Si la llegada de las vacunas contra el Covid-19 hacia finales del año pasado parecía dar algo de luz al final del túnel, el inicio del 2021 nos tenía preparadas algunas sorpresas que vendrían a empañar el panorama.

Un buen segundo semestre de 2020 nos hacía pensar en potenciales incrementos de producción y exportación cercanos al 9% en ambos rubros. Sin embargo, no teníamos presente lo que sucedería desde finales de diciembre y que ha provocado que diversas plantas alrededor del mundo tuvieran que reducir o suspender la fabricación de ciertos modelos por la falta de semiconductores durante el mes de enero. Situación que probablemente se prolongue durante los próximos seis a ocho meses de 2021, como resultado de la escasez de semiconductores debido a una excesiva demanda global de productos electrónicos que compiten por dichos componentes con los automóviles.

Aunado a los retos anteriores, a mediados del mes de febrero, a consecuencia de una onda gélida que afectó al estado de Texas, se redujo el abastecimiento de gas natural afectando el suministro a nuestro país, combustible utilizado por la Compañía Federal de Electricidad (CFE) para la generación de energía eléctrica ocasionando apagones en estados de la frontera norte del país, destacando principalmente los casos de Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua y Coahuila.

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Hacia el miércoles de 17 de febrero, al menos cinco empresas armadoras de vehículos ligeros habían anunciado paros técnicos por unos días, en espera de mejores condiciones climáticas en el estado de Texas que permitieran la regularización del abastecimiento de gas natural. Ese mismo día el gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió un mandato a los proveedores de gas natural para que privilegiaran la entrega del combustible dentro del propio estado de Texas, con vigencia hasta el 21 de febrero. Ante la falta de gas, el Centro Nacional de Control de Gas Natural emitió una Alerta Crítica instruyendo a los consumidores de gas a reducir su consumo a un 20% del consumo normal, medida que se reflejó en una reducción del abasto de gas en 26 estados de la república, incrementando a siete el número de empresas armadoras impactadas por esta medida, así como al resto de la cadena de valor de la industria automotriz.

Las condiciones climáticas en el estado de Texas han ido mejorando, al grado que, desde el pasado viernes 19 de febrero, Abbot revirtió la vigencia de su mandato y suspendió anticipadamente la medida restrictiva a la venta de gas fuera del estado, lo cual permitió un gradual reabastecimiento del combustible y la reanudación de operaciones de las armadoras a inicios de la semana del 22 de febrero.

Por nuestra parte, durante esta crítica semana del 15 al 21 de febrero, entramos en contacto con las instancias involucradas a fin de acelerar la solución del problema, con un acercamiento directo con la Secretaría de Economía y con el Director General de Distribución de la CFE, que se mostraron abiertos al diálogo y dispuestos a apoyar a la industria en una pronta solución. También enviamos un escrito conjunto firmado por las cuatro asociaciones del sector automotriz, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), la Industria Nacional de Autopartes (INA) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador, solicitando su apoyo para evitar mayores afectaciones por la falta de energía eléctrica y la escasez de gas para uso industrial.

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Uno de los retos que nos hemos propuesto como AMIA, es el convertirnos en una asociación más dinámica y buscar una cooperación más estrecha con nuestras autoridades. Nuestro acercamiento con el gobierno federal, aún en esta situación crítica, siempre ha sido de manera respetuosa y con el objetivo de trabajar de manera coordinada para mantener la competitividad de un sector que en las últimas tres décadas se ha consolidado como el motor de la economía del país y una de las principales fuentes de empleo estable en la industria manufacturera.

El tener una relación cercana entre gobierno y todos los actores clave de las industrias, es el único camino que nos permitirá mantenernos como un país fuerte y estar preparados para que esto no nos vuelva a ocurrir. Extendemos nuestra disposición a mantener canales de comunicación abiertos y cercanos con los organismos y autoridades gubernamentales, tanto federales como estatales, para continuar con esta labor de generación de cadenas de valor en el sector automotriz, el cual es clave para nuestro país y las familias mexicanas.

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José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA)*

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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