Cuando me preguntan qué tecnología es ideal para comenzar a migrar hacia un modelo de Manufactura Digital, respondo que el primer paso tiene que ver con un cambio de cultura en general en la organización. Una transformación en la visión del negocio, por parte del consejo o el C-Level, una nueva forma de concebir la innovación y, desde luego, una manera novedosa de trabajar a nivel operativo.

Las tres van al mismo tiempo y deben ir hacia el mismo rumbo. Por ejemplo, si la visión de los principales tomadores de decisión apunta a transformar el modelo de negocio a través de la inteligencia artificial, en consecuencia, la estrategia de innovación debe basarse en iteraciones ágiles con alta carga de incertidumbre —sí, insisto en que la IA se parece más a un proceso de Investigación y desarrollo que a una implementación de TI, algo que resulta clave de comprender en las organizaciones que han sido poco innovadoras—; desde luego, con esta visión, el personal operativo debe sentirse con la plena confianza de adoptar esas tecnologías que son resultado de los procesos de innovación y mejorar los KPIs para los que fueron creadas.

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Entender esto es clave para aquellas organizaciones industriales que aspiran a convertirse en Digital Lean; es decir, la combinación de esas filosofías de manufactura esbelta orientadas a identificar cualquier parte del proceso que no agregue valor con el fin de eliminarlo o modificarlo, con las tecnologías emergentes de Industria 4.0 -IoT, Big Data, Inteligencia Artificial-, que se basan en la explotación de los datos que generan equipos, sistemas, procesos, etc, para tener una operación más eficiente en términos de costos.

Pensando en este caso, los departamentos de OT -dueño de los procesos de producción- e IT -dueño de los sistemas y la infraestructura- deben establecer una forma novedosa y ágil de trabajar, pues el primero conoce a detalle el problema a resolver, el equipo, la gente involucrada, mientras que el segundo puede facilitar la conexión a sistemas, acceder a bases de datos, etc. En un modelo de Digital Lean, ambos coexisten con el mismo fin.

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Pensemos en casos de uso donde ambas áreas desarrollen proyectos en común bajo este modelo de Manufactura Digital Esbelta.

OEE (sin necesidad de alimentar la información de forma manual). La implementación de un proyecto de IoT es posible generar datos de cualquier equipo y comunicarlos a cualquier dispositivo con ayuda de una red industrial que vive en la nube.

SMED. Los operadores ahora pueden seguir una serie de pasos guía mediante una tableta o, incluso, incorporando realidad aumentada para optimizar su proceso sin necesidad de someterse a una capacitación extensa. 

Kanban. Antes, un operador tenía que enviar la orden para reabastecer algún material. Hoy es posible usar sensores de presencia, visión artificial o tags de RFID para identificar niveles de stock y automatizar las órdenes de surtimiento.

Root Cause Analysis. Con el uso del IoT, Big Data e IA podemos desarrollar algoritmos que, en cuestión de instantes, son capaces de realizar análisis a profundidad respecto a paros no programados, cuando anteriormente esto podía tomar días.

Esto, desde luego, tiene un impacto operativo significativo. Según Bain & Company, la combinación de iniciativas digitales y esbeltas puede ayudar a reducir costos hasta en 30% -cuando los esfuerzos tradicionales logran un 15%-. Por su parte, Deloitte señala que estas iniciativas conducen a un aumento de 10-20% en eficiencia de activos, 10-25% en mejora de calidad y de 20-30% en reducción de costos.

Al final de cuentas, los beneficios de combinar Lean Manufacturing e Industria 4.0 son mayores que lo que hemos visto en la historia de las revoluciones industriales. Pero todo empieza con un cambio de mentalidad.

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Contacto:

El autor es cofundador de Gesta Labs, estudio de innovación en Industria 4.0

E-mail: [email protected]

LinkedIn: Marcelo De la Garza

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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