El IFT se encuentra a 5 días del plazo límite para emitir las declaratorias de agentes económicos preponderantes, las cuales impondrán nuevas obligaciones para las empresas de telecomunicaciones del segundo hombre más rico del mundo, y también definirán el futuro de las telecomunicaciones.   Por Roberto Arteaga y Francisco Muciño   La fecha límite para que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) determine a los agentes económicos preponderantes está por llegar, y la sentencia parece inevitable: antes del 9 de marzo, América Móvil, empresa de Carlos Slim, será dictaminada bajo esta categoría. “El impacto (que traerá esta decisión) es negativo para un participante que concentra el 70% del mercado móvil, y el 80% del mercado fijo de telefonía”, asegura Andrés Audiffred Alvarado, analista del sector de Telecomunicaciones del banco Ve por Más. Las empresas del segundo hombre más rico del mundo, según la última lista publicada por Forbes, serían sometidas a las reglas que el regulador les imponga, las cuales podrían ir desde fijar tarifas de interconexión, hasta el uso abierto de su infraestructura por parte de los competidores. La decisión que tome el IFT esta semana se espera que siente las bases para una mayor competencia en el sector de las telecomunicaciones, pero no se encuentra exenta de riesgos que amenazan este primer paso del organismo presidido por Gabriel Contreras Saldívar. “Si el criterio del IFT implica la destrucción de incentivos a invertir o aumentar productividad por parte de las empresa dominantes, y sólo introduzca incentivos a introducir colusión tarifaria en el caso de que éstas se regulen por el instituto, entonces las consecuencias serían altamente negativas”, dice Fernando Butler Silva, analista en regulación del sector de Telecomunicaciones  y ex presidente del Colegio Nacional de Economistas. Pero no sólo la operación de América Móvil se encuentra en juego, el IFT enfrenta su mayor prueba de fuego desde su nacimiento, la cual definirá el nuevo orden de las telecomunicaciones en México.   Las reglas del juego   El presidente Enrique Peña Nieto presentó la iniciativa de reforma en telecomunicaciones el 11 de marzo de 2013. Como principales novedades, la propuesta del Ejecutivo permite la inversión extranjera al 100% en telecomunicaciones y de 49% en radiodifusión, la creación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), organismos autónomos y estatuto orgánico que sustituyeron a la Cofetel y la CFC. La reforma, promulgada el 11 de junio del año pasado, también da facultades al IFT para determinar la preponderancia de los agentes económicos. La declaratoria de preponderancia se determinará, según el decreto: “En razón de su participación nacional en la prestación de los servicios de radiodifusión o telecomunicaciones, a cualquiera que cuente, directa o indirectamente, con una participación nacional mayor al cincuenta por ciento, medido este porcentaje ya sea por el número de usuarios, suscriptores, audiencia, por el tráfico en sus redes o por la capacidad utilizada de las mismas”. Esto implicaría que el agente económico declarado preponderante sea sujeto de una regulación asimétrica, es decir, que el IFT aplique medidas específicas para la empresa en favor de una mayor competencia en el mercado. “Es muy claro, por lo menos en telecomunicaciones, que el grupo América Móvil que integra a Telcel  y Telmex (Teléfonos de México), va a ser declarado preponderante”, asegura Fernando Butler Silva, analista en regulación del sector de Telecomunicaciones  y ex presidente del Colegio Nacional de Economistas. La declaratoria de preponderancia se distingue de dominancia, la cual aplicaba la antigua Comisión Federal de Competencia (CFC), en que ésta consistía en que una empresa con posición dominante en el mercado, comete prácticas diferentes a las del mercado con el objeto de proteger o mantener su posición. La mayoría de las declaratorias de dominancia que emitió la CFC fueron en el sector de telecomunicaciones, pero las empresas involucradas, como Telcel y América Móvil, impugnaban las decisiones del órgano regulador. Estas controversias terminaron en juicios y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tuvo que pronunciarse sobre las facultades de la CFC en esta materia. Hoy, los cambios en las normatividad regulatoria impondrán una nueva dinámica del mercado en el que participan las empresas de Carlos Slim, panorama que parece irreversible. Miguel Flores Bernés, analista en temas de competencia, considera que a pesar de que el IFT cuenta con la capacidad técnica para pronunciarse sobre la preponderancia de los agentes en el sector, pero los tiempos y la ausencia de un marco jurídico dificultarán la labor del organismo. “El IFT tendrá que emitir una declaratoria de preponderancia, que es diferente a la de dominancia, sin un marco jurídico hecho para eso. Creo que el texto constitucional tampoco les ayudó mucho, porque fue redactado no con la mejor técnica en materia en competencia económica mundial”, dice.   Las condiciones El pasado 26 de febrero, Grupo Salinas presentó ante el IFT un documento que plasma la exigencia que las empresas contrarias a Slim buscan con la declaratoria de preponderancia. “Los consumidores vamos a tener una multiplicidad de posibilidad de prestación de servicios, un aumento de competencia, con lo que se tendrán mejores servicios e innovación, y precios más bajos”, aseguró a Forbes México Eduardo Ruiz Vega, director de Cumplimiento Regulatorio en Telecomunicaciones de Grupo Salinas. Para América Móvil se encuentran en juego 2  elementos esenciales que buscan conseguir sus competidores: 1. Desagregación del bucle local: La regulación permitiría a otros operadores de telecomunicaciones la prestación de servicios a través del uso del cableado que, actualmente es propiedad de Telmex, proceso conocido como desagregación del bucle local (Local Loop Unbundling, en inglés). Butler Silva dice que el IFT debe ser sumamente cuidadoso en no destruir los incentivos con las condiciones que fije para las empresas declaradas preponderantes  a través. 2.  Fijar tarifas: Las tarifas ofertadas al público, así como las de interconexión por las empresas consideradas como agentes económicos preponderantes deberán ser reguladas por el IFT. El fijar tarifas finales podría ser negativo para la empresa telefónica, por lo que es recomendable que la regulación en las tarifas se dé en los precios de interconexión que fija el virtual jugador preponderante. El ex comisionado de la CFC también resalta que el IFT deberá procurar que la regulación no sea excesiva y limite la operación de las compañías, y descartó que fijar tarifas en telefonía, por ejemplo, sea una medida acertada. “Fijar tarifas para el usuario final le quita a las empresas la oportunidad de diseñar estrategias de tarifas para determinados consumidores. Muchos usuarios se verían beneficiados con tarifas de mayoreo, pero si les quieres cobrar lo mismo a todos, no va a funcionar”, asegura.   ¿Quién gana? Pero no todas las empresas perderán con la declaración de preponderancia, mientras el Goliat de las telecomunicaciones merma su fuerza, empresas con un menor tamaño, comparadas con América Móvil, como podrían ser Maxcom y Axtel, tendrían sobre la mesa la oportunidad de crecer en el largo plazo. “Estas compañías serían beneficiadas, ya que podrían acceder a la infraestructura del dominante u obtener unas tarifas de interconexión menores a las que actualmente se pagan”, dice el analista de Ve por Más. A pesar de que Televisa también podría ser declarado un actor preponderante en el mercado de la televisión, el peligro que rondaría a sus ganancias es menor al del consorcio de Slim, ya que las ganancias por retransmisión no representan más del 40% de sus ingresos, según las últimas cifras de 2013. La diversificación de la empresa de Emilio Azcárraga en otros sectores como el de televisión de paga o el sector editorial, entre otros le permitiría salir mejor librada de la nueva regulación que le sería aplicada. En el caso de las empresas de Carlos Slim, éstas ya analizan la busqueda de nuevos mercados de telefonía en países emergentes, como es el caso de Brasil, pero no es la única región en donde podrían colocar su apuesta. “Hay rumores de que la compañía está buscando participar en India, pero en la última conferencia de resultados no confirmaron esto, pero si aceptaron el interés en otras regiones”, dice Andrés Audiffred. Lo único cierto es que un escenario probable es que la normatividad reglamentaria de las declaraciones de preponderancia que hará el IFT sea reafirmada en las leyes secundarias en telecomunicaciones, que las acciones de América Móvil en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) podrían enfrentar un periodo de volatilidad ante la incertidumbre de los inversionistas. Los títulos de América Móvil en la BMV se han depreciado 19.7% desde su mayor alza en los últimos 3 años, el 4 de julio de 2011, cuando el precio por acción alcanzó los 15.86 pesos, mientras que ayer sus documentos cotizaron al cierre en 12.73 pesos. Y aunque parece una opción lejana, dados los tiempos que podría imponerle el cumplimiento de la declaratoria de preponderancia, Audiffred Alvarado vislumbra una esperanza para Slim: “Habrá que ver las revisiones que se hagan a los títulos de concesión, que es uno de los puntos que de la reforma no se hablan tanto. El que se haga una modificación a los títulos de concesión de una compañía le podría permitir servicios que actualmente no ofrece: la televisión”. Gabriel Sosa Plata, estudioso del sector de las Telecomunicaciones y académico de la Universidad Autónoma de México, tiene su apreciación sobre este aspecto: “No creo que le quiten el candado a Telmex para ofrecer televisión esta semana, será un análisis que vendrá después de que las empresas de Carlos Slim cumplan las condiciones como agente preponderante. Será la carta de negociación del IFT”.

 

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