“La gente siempre querrá que alguien le monte una play list de música, sentir afinidad, sentir que pertenece a un grupo […]. Por eso va seguir existiendo la radio”.
Mario Pergolini.
Resulta una obviedad decirlo a estas alturas, pero eso no le resta certeza al hecho: Internet nos brinda cada vez más y mejores alternativas en cuanto a radio musical se refiere, más focalizada, más eficaz y extremadamente diversa.
Con la digitalización de la música, los streamings de discos o programas de reproducción como Spotify, Soundcloud o iTunes Radio, tal pareciera que la radio musical ha quedado rebasada; cada vez son menos las personas que te dicen “oye, qué buen programa de radio escuché anoche, el locutor es muy bueno, además programa canciones buenísimas”. Uno se ha convertido en su propio programador de cabecera, quien decide qué escuchar y en dónde intervenir, nos hemos despojado de a poco de aquellos molestos comerciales y canciones malas repetidas hasta la saciedad. La tecnología al servicio del melómano.
No obstante, un buen programa de radio siempre tiene su encanto, su magia. México tiene una vasta tradición radiofónica, que se ha quedado en la memoria colectiva de mucho. Escuchas de jazz, fans de la música rara, programas nocturnos de nicho que fueron la puerta hacia otras latitudes sonoras han permeado en el gusto de la gente. Disfrutamos que un tipo afable y versado nos comparta sonidos extraños y apasionantes.
Ya Marshall McLuhan dijo alguna vez que “la radio afecta a la gente de una forma muy íntima, de tú a tú, y ofrece todo un mundo de comunicación silenciosa entre el escritor-locutor y el oyente”. No podría estar más de acuerdo. Los programas de radio nos enseñan, nos acompañan en nuestra soledad, nos descubren a nosotros mismos y, en el mejor de los casos, se vuelven en una parte importante de ciertos momentos de nuestras vidas.
Algo que he disfrutado muchísimo desde que comencé a usar el Internet fue la posibilidad de escuchar radio de otros países, conocer un país a partir de su radio. Aún me tocó escuchar algunos programas del legendario John Peel y sus selecciones musicales inagotables, y sesiones de antología. Radio 3 de España me mostró otro lado del país ibérico que no conocía, con un gran jazz y una idea de mestizaje musical menos chocosa y sumamente interesante.
La música evoluciona, nuestro gusto se amplía y aunque escuchar radio por Internet no tiene el mismo romanticismo para muchos adeptos al radio análogo con lluvia de falta de sintonía, lo cierto es que hay muy buenas estaciones y programas hoy en día, variadas y geniales. Aquí cinco buenas y disfrutables recomendaciones, para todo aquel que ande en el rock, jazz, la música experimental, del mundo y sus extensísimas variantes. Bienvenidos al programa de esta noche:
1.- WFMU. La ya legendaria 90.1 de New Jersey es más que una estación de radio, es más una comunidad radiofónica independiente, patrocinada por los escuchas. 24 horas hay música distinta. Archivos sonoros que datan desde el origen de la estación, en 1958.
Arte sonoro, archivos de la posguerra, música del mundo, metal de todas las latitudes, radionovela, radiocollage, radioarte, funk, soul, jazz, rarezas, blogs sobre música, bandas independientes… La WFMU lo tiene todo, y en internet tiene más, tiene un cuerpo de colaboradores que se preocupan por el archivo de lo más granado de su estación. Archivos que se pueden escuchar, palabras clave, locutores favoritos, es una locura. En Internet puede verse la oportunidad de escucharlo en vivo de forma gratuita, con la opción de donar alguna aportación. Más que la calidad radiofónica que posee una estación como ésta, su relevancia está a la altura de cualquier libro de crónicas o registro histórico trascenente
2.- KEXP. Del mismo esquema de escucha-patrocinador que tiene la WFMU, aunque menos extenso y ecléctico, el 90.3 FM de Seattle, Washington es un buen termómetro en cuanto a rock contemporáneo se refiere: independientes, electrónicos, mainstream, en ascenso, etc. Sus sesiones de grupos en vivo son muy reconocidas, ya que la KEXP aprovecha al máximo su canal de Youtube y red de fans para tener al punto información de grupos, canciones, enlace a páginas y compra de música.
Si quieres escuchar hip hop, punk, blues, rockabilly, nuevas tendencias o hasta grupos mexicanos, aquí es el lugar.
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3.- Radio Gladys Palmera. El slogan de esta estación española lo dice todo: “Creemos en la radio y en la música porque el mundo debe cambiar de ritmo”. Radio Gladys Palmera es una estación de menos rara, variada, ecléctica, anticonvencional, con sonidos con carácter y mucha personalidad. Aquí se puede escuchar desde viniles de tango viejísimos, flamenco bizarro, pop ibérico de finas texturas. El programa de Jota, vocalista del grupo Los Planetas (Emisión Telepática Aleatoria Universal) es excepcional. Mucho rock, sonidos de todos los continentes. Si usted se aprecia de ser un curioso musical e investigador empedernido de sonidos, este es un sitio imprescindible.
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4.- WMWMWM. A esta estación seguido le falla la transmisión, los locutores se equivocan con frecuencia, conducen raro, saturan los micrófonos, cortan las canciones, y sin embargo tiene un encanto maravilloso, también. WMWMWM es un grupo de amigos compartiendo programas a distancia, sin límite de tiempo, con límites de estilos, con diversas formas de pensar y desparpajados puntos de vista. Tipos de 23 años que programan hard core mientras beben cerveza y articulan de forma atropellada sus ideas, músicos o periodistas que apenas incursionan en la locución y transmiten desde algún festival o un departamento en plena mudanza. La wmwmwm es especial por fresca, espontánea, lejos de cualquier forma o línea editorial o imposición comercial, sólo son tipos como tú y yo, fans de la música más diversa divirtiéndose. Es mexicana y no hay nada parecido en la radio digital nacional.
5.- Woofer Radio. ¿Te gusta el jazz? A los locutores y productores de esta estación londinense también. Y mucho, se lo toman muy en serio. No sólo es jazz, es funk, soul, R&B, free, avant garde, bebop. Todo el jazz, todo; afrobeat, reggae, hip hop. La idea del jazz no se limita a un género musical, sino a toda la tradición antropológica de la raza negra. Esta estación no cree tanto en la radio hablada y tiene un lema: más música y menos charla. De los primeros sonidos a las nuevas tendencias, esta estación ofrece sabor, ritmo y mucha cadencia.
