Por: Dora Valdez*

 

El mundo vive una gran incertidumbre por el coronavirus, pero más allá de hablar de las cifras, las posturas de los gobiernos o de los efectos en la bolsa, exploremos algunas ideas que podrían servir a las empresas y a los empresarios, con un enfoque práctico e inmediato.

Sabemos que en México son pocas las empresas con esquemas de trabajo a distancia, también conocido como home office. Dado que hoy las circunstancias lo exigen, la primera recomendación es acercarse con expertos en la materia o colegas que ya lo hayan implementado exitosamente en sus empresas.

Crea tu propia política de trabajo a distancia tan pronto te sea posible. Estos lineamientos y medidas son importantes para establecer las expectativas, los derechos y los límites para los colaboradores. Por lo mismo, la comunicación es tan importante como su creación: carga el documento con una redacción clara y explícita a plataformas de firmas virtuales para asegurarte de que todos lo hayan leído y entendido.

Posteriormente, recurre a alguna de las metodologías para administrar colaboradores a distancia. Emplea alguna que te permita especificar el qué, el cómo y el cuándo de sus entregas. La idea es automatizar cuanto sea posible y evitar el micromanagement en Whatsapp.

Una de las metodologías más recomendadas es la de OKR (Objectives and Key Results), ya que facilita mucho medir el desempeño de cada colaborador. Para más información sobre ella, recomiendo leer el libro de Measure What Matters de John Doerr, o contactar a algún experto que la conozca y la haya implementado con éxito.

Además, recordemos que hoy más que nunca necesitamos practicar la empatía, ya que desconocemos la situación emocional y financiera de nuestros compañeros. Para atender esto, conéctate por videollamada con tu equipo todos los días, de 30 a 40 minutos. En estas interacciones se sugiere que cada participante tenga de tres a cuatro minutos para contestar las siguientes preguntas: ¿qué reto (profesional o personal) tuve hoy?, ¿qué quisiera compartir con el grupo?, etcétera.

Por último, antes de pensar en dar de baja a tus colaboradores, aquí planteo algunas alternativas:

Crea un programa de vacaciones no pagadas, en el que todos los miembros de la compañía, incluyendo socios y dueños, se tomen cuatro semanas; no tienen que ser consecutivas ni al mismo tiempo; la idea es ofrecer alternativas para que cada quien ponga su granito de arena y todos conserven su trabajo.

Reduce la semana laboral. Otra opción es que el trabajo pagado desde casa sea solo de tres o cuatro días en vez de la semana completa. Así, los empleados seguirían recibiendo un ingreso, sin necesidad de que haya despidos, mientras todo vuelve a la normalidad.

Suspende temporalmente los bonos y pagos extraordinarios. Esto te permitirá atender lo principal en estos momentos: cubrir la nómina. Con una buena comunicación y una gran cultura de trabajo, el equipo seguro entenderá y apoyará la decisión.

Contrata más freelancers. Si llegaras a necesitar de apoyo adicional, trata de que tus contrataciones sean orientadas a entrega de resultados y por proyecto, lo que te evitará tener menos empleados de planta y más freelancers.

Por último, no dejes de detectar oportunidades para tu negocio en esta época del COVID-19. Muchas veces tenemos las respuestas enfrente de nosotros, pero el estrés nubla la visión y el buen juicio. Organiza sesiones de brainstorming con tu equipo y compartan ideas distintas e innovadoras para salir de esta situación atípica con éxito. Como decía Albert Einstein: “Es cuando nos encontramos en dificultades cuando nacen las oportunidades”.

  Contacto: Dora Valdez es miembro de la Women Presidents’ Organization Capitulo Monterrey  
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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