La calidad ha sido el santo grial de la industria manufacturera durante décadas. Básicamente, todas las filosofías y tecnologías que implementan las fábricas tienen como fin acelerar la mejora continua y reducir defectos, dos aspectos cruciales para gestionar eficientemente este aspecto. Posiblemente es el factor más crítico que cuidan las empresas porque su buena o mala gestión impacta directamente aspectos clave de la operación, tanto internos, como son los costos de fabricación, como externos, que tienen que ver con la satisfacción de los clientes y la reputación de la marca.
Es complicado definir este aspecto, aunque hay consenso en cuanto a los criterios que cumplen los productos que tienen calidad:
1) satisfacen las necesidades para los que fueron creados y
2) están libres de deficiencias.
Es un concepto que ha evolucionado con el paso de los años y ahora que transitamos en la Cuarta Revolución Industrial, ha surgido una nueva versión, el de Calidad 4.0, que ciertamente tiene una mayor complejidad, pero también ofrece nuevas oportunidades para las empresas. En este artículo abordaré algunas preguntas que te ayudarán a entenderlo de forma más amplia.
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1. ¿Qué es calidad 4.0?
Boston Consulting Group (BCG) lo define como la aplicación de las tecnologías digitales Industria 4.0 para mejorar las prácticas tradicionales en la gestión de la calidad, buscando niveles sin precedentes en la reducción de costos, aumentar la eficiencia de las operaciones y la satisfacción del cliente.
Es un concepto que surge a partir de la Industria 4.0 y el cual intenta clasificar de forma más específica aquellas tecnologías, prácticas y procedimientos específicos para que los fabricantes desarrollen, gestionen y mantengan un estándar de calidad a lo largo de toda la cadena de suministro. El término también define el enfoque que aportan las tecnologías emergentes como el aprendizaje automático, análisis predictivo, IoT, big data y computación en la nube, en combinación con sistemas que históricamente han adoptado los fabricantes para administrar este aspecto.
2. ¿Qué tecnologías lo hacen posible?
Lo primero es entender que Calidad 4.0 proporciona un enfoque basado en datos para su gestión, de modo que la producción no solo se mide según la rapidez con la que se fabrican los productos, sino también según su nivel de cumplimiento en cada parámetro que define este aspecto.
Para conseguirlo es necesario echar mano de nuevas tecnologías como el IoT y la Inteligencia Artificial, pues es necesario habilitar la extracción de los datos de equipos, procesos y otras fuentes, para posteriormente incorporar algoritmos de analítica predictiva y aprendizaje automático que permitan interpretar y dar sentido a esos datos.
3. ¿Qué casos de uso pueden emplearse?
Definir qué puedes hacer con todos esos datos que arrojan tus equipos y líneas de producción es quizá la parte más interesante. Con la suficiente cantidad de información, una empresa puede crear gemelos virtuales para predecir aspectos como:
- el comportamiento de un producto durante su proceso de producción, a fin de anticiparse a posibles desviaciones de calidad
- el comportamiento de una máquina para predecir cuándo puede presentarse un paro no programado.
Otras soluciones involucran subramas de la IA como Computer Vision, que son muy efectivas para hacer inspecciones de productos finales, reduciendo errores que se derivan de las revisiones humanas. Lo más importante es que los casos de uso pueden extenderse a lo largo de toda la cadena de valor. Todo depende de los problemas que quieras resolver en tu empresa.
4. ¿La tecnología por sí sola es suficiente para crear un sistema de Calidad 4.0?
Ojalá fuera así, pero como sucede con cualquier proceso de transformación digital, la Calidad 4.0 exige alinear tecnologías, procesos y recursos humanos. De hecho, la carencia de habilidades suele ser uno de los principales obstáculos para terminar de impulsarlo, señala una encuesta de BCG, la cual añade que sólo 30% comprende la forma en que la digitalización cambiará las funciones y habilidades de la gente que participa en la gestión de calidad.
Es un problema, pero está lejos de ser definitivo. La falta de talento que comprenda y adapte las tecnologías emergentes en casos de uso prácticos no es un tema nuevo en la industria y, de alguna manera, las empresas han sorteado este desafío desde que han incursionado en la Industria 4.0, así que están acostumbradas a ello y saben cómo manejarlo, capacitando a gente y reforzando a sus equipos con expertos externos.
5. ¿Cuál es el impacto de la calidad 4.0 que tiene en tu negocio?
Para responder esto conviene cambiar la pregunta: ¿Cómo impacta en tu organización una mala gestión de calidad? De acuerdo con la Encuesta sobre el estado de la gestión de la calidad 2020 —que publica la revista especializada Industry Week—, 96% de los fabricantes han retirado productos del mercado en los últimos años. A esto me gustaría añadir lo que ya hemos venido diciendo: el costo de calidad representa hasta 20% de los ingresos en las empresas industriales.
Una gestión de la calidad basada en datos impacta desde retiradas de productos hasta demandas que conducen a malos resultados y debilitan la reputación de la marca. Eso es lo que ofrecen precisamente las tecnologías emergentes: elevar tus procesos a nuevos niveles de eficiencia y rentabilidad.
Espero que estos puntos generales te ayuden a entender este concepto y, lo más importante, a dimensionar la importancia que puede tener para tu negocio.
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Contacto:
El autor es cofundador de Gesta Labs, estudio de innovación en Industria 4.0
E-mail: [email protected]
LinkedIn: Marcelo De la Garza
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