¿Qué tienen en común sustentabilidad y la Bolsa de Valores?

La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) comercializa instrumentos de deuda o commodities con el objetivo de destinar recursos para financiar proyectos nuevos o ya existentes enfocados en reportar beneficios sociales o ambientales. Con la emisión de los bonos verdes, sustentables, sociales o de carbono, la institución que dirige José Oriol-Bosch se convirtió en la primera bolsa de valores de América Latina que impulsa los mercados sustentables. El Bono Verde se enfoca en financiar proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático tales como energía renovable, transporte limpio, construcción sustentable, eficiencia energética, manejo de agua y desechos. Cualquier entidad gubernamental o privada que cumpla con la certificación puede emitir los bonos verdes. La acreditación de que el uso de recursos estará ligado a los sectores enfocados en financiar o refinanciar proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático, es indispensable para que un instrumento sea considerado como Bono Verde. El Bono Social tiene por objetivo financiar proyectos que generan beneficios sociales enfocados en la generación de infraestructura básica accesible como alcantarillado, saneamiento, transporte, entre otros. Este bono también incluye proyectos de generación de empleo, apoyo a sectores o a comunidades excluidas socialmente, apoyo a sectores de vivienda en pobreza o marginación, así como grupos vulnerables, personas discapacitadas, migrantes, seguridad alimentaria, apoyo a sectores sin acceso a la educación y servicios. Para los proyectos que destinan recursos en la generación de impactos sociales y ambientales, están los instrumentos de deuda conocidos como Bonos Sustentables. Los Bonos de Carbono se refieren a un instrumento de commodities y tiene el objetivo de destinar recursos a bonos negociados en un mercado voluntario de carbono existente en México desde el 2013. Estos integran la reducción certificada de emisiones que equivale a 1 tonelada de CO2, reducida o no emitida a la atmósfera y que se comercializa con el fin de compensar emisiones. En ese sentido se permite a las empresas convertir sus servicios y productos en carbono natural, neutralizando su impacto ambiental, señala la BMV.