La compra de Life Technologies por parte de Thermo Fisher implica la entrada de un nuevo jugador al mercado de la secuenciación, dominado por 454 Life Sciences, ahora propiedad de Roche, e Illumina.   Por Matthew Herper   En un acuerdo que podría tener un gran impacto en el futuro de la tecnología de secuenciación de ADN, la empresa de equipos de laboratorio Thermo Fisher Scientific compró a su rival Life Technologies por 13,600 millones de dólares (mdd) en efectivo y la asunción de 2,200 mdd en deuda. El acuerdo valora las acciones de Life en 76 dólares por acción. Eso es más de lo que muchos analistas de la industria esperaban que la compañía pudiera obtener en una venta. Life, que ha logrado un crecimiento de sus ingresos de sólo un dígito a pesar del éxito de Ion Torrent, su división de secuenciación del ADN, ha estado en el bloque de subasta desde enero, cuando anunció que estaba explorando opciones estratégicas. Según la agencia Reuters, que fue la primera en reportar la noticia del acuerdo, Thermo superó las ofertas de dos rivales, un consorcio de empresas de capital privado liderado por Blackstone, Carlyle y KKR, y Roche, que también había mostrado interés en el rival de Life Tech, Illumina, el líder en el mercado de la secuenciación del ADN. Pero Thermo dijo en un comunicado de prensa y en una conferencia que sería capaz de hacer rentable el negocio, ya que podría hacer que el acuerdo funcione financieramente aunque Life Tech siga aumentando sus ventas en sólo 3% al año, ya que será capaz de eliminar costos por 250 mdd para su tercer año. Thermo también bajará la carga impositiva de Life Tech. A final de cuentas, tanto Thermo como Life son, básicamente, compañías que venden equipos de laboratorio para los científicos del mundo académico y la industria. Aunque se trata de una empresa científica, es también una en que las fuerzas de ventas y la escala importan, y la capacidad de combinar productos y llegar a muchos más investigadores es lo que hace que la fusión tenga sentido. Un consorcio de capital privado o una farmacéutica no podría encontrar las economías de escala que Thermo aparentemente sí puede. Sin embargo, la gran pregunta es lo que la nueva propiedad significará para la pequeña filial Ion Torrent. Life se formó por la fusión de Invitrogen, una empresa de reactivos de biotecnología, y Applied Biosciences, la compañía que fabrica las máquinas que la empresa privada Celera Genomics y el Human Gebnome Project, el proyecto financiado por el gobierno de Estados Unidos, utilizaron para crear las primeras secuencias del código genético de una persona. Pero Applied Bio ha perdido la mayor parte del mercado de la secuenciación del ADN, primero frente a 454 Life Sciences, ahora propiedad de Roche, y luego frente a Illumina, de San Diego, que se ha convertido en el líder en el campo de la secuenciación del ADN. Como resultado de toda esta competencia y de las nuevas tecnologías, la secuenciación del ADN se ha abaratada a una velocidad increíble. En el año 2007 costaba 1 millón de dólares crear un genoma humano. Ahora, algunas aseguradoras han pagado a médicos alrededor de 20,000 dólares por secuenciar todo el ADN de un paciente. Ion Torrent, creación del empresario de la biotecnología Jonathan Rothberg, entró en este mercado en 2010. Rothberg descubrió la manera de hacer un secuenciador de ADN utilizando piezas de semiconductores que podrían ser significativamente más baratas que las máquinas vendidas por Illumina. Esta ventaja de precios ha hecho de Ion Torrent el principal competidor de Illumina, también gracias a que otras compañías como Pacific Biosciences of California y Complete Genomics han fallado en desarrollar avances significativos. Pero, según Cowen & Co., Ion Torrent se encuentra en la posición extraña de generar la mayor parte del crecimiento de ventas de Life sin ser rentable en sí. Alrededor de un tercio del gasto total de la compañía en I + D es destinado a la creación de nuevas máquinas de secuenciación de ADN. La división Torrent debe alcanzar su punto de equilibrio este año. Pero sigue siendo un negocio riesgoso, ya que, aparte de Illumina, que ha mantenido su posición dominante, hay muchísimas otras tecnologías que todavía podrían surgir para desplazarla. La cuestión de qué tan bien la empresa Ion Torrent, que fabrica los equipos de laboratorio que intentan ser el equipo de pruebas de diagnóstico utilizados en los hospitales, va a encajar en Thermo Fisher será muy interesante de ver. Si la apuesta funciona, ¿qué seguirá para la empresa de equipos de laboratorio? ¿Podría haber un cambio de camino? ¿Thermo estará dispuesta a pagar para hacer competitivo al negocio con otros startups? Pero esas son cuestiones a largo plazo. Tanto para los accionistas de Life, que querían salir, y los de Thermo, que probablemente podrán hacer que los números funcionen, esto parece un buen negocio, con depreciación limitada y un gran potencial alcista si Torren se convierte en un jugador real en la medicina, no sólo la ciencia de sobremesa.

 

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