Cuando Radio Centro no pudo pagar lo necesario por una de las dos cadenas de TV que licitó el gobierno, surgieron muchas preguntas sin respuesta. La más importante fue: ¿qué se hará para rescatar las frecuencias de una de las cadenas que se quedó huérfana?  Elena Estavillo, comisionada del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), explica los tres posibles escenarios.   Los reflectores están de nueva cuenta sobre el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). El órgano regulador tendrá que decidir el uso que se le dará a las 123 frecuencias que dejó vacantes Grupo Radio Centro, luego de que la compañía de Francisco Aguirre incumpliera el pago de la contraprestación por una de las dos cadenas de televisión nacional que se licitaron este año. “Uno de nuestros principales mandatos es que el espectro se ocupe eficientemente, por lo que, al ver que estas frecuencias se quedaron sin asignar en la licitación, es muy importante determinar el esquema para ponerlas nuevamente a disposición del mercado”, explica en entrevista con Forbes México María Elena Estavillo Flores, comisionada del IFT. El destino de las frecuencias de la cadena de TV se resume en tres opciones: lanzar una nueva licitación para una cadena nacional de televisión digital, diseñar la licitación en bloques de frecuencias regionales o destinar el espectro para servicios distintos de los de la pantalla chica, como la telefonía móvil. El órgano de regulación que preside Gabriel Contreras cumplió en tiempo y forma con los ordenamientos legales de la reforma de telecomunicaciones para licitar las cadenas de televisión, en la que resultaron ganadores las empresas Grupo Radio Centro y Cadena Tres, del empresario Olegario Vázquez Aldir, por lo que no hay un lapso obligatorio para que tome una decisión en el caso. A pesar de que no existen plazos legales, el tiempo parece ser un activo importante que el regulador tiene en sus manos. “Esperemos que lo haga rápido el IFT, porque de lo contrario el impulso de apertura al mercado de la TV irá perdiendo fuerza en beneficio de los operadores actuales y en detrimento de las audiencias”, opina Gabriel Sosa Plata, especialista en telecomunicaciones y académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Estas son las tres rutas y los escenarios que se encuentran sobre la mesa del regulador para escribir uno de los capítulos finales en la reciente historia del negocio de la televisión:   1. Nueva licitación para obtener una cadena nacional de televisión La tarde del 10 de abril tal vez no fue la mejor para Francisco Aguirre. Ese día, Grupo Radio Centro anunció en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) el incumplimiento del pago de 3,058 millones de pesos (mdp) que había ofertado para obtener la concesión de la cuarta cadena de televisión nacional, monto 69.1% superior a lo ofertado por Cadena Tres, firma que hizo una propuesta económica de 1,808 mdp. La decisión de Radio Centro convirtió a Olegario Vázquez Aldir en el único nuevo jugador (hasta el momento) en la TV y abrió la puerta al panorama que enfrenta el IFT: el análisis que traerá consigo la utilización del espectro disponible. El diseño de una nueva convocatoria para licitar una cuarta cadena nacional de televisión digital es uno los primeros escenarios que se podrían dar en el IFT. “Es una de las opciones más deseables”, dice Rogelio Bustamante Bello, especialista en telecomunicaciones y profesor en Ingeniería Mecatrónica del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México.   2. Licitación de bloques de frecuencias regionales Otra opción es “no determinar esos grupos (de frecuencias), sino ofrecer las frecuencias de forma individual y que sean los interesados quienes las puedan agrupar de acuerdo con sus intereses, y ahí podríamos llegar hasta el extremo de que si hay un interesado que quiera la cobertura nacional, pues que el diseño de la licitación permitiera hacer  ese tipo de agrupaciones”, dice la comisionada del IFT, María Elena Estavillo Flores. Se trata de un modelo flexible que puede permitir a los participantes elegir las señales que desean adquirir por interés geográfico, sin importar el número específico de frecuencias, de acuerdo con los intereses de los grupos empresariales que participarían en un modelo de este tipo. “Es un diseño de la licitación que sea flexible para que sean los mismos participantes quienes determinen si quieren una, dos frecuencias con cobertura regional, dos o tres en diferentes plazas que por alguna razón les resulten atractivas o también la oferta por toda la cobertura nacional”, explica. Con la experiencia que generó el IFT de la última licitación, los tiempos podrían reducirse al estar emitida la opinión en materia de competencia. “Ésta es una parte que podría ser más eficiente en este momento.” Asimismo, el modelo de sobre cerrado podría contribuir a eficientar los tiempos en una posible nueva licitación, ya que sólo es una ronda de propuestas y no varias, como en otros modelos. La elección de un modelo de cobertura nacional, regional o local podría influir en el diseño de la licitación si se opta por este procedimiento. Una opción que podría agilizar los tiempos en un posible proceso. Para Gabriel Sosa Plata, ésta es una de las mejores oportunidades por la que se podría optar: “La opción que se ha comentado para licitar cadenas regionales de TV me parece viable técnicamente y, a mi parecer, tendría mayores posibilidades de éxito que una cadena nacional. Las cadenas regionales podrían ser un incentivo para la producción local y para el desarrollo económico de las poblaciones a las que se pretenda servir.” En ello coincide Rogelio Bustamante Bello, profesor del Tecnológico de Monterrey, quien no ve otro destino para las frecuencias que no sea el de su uso para las transmisiones de televisión. Sosa Plata, de la UAM, asegura que este modelo traería buenas noticias para empresas como Televisa, de Emilio Azcárraga; TV Azteca, de Ricardo Salinas Pliego, y Cadena Tres, ya que no competirían con otro jugador nacional por los presupuestos de publicidad. La reforma en el sector restringía la participación de los concesionarios de la televisión que contaran con más de 12 megahertz (MHz) de espectro, hecho que dejaba fuera del juego a Televisa y TV Azteca. Por ahora, nada está escrito en este sentido. “También debe reconocerse que este camino podría derivar en una mayor oferta de contenidos locales, que desde el nacimiento de la TV han hecho falta en el país”, explica Sosa Plata. Actualmente, Televisa y Televisión Azteca concentran cerca de 100% de los más de 42,000 millones de pesos (mdp) que se generan en el mercado, aunque el IFT espera que en los próximos cinco años las dos nuevas cadenas obtengan hasta 16% de las ganancias (8% cada una). Olegario Vázquez Aldir se encuentra listo para competir por los montos de publicidad que sus ahora competidores tienen en los bolsillos. Los dos jugadores pueden luchar por las frecuencias regionales y ganar los montos publicitarios en las nuevas plazas. Aunque la tendencia no beneficia las expectativas de la publicidad en la pantalla chica. En 2013, la inversión en internet tuvo un crecimiento de 31% en comparación con un año previo, lo cual le permitió alcanzar los 8,355 mdp, de acuerdo con el último Estudio de Inversión en Internet, que elaboran la IAB México y la consultora PwC.   3. Una banda para otros servicios Existe una tercera opción que podría causar sorpresa: “Otra alternativa que nunca hay que descartar es sobre el uso más eficiente que tengan las frecuencias en particular. También ahí se abre la posibilidad de evaluar que esta banda se pueda usar para otros servicios, y no necesariamente para atender radiodifusión”, dice la comisionada Estavillo. Este uso de la banda es conocido en otros países como el ‘segundo dividendo digital’, señales que tradicionalmente se han utilizado en servicios de radiodifusión, pero que algunas naciones han utilizado en servicios móviles de telecomunicaciones, un proceso que se explora en la actualidad en Estados Unidos. La banda de los 600 MHz, que se destina a televisión abierta, puede ser utilizada para extender el uso de la tecnología inalámbrica móvil, es decir, para telefonía celular u otros servicios de telecomunicaciones. Sin embargo, esta opción no resulta factible para el caso de México, asegura Rogelio Bustamante: “No se puede ocupar para estos servicios, ya que tiene una vocación para brindar servicios de televisión abierta digital.” Estavillo asegura que esta opción y todas las demás que se consideran privilegiarán el uso más eficiente que se le puede dar a las frecuencias. “Uno de los análisis que siempre hay que hacer es sobre el uso más eficiente que tengan las bandas que estamos contemplando, de acuerdo con las tecnologías que se han ido desarrollando, con la oferta de equipos que existan en el mercado y también sobre la demanda de los servicios que hay en la población. Las decisiones que hay que tomar tienen que contemplar todos estos aspectos para llegar a una decisión sobre el uso más eficiente contemplando todos estos factores.”   Manos a la obra Los análisis técnicos son una de las trincheras que determinarán la opción final del IFT: “La oferta de equipo es importantísima. Nosotros no podemos asignar bandas sin considerar el uso que se hace en otros países, porque de eso depende que las mismas empresas que desarrollan equipo generen alternativas razonables que se puedan utilizar en este país.” En este sentido, la Unidad de Espectro Radioeléctrico, encargada de hacer la evaluación de cómo se están utilizando las bandas de frecuencia en otros países, así como la Unidad de Competencia Económica del IFT, la cual se encarga de analizar el acceso del espectro en ciertas regiones y la pertinencia de ofrecer una mayor competencia de señales, serán cruciales en las decisiones que pudiera tomar el pleno del instituto que preside Gabriel Contreras. “La competencia permite bajar precios, incrementar los servicios, la cobertura, la calidad, etcétera. Todas estas decisiones son multifactoriales y se nutren con diferentes análisis y el seguimiento que hacen las diferentes áreas del instituto. No es algo automático o que se pueda generar fácilmente con un solo instrumento de análisis, sino que hay que considerar muchos aspectos”, explica Elena Estavillo. Gabriel Sosa Plata sabe que este nuevo capítulo no será sencillo: “Un escenario ideal habría sido la licitación de una nueva cadena nacional, de varias cadenas regionales, e incluso canales locales, pero habría que analizar la disponibilidad de frecuencias y las posibilidades de estas televisoras en el ecosistema comunicacional cada vez más diversificado y los nuevos hábitos de consumo mediático de la población, sobre todo de los jóvenes… Sin embargo, no será una apertura sencilla. Deben realizarse los estudios técnicos, económicos y sociales para determinar qué canales entrarían en la licitación y en qué regiones.” Elena Estavillo reconoce que el futuro de las frecuencias no se encuentra en la agenda de trabajo del IFT de este año, pero es un pendiente que no pierde atención por parte de los comisionados del órgano regulador. “Es un tema al que le estamos dando relevancia para tenerlo a la brevedad posible. No puedo adelantar fechas, pero sí está en el interés de todos los comisionados que podamos definir un nuevo esquema muy pronto.”

 

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