Comúnmente conocido como CBD el Cannabidiol, es el segundo compuesto químico más importante derivado del cannabis. En los países donde se encuentra legalizado, el CBD goza de gran popularidad como una sólida alternativa para el tratamiento natural de diversos padecimientos, lo que ha generado una industria compleja y altamente rentable.
Es importante señalar que el CBD es distinto del THC -tetra-hidro-cannabidiol- ya que mientras el primero no produce el efecto típico de euforia y generalmente se extrae del cáñamo, el segundo es el responsable del efecto psicoactivo y se obtiene de la marihuana.
Aunque ambas plantas pertenecen a la familia Cannabis, el cáñamo de donde se obtiene el CBD es la variedad que se ha cultivado para obtener celulosa, fibra, semillas, aceites y esencias que se usaban principalmente como materias primas. (Nota: el cáñamo legal puede contener un máximo de 0.3 por ciento de THC).
Las aplicaciones comprobadas y respaldadas por investigación clínica y científica del CBD en instituciones de prestigio incluyen el tratamiento del dolor crónico, ansiedad, depresión, insomnio, convulsiones, náusea, migraña, trastornos hormonales, dolores menstruales, menopausia, epilepsia, glaucoma, síntomas del VIH, dependencia de opioides, ciertos tipos de cáncer, desorden obsesivo compulsivo y esclerosis múltiple.
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Existen otras líneas de estudio en proceso, pero lo mas importante es asentar que no se trata de un remedio mágico y que antes de decidir sobre su uso debe recurrirse a especialistas que a su vez deben contar con las credenciales y experiencia para asignar las dosis, aplicaciones y tratamientos específicos para cada paciente.
El CBD se vende en distintas presentaciones como aceites, tinturas, golosinas, gomitas, aerosoles, productos cosméticos, gotas, bebidas infusionadas y recientemente productos para vapeo. En este caso la recomendación es no recurrir al mercado negro; verificar que todo cuente con los registros correspondientes y -sobre todo- que su consumo este regulado por las autoridades.
Desde el punto de vista comercial -así como en el caso de la marihuana- el cultivo del cáñamo representa un tremendo mercado potencial -por sí solo- ligado a sus aplicaciones industriales las cuales incluyen el desarrollo de nano materiales, fibras, celulosas, fertilizantes, biocombustibles, pinturas, barnices y fertilizantes biodegradables que pueden derivar en derrama económica y desarrollo social subsecuentes.
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Pero no solo eso, el cáñamo es ya considerado un complemento gourmet de la alta cocina y un super alimento para vida cotidiana. La ingesta de sus semillas como aderezo en ensaladas es tradicional desde hace muchos años y su abundante perfil nutricional la hace ideal como suplemento alimenticio en formatos como proteína, leche, harina y aceites.
Adicionalmente, el mercado vegano de la proteína del cáñamo sigue creciendo mes con mes, ya que tiene la ventaja de ser un alimento con la cadena completa de aminoácidos, pero mucho más fácil de digerir si se compara con otras legumbres y granos; así como con un mejor balance de antioxidantes, aceites omegas y ácidos grasos.
El consumo de bebidas infusionadas con bajas dosis de CBD como agua, agua alcalina, cerveza, café, tes, endulzadas y energéticas representa mercados valuados en varios miles de millones de dólares en el mundo (no hay un dato exacto debido a la inestabilidad de marca y productores) pero tan solo en los EU, durante el 2020, representaron ventas por $ 260 mdd.
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En resumen, se tiene constancia de que el CBD impacta positivamente en el estilo de vida, alimentación y salud de sus consumidores produciendo efectos favorables tanto en sus sistemas inmunológicos como mejorando las funciones digestivas, cerebrales y cardiacas.
En el caso de los productos de cuidado personal, higiene y cosmética, tanto el cáñamo como el CBD están transformando los mercados. Jabones, champú, acondicionadores, lociones, gotas, geles, aceites, esencias, infusiones, tratamientos regeneradores y ungüentos adicionados con cannabidiol se incluyen en el portafolio de los mejores spas, hoteles y clínicas de belleza en el mundo.
Belleza, antienvejecimiento, antiinflamatorios, aromaterapia, masajes y relajación integral se complementan con productos derivados y enriquecidos con el CBD, los clientes reportan mejores resultados y sensaciones que reducen su stress cotidiano.
Finalmente, para el CBD el mercado de las mascotas representa otra industria potencial de alto valor agregado. Existen ya reportes y estudios sobre grandes beneficios en la alimentación, medicina y tratamientos para stress, dolor y ansiedad en especies como animales de zoológicos, perros, gatos, vacas, caballos y aves de corral.
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La industria del cáñamo va en paralelo a la de la marihuana siendo una alternativa de crecimiento económico, desarrollo y bienestar. Se trata de una planta noble con alto valor agregado que impacta en otras ramas, permite arraigar comunidades y fomentar el uso de tecnologías agrícolas y de investigación de punta.
Los grandes retos de la industria del CBD y su expansión -como siempre- es luchar contra la corrupción imperante, demagogia, doble moral y prejuicios históricos. El mundo requiere de innovación, búsqueda de alternativas y el desarrollo de mercados accesibles, es obvio que la resistencia viene de intereses creados, monopolios y complicidades que buscan perpetuarse.
El CBD constituye un portafolio de opciones menos invasivas y métodos naturistas para ampliar los beneficios en la nutrición, salud y el tratamiento de diversos padecimientos de la vida moderna, es una oportunidad, un mercado y rama industrial que esperan su regulación eficiente y efectiva para crecer exponencialmente.
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