuando eras más joven puede ser contraproducente si conoces a alguien y luces drásticamente diferente al de la foto, así habrás enviado el mensaje de que estás dispuesto a engañar. ¿Qué hacer? No puedes fingir juventud, pero es suficiente que luzcas lo mejor que puedas y des una imagen enérgica, dice Williams. Haz que un profesional se encargue de tu peinado (y en su caso del maquillaje). Si tienes un amigo, familiar o un fotógrafo para que tome la foto, piensa en algo que te hace feliz cuando mires a la cámara. Tu objetivo es sonreír con los ojos, así como con la boca, y no lucir cansado (lo que sólo alimenta los estereotipos de los empleadores). Mientras más empleadores puedan visualizarte en un puesto esencial basándose en tu fotografía, más apto eres para ser contratado. Resumen. Una mayor experiencia laboral hace que elaborar esta sección sea complicado, especialmente si has tenido múltiples carreras, como es el caso de un número creciente de personas. Sin incluir el número de años (que sólo grita “viejo”), escribe acerca de tu trayectoria profesional de una manera que te ayude a venderte, aconseja Williams. Guarda los detalles para la sección ‘Experiencia’. Experiencia. Aquí es necesario romper la regla de oro de los currículums. Mientras que en el caso del CV se adapta el documento para que sea compatible con el puesto que buscas, y sólo enlistas la experiencia en esa área, el consejo no aplica para LinkedIn. “LinkedIn es una versión moderna de la sección amarilla”, dice Williams. Ya sea que estés activa o pasivamente buscando un trabajo, completa tu perfil para mostrar toda tu experiencia, habilidades e industrias en las que has trabajado. De esta manera las personas podrán encontrarte a medida que surjan oportunidades. Esta estrategia dio sus frutos para una amiga de Williams que buscaba un trabajo en marketing. Hace mucho tiempo, había sido enfermera y no estaba dispuesta a incluir eso en su perfil de LinkedIn porque no creía que fuera pertinente. Williams la animó a agregarlo. Ella terminó consiguiendo un trabajo en el departamento de marketing de Procter & Gamble. La empresa buscaba a alguien con experiencia en servicios de salud y en marketing. Sin incluir esa experiencia que precedió a su cambio de carrera, la postulante podría haber perdido esa oportunidad. Más importante que el número de años de experiencia es lo que has logrado, por lo que debes cuantificar y calificar los éxitos tanto como sea posible, por ejemplo, haciendo una lista de clientes de prestigio con los que hayas trabajado o los resultados tangibles que hayas logrado. Tu objetivo es convencer al director de recursos humanos (que probablemente será más joven que tú) “de la validez de lo que has logrado y lo que puedes hacer por ellos”, dice Williams. Eso es mucho mejor que alardear sobre tus 25 o 30 años de experiencia laboral, que podrían resultar amenazantes para las empresas y pueden hacerte sonar como viejo, por muy enérgico y productivo que seas. Educación. Una eterna pregunta es si la gente debe incluir las fechas de graduación, que son una mala señal para su edad. La fecha de graduación es cada vez menos importante para LinkedIn y los currículums, dice Williams. Los empleadores están más interesados ​​en la calidad de tu experiencia laboral. Incluir las fechas de graduación revela inmediatamente tu edad, por lo que ella aconseja dejarlas fuera. Una vez configurado el perfil, no te detengas ahí. Únete a los grupos especiales del sector al que quieras entrar, los cuales publican discusiones significativas para ti, y participa en la conversación. Esto responde a otra de las preocupaciones que tienen los empleadores sobre los trabajadores de edad: que son anticuados y no innovan. Mediante la publicación de preguntas al grupo y la respuesta a preguntas que otros han publicado, se puede desviar esta preocupación. Si eres un buscador activo o pasivo, hazte lo más visible posible, aconseja Williams. Incluso si eres feliz en tu trabajo actual, no hay nada como que un reclutador te ofrezca una nueva oportunidad para aumentar tu confianza y poder de negociación cuando pidas el próximo ascenso o promoción. Muchos boomers piensan: “No hay nueva oportunidad para mí allá afuera”, señala Williams. Es posible que te sorprendas al descubrir que una fuerte presencia en LinkedIn puede venderte bastante bien.

 

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