La riqueza no existe, se crea, se genera.

La generan los ciudadanos con su trabajo, ingenio y capacidad de organización.

El valor de los servicios y los productos no tiene nada que ver con el esfuerzo o los recursos invertidos. El valor se lo da el comprador y lo demuestra con un pago.

Los recursos naturales no son riqueza. Los estados de México con más recursos naturales son los más pobres.  

Las dádivas y los apoyos son necesarios en casos extremos, pero no eliminan la pobreza. Los estados más pobres son los que reciben más recursos públicos.

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Lo único que ha disminuido la pobreza es la inversión productiva en un ambiente de buena gobernanza: libertad económica y política.

La mala educación es quizá la peor de las injusticias. Los estados pobres también cuentan con el peor sistema educativo. El sindicato de maestros crea un monopolio educativo en beneficio de los maestros, no de los alumnos. La mala educación genera pobreza.

Los estados más ricos son los más conectados al resto del mundo. Los más pobres son los más desconectados.

El gobierno no crea riqueza, ni genera ingresos propios. Extrae rentas a los ciudadanos a través de impuestos y derechos.

Los recursos públicos no son propiedad de los políticos ni de los funcionarios.

Sigue en esta sección el avance contra la pandemia en México y el mundo

El ser humano no es bueno, ni muy inteligente, pero aún así, es capaz de crear sistemas de convivencia con resultados positivos. El mercado es el mejor ejemplo.

La información es el gran elemento ordenador de cualquier sistema complejo. El mercado procesa información de una manera eficiente y descentralizada. Ninguna burocracia es capaz de procesar información como un mercado.

Todo mercado opera con reglas, en este sentido todo mercado está regulado. La diferencia es que en unos casos las reglas fueron elaboradas con base en la experiencia y por muchos, y, en otros, unos cuantos pretenden imponerle sus reglas al mercado.  

La peor regulación de un mercado es la creada por burócratas y políticos.

La pobreza y la desigualdad no son lo mismo. Hay estados ricos y desiguales, ricos e iguales, pobres y desiguales, pobres e iguales.

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Todo proceso de crecimiento genera desigualdad natural, a la larga, cuando todos se incorporan, la desigualdad disminuye.

Hay desigualdad natural y desigualdad artificial. Toda economía de compadres genera desigualdad artificial. Esa es la única desigualdad que debe preocuparnos.

La democracia es un mercado político competido. La autocracia es un monopolio político.

Ningún ser humano, por más inteligente que sea, es más inteligente que una comunidad.

Todo ser humano es imperfecto y egoísta, los burócratas y políticos no son la excepción.

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Entre más poder tiene un ser humano más daño puede hacer, por ello ningún monopolio es bueno, ni político, ni económico.

Los sistemas que reconocen la imperfección y el egoísmo del ser humano son los más libres, más justos y más ricos. Los sistemas que, en cambio, pretenden que el ser humano sea altruista y bueno, son los más injustos, los más pobres y los menos libres.

Un gobierno fuerte no es lo mismo que un gobernante fuerte.

Un gobierno fuerte no es lo mismo que un gobierno metiche. Toda libertad es buena. El único límite a la libertad de uno es la libertad del otro.

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*Santiago Roel R. es director y fundador de Semáforo Delictivo, herramienta de rendición de cuentas, evaluación y análisis del comportamiento de la delincuencia y violencia en México.

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