El presidente estadounidense Joe Biden firmó esta mañana una orden ejecutiva, requiriendo a la Comisión Federal de Comercio (FTC) que obligue a las empresas de tecnología a permitir que los consumidores reparen sus propios dispositivos, a dar el derecho a reparar, o utilizar al técnico de su elección, en lugar de tener que recurrir a técnicos de reparación autorizados.

En este sentido, la iniciativa de Biden busca exigir a los grandes fabricantes, incluidos Apple, Amazon, Microsoft, John Deere, General Electric y Tesla, que pongan a disposición todos sus manuales de reparación, herramientas, componentes y piezas, así como un código de software patentado que permita determinar la función de cada componente y así poder cumplir con el derecho a reparar, reclamado por los consumidores.

La orden ejecutiva de Biden es parte de un creciente movimiento reciente -derecho a reparar- para permitir que los consumidores reparen sus propios dispositivos, en incluso en la misiva a la FTC, el texto de la Casa Blanca menciona específicamente a los fabricantes de teléfonos celulares y herramientas agrícolas.

La relevancia de la iniciativa es tan notoria, que incluso puede obligar a los fabricantes a reconsiderar cómo se fabrican los productos para garantizar que sean más duraderos y más fáciles de reparar.

En este sentido, el cofundador de Apple, Steve Wozniak, expresó sus puntos de vista sobre el tema y dijo que las personas detrás del movimiento por el “derecho a reparar” están haciendo lo correcto. No habríamos tenido Apple si no hubiera crecido en un mundo de tecnología abierta, un mundo de electrónica abierta”, dijo.

Ahora, la normativa del presidente Biden intenta poner fin a un problema que data más formalmente desde 2019, precisamente con las costosas reparaciones de las maquinarias agrícolas y cómo ello afectó al campo y originó numerosas iniciativas legislativas desde Arkansas y Tennessee.

Oportunamente, Massachusetts aprobó una ley de “derecho a reparar” automóviles; y más de una docena de estados han introducido nueva legislación este año que obligaría a las empresas a proporcionar los materiales necesarios para posibilitar su reparación.

‘Derecho a reparar’, un cambio de conciencia

La FTC inició una investigación sobre el tema y el mes pasado el representante estadounidense Joe Morelle, de Nueva York, presentó una iniciativa de ley nacional sobre el “derecho a reparar”, que ahora queda superado por el decreto de Biden.

Parece que los tiempos de Estados Unidos de tirar las cosas en el caso que dejen de funcionar, se están acabando, y si bien para quienes impulsan esta cuestión apuntan en gran medida, a un asunto medioambiental, invita a pensar en la gran crisis que ha generado el Covid-19 y en la falta de dinero para reemplazar los bienes, como en otras épocas.

Se sabe que los estadounidenses gastan 1,480 dólares por hogar al año en productos electrónicos nuevos y descartan 6.9 millones de toneladas de desechos electrónicos en el mismo lapso, según un informe del Public Interest Research Group, un grupo de defensa del consumidor que hace campaña abogando por el “derecho a reparar”.

En los últimos años, gigantes tecnológicos como Apple y Microsoft han reducido la capacidad de los consumidores para reparar dispositivos por su cuenta, lo que les permite arreglar sus aparatos solo en las tiendas oficiales, que según los defensores de los consumidores, aumenta los costos de reparación de manera exponencial.

Los productos de hoy en día están hechos para ser ensamblados fácilmente pero no para ser desarmados, ya que su estructura depende de pegamento o tornillos pequeños, por lo tanto la iniciativa surge como un gran freno a las prácticas actuales, sobre todo de marcas como Apple y Sony, entre.

En contrapartida, el debate comienza: “Obligar a los fabricantes a proporcionar acceso sin restricciones a claves digitales e información patentada pondría en peligro la seguridad de miles de productos conectados a Internet“, dijo Carl Holshouser, vicepresidente senior de TechNet, una asociación norteamericana que representa a los directores ejecutivos del sector tecnología.

En la misma línea, afirma que “permitir que terceros no autorizados accedan a información de diagnóstico, software, herramientas y piezas sensibles también crea más riesgo de fraude. Los especialistas en reparación autorizados ayudan a garantizar la capacitación, la calificación y verificación adecuadas del fabricante para tratar con software, piezas e información de diagnóstico sensibles”.

En el caso de Tesla, ha se ha fundamentado adversamente, sosteniendo que esta situación amenaza la seguridad de los datos y la ciberseguridad, entre otros aspectos.

Apple, por su parte, ha sido menos reticente a estos cambios y ha tomado algunas medidas para ampliar el acceso de los consumidores a las reparaciones de sus dispositivos y reducir los desperdicios electrónicos.

En marzo, la factoría de Cupertino amplió su programa de proveedores de reparación independientes y gratuitos a más de 200 países y abrió el acceso a piezas originales, herramientas, manuales de reparación y diagnósticos para reparaciones fuera de garantía.

Finalmente, el asesor económico de la Casa Blanca, Brian Deese, dijo que la orden ejecutiva, está diseñada para impulsar “una mayor competencia en la economía, al servicio de precios más bajos para las familias y salarios más altos para los trabajadores”.

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