El arquetipo del bufón es muy interesante, nos recuerda que no somos tan importantes, ni tan inteligentes, ni tan sabios, ni tan fuertes. El cómico nos enfrenta con gracia a nuestras inseguridades, prejuicios, temores, estupidez y pequeñez. Los humoristas nos dan información relevante sobre nuestros lados más oscuros, la sombra.

La vida es una ilusión y si no estamos conscientes de ello, somos más tontos de lo que creíamos. El humor nos brinda una salida de aceptación y si aceptamos, sanamos. La risa tiene buen nivel de consciencia porque resuelve una paradoja y libera energía.

A los dictadores no les gustan los humoristas. Se toman muy en serio a sí mismos y eso es peligroso porque la inteligencia nunca es de uno, siempre es de muchos. Los sistemas inteligentes promueven el flujo de información y la repartición del poder. Los sistemas tontos, en cambio, centralizan las decisiones y sofocan el libre flujo de la información.

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Por ello, los antiguos autócratas, los más sabios cuando menos, fomentaban que hubiese un bufón en la corte para que alguien le diera un poco de realidad al monarca. Si el gobernante no acepta la crítica y el humor, entonces se muestra como un gran tonto, enfadado y enfadoso.

Actualmente, eso es justo lo que vemos con palpable simbolismo. Vladimir Putin decide solo, decide por todos y, por tanto, decide mal. El rostro se le ve hinchado como si estuviera medicado con anti-depresivos o anti-psicóticos. Sus interlocutores guardan una ridícula distancia. Sus subalternos son sumisos. Putin no acepta errores. Putin ha dejado de ser un líder y se ha convertido en un payaso peligroso que amenaza la paz del planeta.  

En cambio, Volodymyr Zelensky, el humorista hecho político, se ha transformado en un líder que sacude al mundo porque representa fielmente la dignidad y la valentía de un pueblo que se niega a ser conquistado.

El buen líder se vacía para llenarse con el poder de sus representados. El mal líder, por el contrario, quiere llenar a sus representados con sus pequeñas ideas. Putin es un sistema cerrado, entrópico y frágil, Zelensky es un sistema abierto, anti-entrópico y anti-frágil.

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En México llevamos 3 años con un presidente que solo habla de sí mismo, se ve a sí mismo y se escucha a sí mismo. No hay gabinete, no hay partido, no permite el liderazgo de nadie que no sea él y, por supuesto, no hay diálogo con la sociedad.

El presidente se enrosca y se muerde la cola como uroboro: Ese dragón mitológico que representa un sistema cerrado y que, en este caso, en cada ciclo, cada mañana, se repite de la misma manera. Cree sus propias mentiras y no acepta ningún dato que no encaje con su paradigma mítico. No hay información nueva, no hay intercambio con el entorno, el sistema se congela en las excusas y lemas de siempre. Él cuenta los chistes y él se ríe de ellos; es líder y pueblo, historia y destino, universo y ombligo.  

Lo primero que se corrompe en el sistema autoritario es la información y si no hay buena información, no hay buenas decisiones. El gobierno 4T es ineficaz, pero también falso y corrupto. Como todo sistema basado en la decisión e imagen de una sola persona, es un sistema débil. Su escasa energía se utiliza en destruir lo hecho por otros, tratar de desmentir la realidad y defender al ego.

No hay nada nuevo ni mejor, este sexenio es más de lo mismo, pero en caricatura, en peor versión, en versión 4T: enemiga de la democracia, la libertad y del Estado de derecho.  

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Por ello, siempre, lo más saludable es construir un sistema descentralizado con poder distribuido; es decir, una democracia liberal. Es difícil, sí. Requiere mantenimiento constante, sí. Depende de la participación ciudadana, sí. Es indispensable un Poder Judicial independiente, sí. Requiere de libertades económicas y políticas, sí. Es perfecta, no. Garantiza igualdad de resultados, no.

Pero si los ucranianos están dispuestos a dar la vida por la democracia, algo podemos aprender los mexicanos de ello. No dejemos que la 4T siga dividiendo con su propaganda de odio, atacando a las instituciones y centralizando el poder en una sola persona.

Atentos mexicanos, estamos en guerra y al igual que en Ucrania nos debatimos entre la libertad y la dictadura, la democracia y la autocracia, la inteligencia de todos o la estupidez de uno.

Viva el humor, viva la crítica, viva la libertad, viva la democracia.

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Contacto:

Santiago Roel R. es Director y fundador del Semáforo Delictivo, herramienta de rendición de cuentas, evaluación y análisis del comportamiento de la delincuencia y violencia en México.*

www.semaforo.mx

Twitter: @semaforodelito

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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