La lucha por el poder político en México ha comenzado ya en 2020 y tendrá su primera conclusión en 2021. Se renuevan 21,368 cargos de elección popular, donde destacan 15 gubernaturas, 500 diputados federales, 27 ciudades capitales y las 16 alcaldías de la Ciudad de México, configurando así, el año donde concurren más cargos por votar en la historia moderna de México.
En tanto a las gubernaturas que se juegan, estas representan económicamente el 55.6% del producto interno bruto y sumados los demás cargos a elegir, podrá votar el 74.77% de los electores, haciendo de este proceso, uno de alta complejidad para los partidos políticos, los electores y para las propias autoridades electorales.
Pero la singularidad del proceso electoral del próximo año, no sólo subyace en el número de cargos a elegir, también es la primera vez que podrá ejercerse la reelección en el poder legislativo federal. Y por supuesto hay que sumar a este inédito escenario, el contexto de la pandemia que seguimos padeciendo, la cual está modificando la manera en que se organizan y se realizan las campañas políticas.
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Por otro lado, todo parece indicar que veremos por primera vez en una boleta electoral al PRI, al PAN y al PRD -ó lo que queda de él- juntos en la disputa de algunas gubernaturas (la de Zacatecas la más visible hasta hoy) y otros cargos, con el fin de generar un contrapeso al gobierno de Andrés Manuel y su kafkiano partido político; Morena.
En ese misma esquina del ring, el gobierno ha optado por desinstitucionalizar el aparato del Estado a través del desmantelamiento del sistema de seguridad social y ahora de los fideicomisos federales, para poder hacer frente no sólo a la pandemia, -como ellos argumentan- sino para obtener la mayoría de los triunfos en las urnas, y así conservar la mayoría en San Lázaro y seguir construyendo la idea abstracta de la auto nombrada 4T.
Asimismo, esta elección representa la única y verdadera calificación del pueblo bueno hacia la actual administración federal, y aunque ahora las encuestas identifican la marca “Morena” como la más popular, sabemos que las elecciones intermedias responden en gran medida a los factores locales, por lo que, el desempeño de los gobiernos locales, la elección de buenos perfiles para las candidaturas y la buena ejecución de la estrategia electoral, serán determinantes para el triunfo en este proceso.
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En definitiva, el 2021 se prevé como el epílogo donde las consecuencias socio-económicas tendrán lugar, y será precisamente la economía, el principal tema a abordar en las propuestas de los candidatos.
Sin duda este pandémico contexto seguirá nutriendo el clientelar modus operandi de la clase política y los grupos de poder, donde se entregan recursos a la población a manera de dádiva y no por derecho como le corresponde, contribuyendo así a la creación de siervos, más no de ciudadanos.
Esperemos que en el mejor de los casos que el 2021 sea eso, un epílogo y no un epitafio de la vida democrática nacional.
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*El autor es maestro en políticas públicas por la Universidad Panamericana, actualmente se desempeña como consultor político y ha ocupado cargos directivos en el sector público, la iniciativa privada y en los medios de comunicación.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
