Cuando pensamos en integración, se viene a la mente un sentido de colaboración, de inclusión y de aprendizaje a través de distintos puntos de vista.   Roger Martin en su libro The Opposable Mind (2007) habla de cómo ciertos emprendedores, gerentes y creadores utilizan pensamiento integrante para superar supuestos desafíos y lograr resultados positivamente inesperados. Martin es autor, presentador, consultor y hasta hace pocos meses, rector de una de las más prestigiosas Escuelas de Negocios de Canadá – el Rotman School of Business. Tuve el honor de conocerle en noviembre en el Peter Drucker Global Fórum 2013. Cuando pensamos en integración, se viene a la mente un sentido de colaboración, de inclusión y de aprendizaje a través de distintos puntos de vista. La diversidad es una parte clave de este proceso porque nos ayuda a tomar decisiones basadas en información menos “filtrada” por nuestra propia realidad y que ofrece una mejor salida de datos sobre la situación. Sin embargo, integración y el pensamiento integrante no sólo son colaboración sino que implica también creer que algo mejor existe y que tal vez no es parte del status quo del ambiente o de la empresa. El pensamiento integrante contempla usar recursos y sistemas fuera de lo común, lo aceptado y lo meramente propio. El Presidente Ejecutivo de P&G (2000 a 2010 y recientemente en el 2013), A.G. Lafley, buscó alianzas fuera de la empresa, con emprendimientos de investigación y desarrollo, para poder traer más innovación a la corporación bajo el programa “Conectar y Desarrollar”. Marcas como Swiffer y Febreze son algunos de los frutos de estos “mergers”. Así que el pensamiento integrante es clave no sólo en la formulación de estrategias de negocios sino también en la implementación de estas mismas estrategias. ¿Por qué el pensamiento integrante tiene tanta resonancia hoy en día? Porque el mundo – y el mundo de negocios – es más complejo, con problemas dinámicos que necesitan soluciones no lineales. La comunicación y la posibilidad de los consumidores de aprender más sobre las empresas, productos, servicios y competidores a través de redes sociales e información en línea, hacen que haya un cambio (un “shift”) en el poder de las grandes marcas y empresas. Como todo cambio, esto se puede ver como una amenaza o una oportunidad. En The Opposable Mind y en su presentación en el Drucker Forum, Martin sugiere que el rol del líder es hacer que los sistemas dentro de una organización sean más abiertos. De esta manera una organización puede tomar ventaja de la complejidad a través de diferentes dominios y mentalizando modelos opuestos para resolver problemas y crear oportunidades para nuevos negocios. No todos los grandes líderes, gerentes o emprendedores usan pensamiento integrante, pero yo diría que cada uno de nosotros, en nuestros proyectos y trabajos, podemos pensar de una forma más creativa, usar todos los recursos disponibles, e integrar recursos del exterior para que hayan soluciones más cercanas a lo que necesitan nuestros clientes internos y externos.

 

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