Hay una cifra récord de billionaires, pero, ¿por qué no hay más?
Si las políticas monetarias, fiscales y regulatorias hubieran sido más sensatas desde hace 40 años, tendríamos 10 veces más ricos.
Por Steve Forbes
Si los gobiernos, especialmente el de Estados Unidos, hubieran seguido políticas monetarias, fiscales y regulatorias sensatas durante los últimos 40 años, el número global de multimillonarios sería de 20,000, 10 veces los 2,043 incluidos en la edición 2017 de nuestra lista Forbes de los más ricos del mundo.
Para ingresar en la lista, es necesario contar con una fortuna de al menos 1,000 millones de dólares (1 billion, en inglés).
La creación de riqueza —al igual que los frutos, árboles y flores— prospera mejor en ambientes benignos. Desde la década de 1970, las malas políticas han sido con demasiada frecuencia la regla.
El dinero es el tema más incomprendido en la actualidad. Entre los economistas, la idea de que la manipulación de la oferta y el costo del dinero puede guiar a las economías tal como un volante conduce un auto parece ser letra sagrada. En realidad, la única pregunta sobre las actividades monetarias de los bancos centrales es cuánto daño harán. Un buen ejemplo, por supuesto, es la Reserva Federal de Estados Unidos, cuyas travesuras desde la crisis económica de 2008-2009 han ahogado la economía estadounidense.
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El dinero no es riqueza, facilita la compra y venta de productos y servicios, mide su valor de la forma en que un reloj mide el tiempo. Es similar a un cheque. Un patrón oro, que Estados Unidos abandonaron en 1971, mantiene las monedas estables mejor que cualquier otro sistema. El dinero estable facilita la inversión productiva, sin la cual no tenemos creación de riqueza.
Los impuestos son una carga. Las altas tasas obstaculizan el crecimiento económico. Cuando Europa impuso impuestos sobre el superávit llamados impuestos sobre el valor agregado (IVA) a finales de los años 60 y 70, junto con los altos impuestos a la renta, las tasas de crecimiento se desplomaron.
Pregunta crítica: ¿Cometerá Estados Unidos el error de Europa imponiendo un cuasi-IVA de 20%, llamado impuesto de ajuste fronterizo (BAT por sus siglas en inglés)? Increíblemente, muchos republicanos del establishment están impulsando esta extorsión contra las familias trabajadoras.
Las regulaciones que estrangulan el crecimiento económico se han propagado como hierba mala. Afortunadamente, la Administración Trump parece dispuesta a emprender una guerra implacable contra estos equivalentes fiscales.
Monedas estables e impuestos bajos son resultado de regulaciones con sentido común. Tan sencillo como eso. Sin embargo, políticamente, tan difícil de lograr.