Mientras la situación no llegue al límite, hay dos ‘beneficiarios’ de esta batalla política: los mercados y las economías emergentes.   En teoría, con el cierre de gobierno y un posible default de Estados Unidos, todos pierden. La economía más grande del mundo sería incapaz de cumplir con sus obligaciones financieras, provocando una ola de volatilidad e incertidumbre que sacudiría a todo el mundo. El 17 de octubre está marcado como fecha fatal, pues ese día se le ‘acabaría’ el dinero a Estados Unidos para pagar sus cuentas, calcula del departamento del Tesoro. Por lo que se espera  que republicanos y demócratas lleguen a un acuerdo para ampliar el techo de deuda. Mientras la situación no llegue al límite, hay dos ‘beneficiados de esta batalla política: los mercados y las economías emergentes. La razón: debido al cierre parcial de gobierno, varios reportes sobre empleo, construcción e inflación se han retrasado, lo que impide a la Reserva Federal (Fed) ver con claridad el curso de la economía. Reportes indican que la disminución del programa de compra de bonos, planteada por la Fed para iniciar a fines de este año, puede retrasarse hasta 2014, lo que en principio beneficiaría a los mercados, acostumbrados a la liquidez inyectada por el banco central; y a los emergentes, porque atrasaría la salida de capitales.   Caminando a ciegas Desde que el 1 de octubre el gobierno estadounidense ‘cerró’, afectando solamente actividades no estratégicas para su economía, pero en la medida de que el shutdown government se ha ido dilatando, se atrasa la publicación de reportes necesarios para monitorear el curso de la economía más grande del mundo. Desde el cierre se han retrasado estos reportes correspondientes a septiembre:
  • Gasto en construcción
  • Órdenes de fábrica
  • Cambios en nómina no agrícola
  • Nómina en sector privado
  • Tasa de desempleo
  • Precios al consumidor
  • Precios al productor
  • Producción industrial
  De todos estos datos, el de empleo es el más importante para la Fed, porque es la referencia para la instrumentación de su política monetaria, explica CI Banco en un reporte. “La continuación del impasse político en Washington podría muy bien seguir retrasando la publicación de informes macroeconómicos como el del empleo, que definitivamente moverán la mano de la Reserva Federal en una u otra dirección respecto a los estímulos”, indica Mónica Coronatti, editora de Sala de Inversión América.   Mercados, ¿’beneficiados’ por cierre? El 19 de junio, Ben Bernanke, presidente de la Fed, dejó ver que el estímulo monetario instrumentado desde el comienzo de la crisis en 2008 podría comenzar a reducirse a finales de este año. El anuncio provocó una caída generalizada en las bolsas de todo el mundo. Los mercados se acostumbraron a la inyección de liquidez de la Reserva Federal. En su última reunión de septiembre, la Fed dijo que aún no tenía “evidencia suficiente” de la recuperación de la economía estadounidense, por lo que dejaba sin cambios el programa de compra de bonos mensual por 85,000 millones de dólares (mdd). Con el cierre de gobierno y la falta de acuerdo político, la Fed se estaría quedando con menos evidencias para reducir su estímulo monetario este año. “La Fed se encuentra en la sala de espera de una resolución, con la excepción de que la cercanía de la próxima reunión del FOMC (30 de octubre) hace difícil pensar que la autoridad monetaria moverá ficha respecto al tapering o retiro de estímulos”, responde a pregunta expresa Mónica Coronatti, de Sala de Inversión. Bank of America Merrill Lynch prevé en un reporte que la reducción de compra de bonos no se dará hasta enero de 2014. Hasta ahora, los mercados no han reaccionado al cierre de gobierno con la misma volatilidad que sí lo hicieron cuando se insinuó un retiro de estímulos. Paradójicamente, los precios de los bonos del Tesoro de EU, considerados activos seguros, subieron de precio al comenzar el cese de actividades de gobierno. “Los precios de los futuros de bonos del Tesoro a largo plazo están reaccionando al alza debido a que se considera que este escenario reduce las probabilidades de que la Fed retraiga materialmente sus programas de compra de títulos ante la debilidad de la situación. En este caso, se puede apostar sobre los de los bonos a 10 años del Tesoro”, comenta en un análisis Andrés Cardenal, de Sala de Inversión.   Emergentes ganan tiempo Desde que se anunció el retiro paulatino de estímulos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó que este movimiento “no tiene precedentes” y sus efectos serían diversos, precisamente en las economías emergentes, que han experimentado salidas de capitales. El retraso en el plan original daría tiempo a los emergentes para evitar un ajuste desordenado y evitar volatilidad financiera, según un reporte de Marcos Buscaglia, director de Economía y Estrategias de Renta Fija para América Latina de BofA Merrill Lynch. “El retraso en el retiro de los estímulos favorece a los flujos de capital hacia los mercados emergentes, buscando alcanzar un mayor crecimiento y rendimientos más altos. Los crecientes flujos de capital hacia América Latina permiten continuidad en la fortaleza en el consumo y la inversión”. La polarización política en EU provocó ‘beneficiarios’ circunstanciales. Pero si no se evita el default, nadie ganará.

 

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